Capítulo 3.

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Hoy me levante decidida a no asistir a la escuela. Me sentía cansada, deprimida, y con mucho sueño. Yo tenía derecho a no asistir si no quería. Aparte tenía el permiso de mis padres.

Aquel chico llego a mis pensamientos, y sentí una opresión en el pecho. ¿Que carajos hiciste conmigo?, pensaba y repetía una y mil veces esas 4 palabras.

Hice las enormes cobijas a un lado y tome mi celular, sintiendo como mis ojos ardían por el brillo que procedía de la pantalla. Así que comencé a buscarlo por Facebook como ''Lucas Wells''. Y si, cuando mire su perfil ahogue un grito al verlo. Comencé a ver sus fotos, y mi favorita fue una donde se encontraba en una tienda, vestido de rockero, él se miraba tan feliz, tan apuesto como el día de ayer. Y yo sonreí al verlo. Pero mi sonrisa desapareció en cuestión de segundos, al darme cuenta que tenía unas cuantas fotos con su novia, o ex novia. Se miraban tan felices juntos, ella lo abrazaba mientras él le daba un beso en la mejilla. No miento, ella era bastante guapa, aparte era rubia, que más podría esperar. Cada vez que deslizaba la pantalla ella salía en cada una de sus fotos, pero la que más me llamo la atención fue una donde la mano de él y la de ella formaban un corazón. Mis manos comenzaron a temblar, y varias lágrimas comenzaron a manchar la pantalla de mi celular. Por más que trataba de detenerlas no podía, las lágrimas salían por si solas. Pero las limpie, tratando de ignorar aquello que sentía.

Después de varios minutos de terminar de ver sus últimas y pocas fotos, me decidí y le mande una solicitud de amistad. Sintiendo como mi corazón latía a mil por hora. Sentía que estaba a punto de estallar. Pero estaba feliz por aquello. Si eso me ponía feliz, me pondría más feliz volverlo a ver.

Me levante, con un dolor de espalda insoportable. Me dirigí al baño, me lave la cara y la seque con una toalla. Al mirarme en el espejo, tenía un aspecto horrible, tenía ojeras y estaba más pálida que nunca. Parecía un zombi. Mi cabello ni se diga. Y mejor lo recogí en una coleta. Mucho mejor, sonreí satisfecha. Yo realmente aceptaba que era bonita. Aunque otras personas no lo miraban de esa forma. Siempre he pensado que mucha gente te amara por lo que eres y otros te odiaran por la misma razón. Pero a mí no me importaba la sociedad. Yo estaba primero que ellos. Nunca me importo y ni me importara lo que las personas digan o hablen de mí. Yo soy como soy y eso nadie lo cambiara. Ni el hombre más guapo de la tierra. Esos eran mis puntos de vista.

A lo lejos oí el sonido de mis notificaciones. Mi corazón se aceleró al pensar que tal vez ya me había aceptado la solicitud. Tome mi celular y di un salto a la cama. Deslice la pantalla. Y mire las notificaciones. Y sonreí al ver que era cierto lo que pensaba hace unos segundos. Él me había aceptado. Puesto que significaba que ya éramos amigos, pero no del todo.

-Brooke -oí decir a mi madre-. Ven de inmediato.

-Ya voy –Grite lo más fuerte que pude-.

Sabía exactamente lo que me iba a reclamar. Así que baje a ver que carajos quería.

Al ir bajando las escaleras, pude ver a mi madre con los brazos en forma de jarra, señal de que estaba molesta.

-Brooke Sellers –Me miro furiosa-. ¿Porque no estás en la escuela?

Carajo, pensé que no lo notaria, pensé, sin saber que palabras decir.

-Porque me siento mal –Hice una mueca de dolor-.

-¿Por qué no me dijiste? –Su expresión cambio de enojo a preocupación-.

-Porque nunca te importa cómo me sienta –Escupí aquellas palabras-.

-Cielo...-Sus ojos se llenaron de lágrimas-. No digas eso, tú eres mi vida.

-Cada vez que tú quieres –Me di la vuelta para irme al patio trasero-.

《A través de la pantalla》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora