Hey Ángel.h.s

capitulo 8

—¿porque ellos están aquí? — pregunté.
— el profesor ha invitado a los "jefes" del FBI para que vean nuestro proyecto. — habló Liam.
— sigo sin entender ¿ FBI? ¿Quimica? Nada que ver. —
— hablaremos de las sustancias que ellos usan y nos dirán para que, como cuando hacen estudios a muertos, estudian las cosas, de cómo se basan a la química, física, biología, criminología. En todo Kiani. — respondió Liam.
Tome asiento, mi vista se detuvo en Harry que el estaba mirando al profesor como los presentaba, y explicaba el porque ellos estaba aquí.  Pasaron muchos equipos a exponer y Louis y Harry explicaban más o menos para que usaban esa sustancia o cosas así. La verdad no entiendo que hace el FBI aquí en una clase de Química. Término la clase, en verdad harry no me había dejado explicar lo que me había tocado, el me quitó mis puntos y no es estudiante de aquí, el profesor me regañó porque "como era posible que el tuvo que explicar mi parte, yo no sé lo pedí. "  entramos a la cafetería Jasmine y yo, tomamos nuestra charola para nuestra comida, tome un jugo, mi hamburguesa y un plato de frutas.
Esto es gracioso, esta hamburguesa tiene como cuatrocientos gramos de calorías, más el jugo unos cuarenta, y nos dan un platito de frutas para estar esbeltas, con buena alimentación. No jodan Instituto.

Nos sentamos en una mesa redonda, liam y Niall llegaron a nuestra mesa, yo aún seguía enojada por eso, no obtuve una calificación bien, porque el Agente puto Harry putoquitapuntos Styles respondió todo y explicó.

