Capítulo 8

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Después de comprar, Ana y yo llegamos al departamento. Preparo algo ligero para comer y luego descansamos.
Ella lo necesita. Estoy segura que ha estado organizando todo para que sea una ocasión bonita. Llega su novio no es para menos.
Me levanto de sobresalto y miro la hora en el celular. Las 7:15, voy hasta la habitación de Ana, duerme inocente como una niña pequeña, me acerco y me siento en la cama justo a su lado.
- Ana es hora de despertar - le susurro.
No hace caso a mis palabras, le sacudo un poco por los hombros y abre lentamente los ojos.
- Se te hará tarde si no te levantas justo ahora- le advierto.
Ana abre mucho los ojos y se sienta de inmediato.
- Dios! He dormido mucho? Qué hora es?- pregunta alarmada y llena de pánico.
- Calma, 7:20. Aún tienes mucho tiempo- le digo tranquila.
Se pone de pie y se estira mucho. Se vuelve hacia mi, con expresión contenta y da unas palmaditas pequeñas.
- Lista para el cambio?
- Tú lo estás?- le respondo. Me emociona este asunto.
Nos toma un par de horas arreglarnos. Ana me ha maquillado, ella sabe hacerlo demasiado bien no por algo utilizó 3 meses de sus vacaciones en un curso para estilistas.
Está preciosísima y luce radiante. Sus labios ligeramente pintados por un labial rosa, sus ojos resaltan brillantes y ese vestido resalta sus atributos. Elegante y sexy, acertada combinación.
Yo me veo en el espejo y no me reconozco, mi cabello recogido levemente en un elegante moño, unas mechas ondeadas caen por los lados de mi cara. Estoy linda. Ese peinado hace resaltar el escote del vestido, es precioso.
Camino por la sala acostumbrándome a los tacos altos y río por la sensación de altura, apenas llego al 1.60 y llevar tacos me estiliza increíblemente.
Enciendo mi celular y tengo 2 llamadas perdidas de Rafael. Frunzo el ceño pensando la razón por la que me ha llamado.
Abro mensajes y pulso escribir.
Hola Rafa, tengo llamadas pérdidas tuyas. Lamento no haber podido contestar. Te hablo mañana. Besos.
- ¿Nos vamos?- pregunta Ana entusiasmada desde el otro lado de la sala.
Asiento. Y camino hasta la puerta.
Max nos está esperando en su carro. No tenía idea, pero en cuanto nos ve abre la boca sorprendido.
- ¡Que hermosas señoritas!- exclama.
Nos abre la puerta de su auto. Subo . Pero Ana da la vuelta. Sube en el asiento de adelante al lado de Max.
Max pone música mientras conduce a casa de los Ozhera.
- ¿cómo te sientes? - le pregunta Max a Ana.
- ¡Feliz! - chilla ella. Sonríe de oreja a oreja y él le Sonríe exactamente igual.
- Te ves hermosa Ana.
Max cruza por una calle amplia. Y se estaciona delante de una casa muy bonita.
- ¿Me siento atrás? - pregunta Ana a su mejor amigo.
- No es necesario- responde él.
Max baja del auto y lo observo ir hasta la puerta. Toca el timbre por unos segundos y sale Lucía, despampanante pero no llega a opacarnos a Ana ni a mi. Creo que está igual de bonita que nosotras.
Caminan hasta el carro y Max repite el gesto de abrir la puerta del auto para que ella suba.
- Hola chicas- nos saluda. Huele bien. Creo que es algún perfume de jazmín.
- ¿Listas? - dice Max, cuando ocupa el asiento del piloto.
- Si! - Respondemos las tres al unísono.

Suena alguna que otra canción pegajosa mientras estamos en el auto y nosotras animadas las tarareamos.
Después de 15 o 17 min llegamos a casa de los Ozhera, es muy grande y hermosa por fuera. Es una familia de dinero, tengo entendido por Max que los padres de Lorenzo y Cristhian se dedican a los negocios.
Max baja del auto nos abre la puerta a Lucía y a mi. Da la vuelta y abre la puerta a Ana.
Recién noto que ella trae consigo una pequeña cajita de regalo. La miro sorprendida y me sonríe tímida.
Caminamos por el verde y amplio jardín, es muy hermoso. Las puertas de la casa están abiertas cruzamos el pasillo que nos lleva hasta la sala. Muchas personas bien vestidas, nos miran. Ana saluda a unos cuantos de ellos. Y yo me limito a saludar a Fabian, a Sandra y la encantadoramente odiosa Belen.
Una señora bien parecida y elegante se acerca a Ana, le saluda con un beso en cada mejilla. Es amable. Enseguida se acerca un señor apuesto y bien arreglado hasta donde están ellas.
Se saludan con cortesía. Charlan animados y un mozo les ofrece vino.
Me doy la vuelta, e intento introducirme en la conversación que sostiene Fabián y las chicas.
- Cristhian es guapísimo- dice Sandra boba y cautivada.
- Es inteligente, es exitoso, es atractivo, rico, pero..." TIENE NOVIA "- continúa Belén haciendo énfasis en las dos últimas palabras.
Fabián no dice nada solo sonríe. Lo miro y sonrío con él.
- Por fin se aparece el encantador Lorenzo Ozhera- enuncia Fabián mirando tras de mi.
Me doy vuelta y me encuentro con la intensa mirada de Lorenzo. Es muy guapo, con ese traje su belleza se intensifica. Me siento nerviosa en cuanto lo veo, lo tengo tan cerca que podría robarle un beso.
- Hola - me susurra. Se acerca y me da un beso en la mejilla. Húmedo y suave.
Humm huele bien.
- Me extrañas demasiado por lo visto- dice Lorenzo a Fabián, este ríe sarcástico y no dice nada.
- Señoritas- continúa Lorenzo. Nos la besa como lo hizo conmigo y sonrió para mi misma.

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