Capítulo 6

25 2 0
                                    

Después de la película, empiezan las críticas.
- La verdad no me asusta para nada esta película- afirma Max. Le habla específicamente a Ana porque solo espera la respuesta que ella le dará.
- Exactamente. Esa escena, la de la cocina, me dio risa. Es un chiste- indica Ana.
Me siento un poco ofendida, me asuste con esa parte, que insensibles.

Después de un par de minutos me empiezo a aburrir. Son las 11:15 quiero ir a casa.
Cuando me pongo de pie todos me miran. Me siento incómoda pero me despido de todos sin acercamientos ni nada.
- Por qué te vas? - dice Max triste.
Le sonrio. Y no le respondo.
Ana me acompaña a la puerta.
- Ya es tarde, no sería bueno que alguien vaya contigo- me dice.
Es mayor que yo y siente que debe cuidarme.
La abrazo y niego con la cabeza. Veo que Lorenzo se para y viene hacia donde estamos nosotras.
Me desespero y alejo a Ana. Le sonrio nerviosa y empiezo a caminar rápido.
- ¡Ten cuidado!- grita ella.
No regreso a verla solo levanto mi mano en señal de despedida.

Escucho música mientras camino hasta llegar a casa. Recibo un mensaje, un rato después.
Abre la puerta Pamela.
Es un número desconocido. No abriré, ni drogada. Me acerco a la puerta y observo por la mirilla.
¿Lorenzo? ¿Qué rayos hace Lorenzo en la puerta de mi casa?
Responderé el mensaje. Es lo mejor.
¿qué necesitas?
-me tienes miedo- dice detrás de la puerta que nos separa a ambos.
- No. Claro que no- respondo y le abro para demostrar lo que digo.
Se abalanza sobre mi, cerrando la puerta de un portazo. Vuelve a besarme, y me dejo llevar por sus labios , sus suaves y húmedos labios, que parecen haber sido moldeados por las delicadas manos de un ángel. Es guapo es sexy es seguro de sí mismo. Me pone loca, muerdo su labio inferior y gruñe bajito, su lengua acaricia mis labios cuando termina el beso.
Ambos nos miramos sin decir nada.
- Que bueno que has llegado bien a casa - dice al fin y rompe el silencio entre ambos.
- No hacia falta que vengas a verme- digo un poco atontada aún por el beso.
Él toma otra postura enseguida.
- No te equivoques- aclara- Ana me pidió que vaya tras tuyo.
Me decepciona saber eso. Pensé que había salido por su cuenta.
- Entiendo- le digo- ya puedes ver que estoy bien. Adiós.

Frunce el ceño y maldice.
Cierra la puerta con fuerza cuando se marcha furioso.
A veces luce tan lindo y espontáneo. Pero en realidad es tan creído. Me molesta.

TE ELIJO A TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora