Vuelvo hasta la sala. Lorenzo está charlando con Fabián y Max. No sé qué hacer. Son las 12:30 de la noche. Salgo hasta el jardín. Abro el marcador del teléfono y marco el contacto de Rafa.
- Hola, Pamela- dice Rafa al responderme.
- Hola, te dije que te marcaría mañana. Ya es mañana- le digo.
Escucho su risa espontánea al otro lado del teléfono.
-Estás en lo correcto. Quería pedirte algo- continúa
- Emm... ¿Algo, cómo qué? - le pregunto curiosa.
-¿Quieres ir conmigo al cine más tarde? - dice Rafa.
- ¿Eso querías pedirme? - le pregunto divertida por su nerviosismo.
- En realidad no. Pero que vengas conmigo al cine. Ayuda.
- Entonces pasa por mi a las 5:30 ¿Te parece? - le pregunto.
- Si. De acuerdo. Te veo a las 5:30.
- Listo. Nos vemos, cuidate hasta entonces- me despido.
-Igual Pamela. Besos.
Guardo el celular en la carterita de mano que he traído conmigo. Giro mis talones para volver a dentro. Me encuentro con Lorenzo, me mira con el ceño fruncido.
- ¿Quién pasará por ti a las 5:30?- pregunta Lorenzo. Su tono bastante fastidiado me inquieta.
-¿ Desde cuándo te doy informes de lo que haré?
-Mmm te voy a enseñar a respetarme en cuanto seas mi novia- dice enfadado. -¿Tu novia? Oh, querido. Siento decepcionarte.
- Te enamorarás de mi, Pamela. Mucho antes de lo que crees- me dice. Sus ojos castaños brillan por la intensidad de sus palabras.
Y yo sonrio de medio lado, ignorando sus palabras. Paso por su lado y entro a la fiesta.
Lorenzo camina detrás de mi.
- Eres muy sensual- murmura.
¿está de broma? Ja!
-Es así como pretendes que sea tu novia?
Él ríe y se adelanta hasta llegar a mi lado. Coloca su mano en mi cintura y nos vamos hasta dónde están los chicos.
- Hey chicos, hasta que por fin vuelven- dice Max.
Nos mira a ambos con desconcierto. Y Lorenzo responde típico y arrogante.
- Nos han extrañado mucho- les dice.
Todos ríen con sarcasmo y yo pongo los ojos en blanco.
- ¿Has hablado con Isabella?- pregunta Belén a Lorenzo.
Se hace el silencio.
- No te importa Belén- dice al fin Lorenzo.
Ja! Entrometida.
-Está bien- refunfuña Belén.
La miro con superioridad. Y ella aprieta los dientes furiosa.
-¿Quieres bailar?- me pregunta Lorenzo.
-No.
Me toma de la mano y me lleva hasta la sección de la amplia sala dónde están bailando.
Posa una de sus manos en mi cintura y nos movemos lento acorde a la linda pieza musical que inunda el lugar.
Me acerca mucho a su cuerpo. Su olor, sus ojos, su boca. Me siento especial. Me gusta.
- Estás hermosa- murmura a mi oído.
- Gracias- susurro.
Enamórate de mi.
Se aleja un poco de mi. Me observa sin decir nada y acerca sus labios a los mios. Me da un beso tierno y casto.
Me quedo sorprendida y él me observa serio sin expresión en el rostro. Bajo la vista y cuando vuelvo a mirarle, los ojos de él están desviados hacia un punto de la pista de baile.
Vuelvo mi rostro mirando a esa dirección y ahí está ella. Hermosa y elegante. Viéndolo a él. Mirándose recelosos. Vuelvo a mirar a Lorenzo y sé que ese tierno beso no trae consigo ni pizca de sentimiento.
Tonta. Él aún la quiere.
No quiero seguir bailando. Ellos seguirían intercambiando miradas. Yo estorbo entre ellos dos.
- Deberías bailar con ella- murmuro. Mi voz se oye débil y no soy capaz de mirarlo a los ojos.
- ¿Nadie te ha enseñado a no inmiscuirte en asuntos ajenos?- pregunta serio y se queda quieto.
- Lo siento- susurro arrepentida.
Vuelvo mis ojos hasta ella. Me mira, sonríe y regreso a verle a él.
- No vuelvas a mirarla- me pide.
- No puedes decirme a quién mirar y a quién no- le digo
La canción termina y él toma mi mano. La mira a ella y baja sus ojos para sonreírme a mi.
Pamela, no dejes que te use.
Llegamos hasta nuestro grupo de amigos, bueno en realidad son amigos de él, yo apenas los conozco.
Empiezo a sentirme incómoda. Cristhian y Ana están charlando al otro lado de la sala. Voy hasta dónde esta mi hermana.
-Ana- le digo.
-¿Qué tienes?- pregunta preocupada. Frunce el ceño ligeramente.
- Nada, estoy cansada. Me voy a casa.
- Pero si aún es muy temprano- dice Cristhian. Hace un pucherito tierno, que nos hace sonreír a Ana y a mi.
