Capitulo 14. No lo hagas de nuevo

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Han pasado dos días desde que tuve aquel sueño, por suerte Kaled no ha asistido a la escuela y he tenido tiempo para analizar, logré darme cuenta que sólo fue un sueño y que no tiene nada que ver con la realidad. Ahora mismo estoy en la puerta de la escuela esperando a que abran, con razón estoy tan pensativa...

- Hola! - saludo a Jazmin que acaba de llegar algo adormilada.

- Hola - dijo mientras bostezaba, reí - De que te ries?! - pregunto Jazmin.

- Nada, sólo de ti - hablé muy segura con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡Lo sabía! - dijo mientras bostezaba - Si no tuviera mucho sueño te pondría en tu lugar pero... - habló en tono bromista, luego movió la mano con flojera, como una persona que esta muy cansada.

- ¿Qué ocurre? - pregunte.

- Nada - dijo  mientras bostezaba (de nuevo).

*Se abre la puerta de la escuela*

Jazmin y yo entramos rápidamente ya que hacía mucho frío.

- ¿No te has puesto a pensar a quien le afectaría si te vas de aquí? - preguntó Jazmin.

- Todo el tiempo - dije con nostalgia - Aunque ya tengo la respuesta - hablé ahora un poco triste.

Jazmin y yo entramos al Salón en silencio, tan solo esa pregunta me hizo recordar a mi primo, las razones de mis cortadas, a las hipócritas de mis "amigas" y todo aquel momento malo que hubo alguna vez en mi vida. Salí rápido del salón, gracias a que era temprano y no Había llegado nadie, Jazmin se fue a otro grupo con sus amigas. Entré al baño, confirmé que estuviera sola en ese lugar y cuando menos me di cuenta comencé a sollozar, ¿Cómo rayos una pregunta puede ponerte de esta manera?

Limpié mis mejillas y acomodé mi cabello, ya que cuando estoy triste suelo jalarlo, me miré al espejo y mis ojos y mejillas estaban rojos. Salí del baño directo al salón ya que habían dado el timbre, cuando me acerqué al salón pude ver que varios de mis compañeros y mi maestro estaban dentro, limpié mis mejillas y sorbí mi naríz esperando a que nadie note que tengo las mejillas rojas, los ojos hinchados y rojos, prosedí a tocar la puerta.

- ¿Qué ocurre Christal? - preguntó mi maestra.

- ¿Puedo pasar? - hablé casi en un susurro con la voz quebrada.

- ¿Por qué tan tarde?

- No lo sé - respondí con nostalgia y confución mirando hacia el suelo y negando con la cabeza.

- De acuerdo pasa pero que no se vuelva a repetir - asentí con la cabeza y entré.

Cuando pasé entre las filas dirijiendome a mi lugar, Kaled me miró con el ceño fruncido.

- ¿Qué tienes? - preguntó Kaled cuando pasé a su lado.

- Nada - dije mientras me sentaba atrás de él.

Las primeras cuatro clases ya pasaron y ahora estoy en receso sentada junto a Jeanette, ella ha estado muy callada, al parecer tambien esta triste.

- ¿Y tú qué tienes? - pregunté mirando hacia enfrente.

- Supongo que lo mismo que tú - respondió Jeanette.

- ¿Qué?

- Tristeza.

- Creo que yo también estoy triste.

- ¿Crees? - preguntó Jeanette frunciendo el ceño - ¿No estas segura de lo que sientes?

- Siendo franca no lo estoy... Nunca lo estuve, Nunca lo he estado - dije sin despegar mi mirada del frente en un punto fijo.

Y esas palabras bastaron para que mis ojos se cristalizaran y se nublara mi vista, aunque esta vez no voy a llorar, alse mi cabeza y mire al cielo intentando retener las lágrimas.

Los Pensamientos De Una AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora