Algún día

He vuelto.

*Leia en multimedia*

De camino a casa, no podía dejar de pensar en cómo estaría ahora. ¿Habría cambiado algún mueble? ¿Como serían los nuevos compañeros de piso de mi hermano? Claro que al haberme ido yo, se buscó nuevas compañías, pero... cómo serían, esa era la duda que más andaba por mi cabeza.
Y ahora me volvía a encontrar frente a frente a la realidad. Tener que ver a mi hermano mayor y vivir con el y con sus dos amigos.
Me armaba de valor y petaba dos veces a la puerta. Se oían pasos al otro lado y me quedaba inmóvil unos segundos,preparando mil respuestas por si era alguno de los amigos de mi hermano... ¡Y si sale a abrirme una chica! Una de sus novias quizás o algún ligue.¡Mierda! Si eso pasa estaré muerta del asco, de la vergüenza y de...
No me da tiempo a seguir desvariando, porque derepente abren la puerta y se asoma un adonis, un Dios griego, la misma belleza en persona, si nunca habéis visto la perfección os digo que esté hombre la tiene, de pies a cabeza. Lo miro sin cortarme dos pelos de arriba a abajo y cuándo miro sus ojos, casi me desmayo, y su sonrisa, Ai creo que se me van a marchar las bragas volando.
-Ems... ¿Hola?-chasquea sus dedos para captar mi atención-¿Puedo ayudarte en algo?
-Eh...Sí yo soy la hermana de Hunter-sonrío timidamente.
*Claro ahora te pones tímida, después de habertelo comido con la mirada* me dice mi voz interior.
El moreno me mira sin acabar de creerlo.
-¿Tu eres la hermana de Hunter? Vaya, es verdad lo que decían.
Lo miro sin comprender y hago una mueca.
-Y... ¿Se puede saber que decían?
El chico me mira indeciso y se hace a un lado para que pase. Entro y arrastro mis tres maletas como puedo, vuelvo a salir y cojo dos cajas más.
-Ehhh, dijimos que nada de novias en la guarida.
Dice un rubio que me mira con una ceja alzada. Levanto mi ceja y chasqueó la lengua.
-Guapito, no soy a novia de nadie,soy la hermana de Hunter y este piso es de los dos-me cruzo de brazos.
El rubio me mira y como por arte de magia algo se le enciende y sus ojos se iluminan.
-Perdona Leia no sabía que eras tú -sonríe y se acerca para darme dos besos.
-¿Donde está Hunter?-miro al moreno y al rubio.
-Está en su habitación durmiendo, dijo que se iba a echar una siesta antes de que tu llegaras.
Sonrío con malicia y entro en la habitación de Hunter, ando despacio para no hacer ruido y cuando me acerco a la cama me tiro sobre ella riéndome.
-Despierta dormilón,que son las 5 de la tarde-sonrío mientras lo abrazo con fuerza.
El pega un brinco y al ver que soy yo me abraza con fuerza.
-Hola pequeña-sonríe en mi cuello mientras me da un fuerte abrazo.
-Te he echado de menos-me separo para mirarlo y sonrío,empiezo a darle muchos besos por toda la cara y sonrío cuando el se ríe y me pone la mano en la cara.
-Hay un pequeñajo que le va a hacer mucha ilusión verte-sonríe.
Y de repente recuerdo a mi pequeño animalito de peluche. Slow ladra al escucharme gritar su nombre y corro hacia mi habitación,tan pronto habro la puerta corre hacía mi. Yo lo abrazo con fuerza y sonrío mientras las lágrimas afloran en mis ojos.
Entonces el se queda quieto gimoteando mientras yo lo abrazo llorando.
-Hola mi vida-sollozo-te he echado de menos tanto.
Slow ladra y mueve su cola emocionado.
-Sólo sale de tu habitación para pasear y comer, lleva esperándote todo este año-me dice Hunter-a veces incluso lloraba debajo de tu cama,pero no me dejaba acercarme a consolarlo.
Seco las lágrimas y miro a Slow y Hunter. Por fin ahora podía volver a mi vida.
Por fin ahora era libre.