ATAQUE DIXON ;Carl Grimes

Capítulo 4

-¿Te gustan las flores?

-¿Qué?- de seguro escuche mal.

-¿Que si te gustan las flores?- dijo con una sonrisa que no había visto de el.

-Em si- respondí, aunque eso se escucho más una pregunta.

-¿De que color?- okay, no lo entiendo. Primero me trata mal, después me insulta, luego me habla bien, se enoja y luego me pregunta si me gustan las flores, what?

-¿Porqué me preguntas esto?- dije frunciendo el ceño. Estoy confundida.

-Primero responde me la pregunta que te hice- se acomodo en la silla y me miro con una sonrisa... una gran sonrisa.

-No se porque, pero tengo una obsesión con las flores azules, amarillas y algo de rosas - dije, eran los mismos colores que a mama le gustaban, recuerdo que en su cumpleaños, mi padre le compro un ramo gigante de flores, azules y amarillas y yo le di una flor gigante color rosa y la puso en medio del ramo, fue un hermoso y divertido día, sobre todo el rostro feliz de mama al ver el ramo y el pastel después de haber llegado del trabajo. Sacudí un poco la cabeza, no quería llenarme de recuerdos porque después no podre parar y entraría en un mar de lagrimas.

-¿No te gustan las rojas?

-No, creo que son muy comunes, en especial si son de las rosas, al menos que sea un tipo no muy común de flores y de color rojo, entonces si.

-Bien- dijo y cuando estaba a punto de pararse recordé que no había dicho el motivo de este cuestionario.

-¡Espera!-se detuvo y se volvió a acomodar -¿Podrías decirme la razón por la cual me preguntaste eso?

-Nop- quito su mirada de la mía y volteo hacia la pared y comenzó a dar glopecitos al suelo con su pie repentinas veces. Se puso nervioso.

-Carl, dime -dije o mas bien ordene.

-Esta bien- suspiro, me miro por unos segundos y volvió a mirar la pared.- yo... a mi...me, me gusta Natalia.- dijo y me miro mientras esperaba mi reacción, ¿y yo? Estaba procesando las palabras que había recibido y ahora entendía todo.

-¿En...serio?- dije desanimada mientras rodaba los ojos solo para no verlo directamente, sinceramente, no comprendía porque me sentía de esa manera, ¡no entendía nada! Sentí algo extraño en el estomago de nuevo.

-Si -A Carl le gusta Natalia, y ella gusta de el. Intente sonreír pero lo mejor que salio fue una mueca.

-Sería mejor que le preguntaras a ella sobre las flores- dije y me fui de ahí, ya no aguantaba ni un segundo más cerca de el. Si decía que el era bipolar ¿quién es la bipolar ahora? No quería llorar, de eso estaba segura, no era momento para andar llorando por un niñito que no tengo idea sobre mis sentimientos hacia el, ¡Por dios Alicia, es un completo idiota! Lo acabas de conocer y el maldito se atreve a llamarme Alice, Ninguno me puede llamar Alice excepto mi padre. Y todavía me trata mal, ¡no me puede gustar alguien como el!

Ninguno de los dos ha mencionado que te gusta...

Conciencia, no es momento para esto.

-Alice, ven acá -me hablo mi padre y sonreí con solo oír su voz me tranquiliza y me siento segura al saber que nunca estaré sola.

-¿Qué pasa? -mi padre me miro extraño debido al tono de mi voz desanimada.

-Pequeña, ¿está todo bien? -le sonreí y le di un corto pero cariñoso abrazo.

-Estoy bien- me sonrió de vuelta y paso un brazo alrededor de mis hombros dándome protección. Mire al rededor y todos habían hecho un circulo, (incluyendo a Carl y Natalia que estaban MUY juntos hablando MUY animadamente).