- Bienvenido Cristhian- dice una voz delicada detrás de mi.
- Gracias Isabella- responde Cristhian serio, y creo que agradece solo por cortesía.
Ana se incómoda de pronto. E Isabella le sonríe.
- Ana Velicod- saluda Isabella a mi hermana. Ana la mira impacible.
- Isa- responde ella. No sonríe. De pronto todos estamos incómodos.
Isabella me mira y sonríe
Cristhian se da cuenta de la poca cortesía que ha mostrado conmigo.
- Pamela es la hermana de Ana- le dice a Isabella.
- Un gusto conocerte- se acerca y me besa en la mejilla.
Noto la presencia de lorenzo a mi lado.
- Mi amor- besa los nudillos de mi mano.
- Por favor, Lorenzo. Basta- le suplico. Mi voz es un susurro casi inaudible.
Sé que es por ella. No quiero que me use para lastimarla. Ella lo quiere y él solo actúa como un chico inmaduro.
- Lorenzo. Presta a Pamela, las llaves de tu auto- le dice Ana.
-Mmm. ¿A dónde va?
- No es necesario que se vaya a casa - dice Cristhian.
- Quiero irme a casa- les digo.
Isabella aún sigue con nosotros y la miro incómoda por su presencia.
- ¿Por qué sigues aquí?- le pregunta Lorenzo a Isabella. Que nos mira avergonzada.
Se disculpa sin motivo y se retira. Nos quedamos callados.
- Yo te llevo Pamela- dice Lorenzo al fin.
- Puedo ir sola. No es necesario- le digo.
Me agarra del brazo y jala de el sin aplicar mucha fuerza.
- Yo te llevaré- dice Él. Abraza mi mano con la suya como si quisiera dejar en claro, que soy suya.
Abre la puerta del auto. Subo y rodea el auto nuevamente para subir él.
Conduce a velocidad normal. El silencio reina entre los dos.
- ¿Por qué haces esto?- le pregunto. El silencio es más incómodo que comenzar una conversación con él.
- ¿Hacer qué?- dice él. Ha dejado de mirar la carretera para verme a los ojos.
- ¿Qué es lo qué te hizo ella, que te lleva a querer lastimarla?
No lo he mirado cuando he preguntado.
- ¿Quién coño te has creído que eres?- gruñe furioso.
- Nadie. No quiero saber de ti, ni siquiera me importa qué es lo que haya pasado entre ustedes. Pero te voy a pedir algo. No te atrevas a utilizarme como lo has hecho hoy- Le digo impotente. Quiero gritarle groserías. Pero intento controlarme.
- ¿Estás celosa?- me pregunta divertido.
¿está de broma, el puto cabrón?
- Vete al infierno Lorenzo.
- Hasta ahí llegaré, si es contigo- dice.
- Tss. Triste imbécil.
- Te azotaré un par de veces si no dejas ya de faltarme el respeto- amenaza.
- imbécil, imbécil, imbécil.
- Celosa.
- Ja. Bromeas imbécil.
Acelera para asustarme y yo grito de miedo.
- Miedosa- dice entre risas.
- ¿Miedo? vete a la mierda imbécil- le digo chillando de pánico.
- Bajaré la velocidad, si aceptas que te gusto- dice Lorenzo. Pica más a velocidad lo que nos hace ir hacia atrás con fuerza en nuestros asientos. Agradezco tener cinturón de seguridad.
- Estás loco- le grito.
Bajo la ventana del auto y el aire me azota la cara. Me siento bien.
Lo miro a él y está sonriendo.
- Estás muy guapa, Pamela- dice.
- Entonces... ¿yo te gusto?
Se queda con la boca abierta. Al parecer no se esperaba una pregunta así.
Sonríe de medio lado. Y se ve muy guapo.
-Me gustas- Regresa sus ojos a la carretera- ¿Yo te gusto?
- No.
Detiene su auto a un lado de la vía. Regresa a verme divertido. Y yo me inquieto.
- Así que no te gusto- murmura.
Se acerca a mi. Tiene sus labios tan cerca de los mios pero no me besa
- Te mueres porque te bese- murmura arrogante.
- No.
Nuestros alientos se mezclan. Ambos hemos bebido vino.
Se muerde los labios un poco y quiero besarlo.
- Si quieres amarme, entonces nena. No te contengas- me susurra. Y es una invitación a sus labios. Lo beso suave y me derrito por dentro. Muerde mi labio inferior y empiezo a sentir calor.
- Mmm.
- Me gustas- pone sus manos en mi cuello y mete su lengua en mi boca.
Mmm besa bien.
- Tú. No me gustas- murmuro junto a sus labios casi sin aliento.
Muerdo sus labios. Y sonríe.
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TE ELIJO A TI
RandomUna chica de 18 años conoce al amigo de su hermana, de inmediato se siente atraída por él, pero la personalidad egocéntrica del joven hace que ella actúe de la misma manera haciendo así que los dos, terminen enamorándose.