¡Basta!

26 1 0
                                    

*Mattew en multimedia*
Lo miro a los ojos varias veces, nunca había visto unos ojos así.
El me besa en el cuello y me muerde... En el fondo no quiero apartarlo, pero lo que tengo debajo mía me asusta.
De un momento a otro Nick se volvió unos centímetros más grande y más fuerte. Yo ya digo, he perdido la cabeza totalmente.
-Nick, por favor...
-Sé que quieres Leia. No fingas, te pongo tanto como tu a mi.
Su voz es más brusca que antes. Intento controlar mi cuerpo, que me pide a gritos que me lo tiré allí mismo.
Pero cuando mete su mano entre mis bragas, mi control se va y una muy caliente Leia y un muy excitado Nick se pierden entre el deseo y la lujuria.
-----------------------------------------------------------------
Me despierto sobre algo duro. Abro los ojos despacio y veo el pecho de Nick al descubierto mientras estoy sobre el y completamente desnudos.
Genial Leía. ¿No podías controlarte un poquito almenos JODER?
Me muerdo el labio intentando recordar lo de ayer, pero no recuerdo nada...Solo gritos... Gemidos... Y poco más. Por encima no lo recuerdo.
Intento levantarme sin despertarlo, pero como coño voy a pasar sobre el sin despertarlo. El aprieta su agarre en mi cintura y me pega a el.
Lo beso en el cuello y el se mueve y me pega más a su pecho.
-Nick...
Al escuchar mi voz me mira. Luego mira nuestros cuerpos y hace una mueca de asombro.
-Pero... Que... Que...
-Lo siento, no sé muy bien que pasó.
-Lo que pasó está claro.
Consigo coger mi ropa cuando me suelta y me visto.
-¿Que haremos?
Yo lo miro.
-Hacer como si no pasará nada.
Parece que mi respuesta le molesta porque hace una mueca de desagrado.
-Me parece bien.
Salgo de la habitación antes de abalanzarme sobre el.
Entro en mi habitación y veo algo que me traumara para toda la vida.
Alexia esta de rodillas frente a Sean. Me tapo la boca con asco y emito un grito.
Ella se da la vuelta, menos mal, aún no empezara.
-Ew... Yo... Me voy-coge su ropa y rápidamente sale de la habitación.
-EL TIENE HABITACIÓN. MALDITA SEA PORQUE NO TE LO TIRASTE ALLÍ. AHORA TENDRÉQUE TIRAR ESAS SÁBANAS Y EL ADREDON.
-No lo hicimos aquí.
Suspiro más calmada.
-¿Que te ha contado?
Le digo cuando me siento en la cama.
-Que era un Dios.
Me empiezo a reír.
-Para y escuchame Leia. Después de decir soy un Dios... Sus... Ojos cambiaron de color, literalmente brillaban y tenía... Tenía mucha más fuerza... Hay algo que me confundió mucho, pero no logro recordarlo ahora.
-Nick me dijo que era una bestia y fué... Como que se hizo más grande debajo mía. Más alto y fuerte.
Ella me mira, sorprendida.
-Esto... ¿Está pasando de verdad?
-No lo sé Alexia... Es demasiado confuso todo... Veo cosas... Y... El dice que es una bestia y sé perfectamente lo que vi. Lo sé muy bien.
-Debes hablar con Hunter.
Y sí que lo iba a hacer, porque me estaba volviendo loca.
-----------------------------------------------------------------
-Hunter mírame de una puta vez y cuéntame lo que pasa.
Le había contado todo, también sin querer que me había acostado con Nick, algo que se me escapo en el relato.
-¿Te has acostado con el puto Nick?
-Explicame lo de las bestias... Lo de que veo cosas y lo de los dioses.
El suspira frustrado.
-Que te lo cuenten los retrasados que viven aquí.
Grita sus nombres fuertemente y espera a que vengan. Antes de que alguno abra la boca, Hunter le lanza una manzana a la cabeza a Nick, que la para a unos centímetros de su cara. El no dice nada, sabe porque se la lanza.
Lo miro en modo de disculpa y el me hace un gesto de tranquilidad, sé que no está enfadado conmigo.
-Explicadle a estás dos chicas lo que le habéis dicho antes de hacerlo.
Alexia me agarra la mano, Hunter da miedo de verdad cada vez que abre la boca.
Nick abre la boca y la cierra varias veces.
-Ahora decírselo. No van a contar nada y ya la habéis cagado.
-Soy un hombre lobo.
Dice con total naturalidad Nick.
-Yo soy un Dios, hijo de Zeus el grandísimo.
Lo miro y no puedo evitar reírme.
-Cuando nací fui enviado a la tierra con una madre mortal. Mi padre quería ponerme a salvo y me envío lejos de él. Yo siempre tuve cosas en mí que los demás no tenían, pero nunca le dí importancia. Hasta que en una tormenta atraje un rayo, cayó encima mía pero no me hizo daño, todo lo contrarío yo controlaba el rayo. Puedo controlar también el tiempo.
Lo miro con los ojos muy abiertos cuando el abre las manos y crea unas pequeñas nubes y un rayo en sus manos.
Estoy soñando, me pellizco varias veces y suspiro cuando veo la realidad.
-Lo mio es menos complicado-dice Nick cuándo cierra todas las persianas y se convierte en un gran lobo negro y blanco.
Me asusto al verlo y retrocedo, justo como hace Alexia.
-No te va ha hacer daño.
El lobo se acerca a mí y me lambe.
Cuando se vuelve a convertir la ropa esta intacta.
-Eso es lo que mola que no se rompe la ropa.
Se ríe.
-Esto es demasiado raro.
Y tiene razón, esto es ilógico.

Algún día Donde viven las historias. Descúbrelo ahora