— Adara, no sabía que pasa...—
— Liam, no pasa nada contigo, sólo que ese hijo de perra , me ha...  Es un pa... ¡Ahg! Maldito. —
Mordí mi hamburguesa que parecía artificial todo, tome de mi jugo. Vi que muchas chicas empezaron alborotarse por la entrada de la cafetería, sí, justamente lo que imaginé, ellos entraron. Liam les hizo una seña y ellos caminaron hacia nosotros, Louis se acomodó su saco y Harry sus mangas.
— hablé con tu profesor. El subió tus notas. — habló harry.
— que bueno, ya no hallaba palabras conque insultarte. — dije mientras metía un pedazo de papaya a mi boca.
— Como sea, liam, debemos irnos. —
— hasta pronto chicos. Recuerden nuestra salida este fin. Kiani. Jasmine. — Louis se despidió.
Vi como ellos se iban alejando de nosotros, sentí una mirada, bueno, tres miradas, voltee y los chicos me miraban.
— ¡Bien! Iré a disculparme. —
— gracias nena. — dijo Liam con una hermosa sonrisa.
Me levanté cuando iba a mitad de la cafetería me regresé, tome mi hamburguesa o Niall se la comería. Mientras que corría tras de ellos me la iba comiendo, quedaba el último pedazo, lo miré y decidí dársela a Niall "el se come todo lo que sea grasa" 
—¡Agente!— grite a corta distancia. Ellos voltearon, harry cerró la puerta y se acercó a mí. Se quitó sus lentes y me mira fijamente. — P-pe-perdón. No debí comportarme así, fui inmadura. Dispenseme señor. —
Harry duro unos segundos callado y luego su vista se posó en mi hamburguesa.
— ¿Te comerás eso?—
Mire mi pedazo y negué con la cabeza.
— ¿la quiere? Puede comerla. —
Le entregué mi pedazo y se dio la vuelta mientras agitaba la mano en despedida. Entro al auto y se puso en marcha. Entre al salón y los tres me miraban esperando una respuesta.
—¿yyy? ¿Que paso? ¿Que te dijo?— dijo Jasmine.
La mire frunciendo el ceño.
— ¿Te comerás eso?  — hice una mueca.
— ¿solo se comió tu hamburguesa?— asentí —  waoh, que hijo de perra. — finalizó Jasmine.
Me encogí de hombros y tome asiento a lado de Liam. Entro el profesor de Francés. El profesor era un hippie francés que nos dejaba hacer lo que quisiéramos, nosotros siempre aportábamos en dormir o estar en celular. Me levanté de mi asiento y salí del salón, me encamine al baño, me adentre a una cabina y me senté en el retrete, escuche unas voces prevenirse desde afuera.
— ¿Kiani?— la voz de mi mejor amiga sonó.
Salí del baño y me acerqué al lava manos.
— estoy muriendo de sueño.— lave mi cara. Me mire al espejo gotas de agua chorreaba por mi frente.
— estas cansada, debe ir a dormir amiga.—
Ambas salimos del baño, entramos al salón donde estaban los chicos, tomamos asiento y el aburrimiento continuó. Sonó el timbre de salida a casa. Subimos a nuestras motos.
—Mierda... Gina prende bebé. —
Mi motocicleta no quería prendía, mire a la ventanilla donde marcaba línea en gasolina. — Mierda.—
—¿que sucede?— habló Jasmine.
— me he que dado sin gasolina. —
— yo te llevo, sube. —
— nono, iré caminando. Aprovecho y paso por el encargo de mamá. — mentí. Necesitaba estar asola. Coloque mi mochila en mi espalda y caminé saliendo de la escuela a dirección a mi casa. Sentía que alguien me miraba, como si alguien me seguía. Miraba a los lados y mucha gente pasaba a mi al rededor. Un automóvil se detuvo aún lado mío, bajo el cristal y él apareció de nuevo, haciéndome sentir un gran alivio que haya sido él.
—¿caminando por la ciudad? — quitó sus lentes obscuros para verle mejor.
— hacia mi casa voy. —
—me queda por mi rumbo. Suba la llevó. — abrió la puerta para que yo entrara. Subí con cuidado y cerré la puerta con el mismo cuidado, sintiendo que se iba a romper en mil pedazos este auto. El esbozó una sonrisa reluciendo sus dientes blancos. Mientras que el conducía con la vista concentrada hacia al frente podía verle, podía estudiar poco su perfil, su nariz levantada un poco, su labios rosados, sus largas pestañas y su bella cabellera larga y ondulada. Estaciono el auto frente al edificio ambos bajamos del auto, caminamos hacia la entrada del edificio, yo estaba dos escalones más arriba que el, se podría decir ya casi poco más alta que él me encontraba.
— hasta luego Agente. —
—Dime Harry. — asentí y  me giré sobre mis talones.
Me detuve en secó en la entrada del edificio, gire para verle y el estaba caminando hacia su automóvil.
—¡Harry! — el volteo a verme. —¿gusta un poco de café o jugo? —
Una bella sonrisa apareció de nuevo en sus labios, metió sus llaves a su bolsillo del pantalón y se acercó a mí, ambos subimos hasta el departamento y entramos. Deje mi mochila en mi habitación mientras que deje calentar un poco de agua para dos cafés. Mientras que harry estaba sentado leyendo un libro mío que había dejado en la sala yo me iba a cambiar por algo más cómodo y bonito.  Tome una playera azul cielo sin estampado y unos jeans. Salí a la sala y el estaba sentado en el sofá tomando ya su café, tome asiento al frente de él y tome mi taza de café.
—  parece que tu hermana y madre nunca están en casa ¿verdad? —
Asentí.
—Mamá trabaja todo el día y mi hermana la cuida mi tía Laura. Yo paso rato sola en casa. Ayudó a limpiarla y a cocinar para la noche.—
—¿sabe cocinar? —Asentí. — Me gustaría probar su comida señorita Kiani. —
— claro... ¿Qué le gustaría probar?— dije tímidamente.
Me levanté del sofá y camine a la cocina, podía sentir su vista clavada en mí, abrí las gabinetes y saque lo que necesitaría para cocinar. Tome De la nevera carne que había ahí, después un poco de arroz, coloqué el arroz en el fuego para freírlo y después hecharle el agua. Corte la carne en cuadros pequeños con pimientos y cebolla, puse la carne en un sartén esperando a que se cocinará bien la carne, después coloque la verdura. Trataría de hacer Carne en su jugo pero a mi modo. Me di la vuelta y el estaba ahí parado mirándome como hacía todo, no me habia dado cuenta que el estaba ahí. La comida ya estaba lista, serví la comida para los dos y las lleve a la mesa redonda, deje Los dos platos azules con comida y me senté a un lado. Mire cómo harry subía sus mangas hasta los codos, sus brazos grandes y tatuados, su mano tomó un tenedor, sus venas resaltaban en su grandes manos. "Con esos dedos puede quitarle la virginidad a cualquier chica"  mire sus manos y luego las mías. Extendí mi mano abriendola, mire mis dedos y luego los de él.
— muy largos ¿cierto? — escuche una voz ronca provenir frente mía. Levante la vista y el había dejado de comer para ver lo que estaba haciendo. Tome el tenedor y metí un pedazo de carne en mi boca. No podía dejar de mirar sus grandes manos, noté que el me miraba y reía a lo bajo, levante la vista y nuestras miradas se encontraron.
— ¿Sabias que mis dedos puede quitar la virginidad de una chica? — levantó su mano a la altura de sus ojos.
Sólo negué y los nervios se apoderaron de mí. Jamás me había puesto tan nerviosa como ahora, ni un chico me ha puesto nerviosa, ni cuando el me pregunta cosas que puedan perjudicar a mi familia y amigos. Es distinto esto.
— ¿E-enserio? —
— No lo sé, jamás lo he hecho con una persona que aún conserva su virginidad. Mi gusto de mujer son tres años mayores que yo. ¿ que edad tienes?—
— dieciocho ¿usted? —
— veintitrés años. Y a mi corta vida ya soy jefe del FBI de Londres. No todo, pero si de una parte. —
— es interesante...—  El asintió — ¿Porque siempre me lo encuentro la calle? Se supone que un agente del FBI se la vive casi siempre encerrado en una oficina averiguando cosas de criminales. —
— Nuestro caso es diferente señorita Kiani. Yo si vivo en una oficina por noches y días, pero tomó mis ratos para tomar aire. Como ahora. En un rato más tengo que regresar con el agente Tomlinson, tenemos asuntos que atender. No sólo atendemos el caso de Jacob, hay más, pero el es más importante porque nos lleva hacia la encima del diamante. —
— ¿que quiere decir con eso?— empecé a sonar curiosa.
— Jacob trabaja para una persona importante para los mercados negros. Kiani. Por eso necesito que me digas todo de el. Esa piedra que " tomaste prestada" no sabes el valor que tiene, con ese precio de euros, pagarías tres mansiones, tendrías autos, muchos lujos. Tu. En efectivo, la persona que le ha dado de esa piedra o diamante a Jacob, debió estar muy drogado, muy ebrio, o casi muriéndose para que se la dieran. Esa piedra nunca fue robada. Es lo que tenemos por ahora. —
— vaya que si es una grande cantidad. — 
— lo es cariño. —
Ambos terminamos de comer, tome los platos vacíos y los dejé en el lava traste. Estaba por tomar el estropajo de platos cuando sentí un aire caliente en mi nuca. Me di vuelta y él estaba tras de mí, casi su cuerpo estaba  chocando conmigo. Sus ojos se clavan en los míos, mis manos se posan en el borde del lavabo tratando de buscar más espacio y tener una distancia de él.