No es real.

31 3 0
                                    

Sigo pensando todo lo que ha pasado.
Uno es un hombre lobo, el otro un Dios, hijo ni más ni menos que de Zeus.
Y después está Shane. Que resulta que es el hijo de el Dios de la guerra.
¿Que irreal todo a que si?
Por lo que sé de momento, Sean y Shane no se llevan demasiado bien, bueno, son medio enemigos. Pero gracias a mi hermano, que gracias a Dios es humano, hicieron un pacto de paz. No habrá guerra, pero si se necesita no dudará en crearla.
Sean se niega a ayudar a Shane, pero siempre es obligado. Por lo que parece Shane no es el más simpático pero es demasiado poderoso para llevarle la contraria.
-No lo entiendo, todos aquí son... Dioses... O bestias... Y tu...¿humano?
-A ver... Desde los dieciocho años llevo entrenando arte marciales, boxeo y demás. Me entrenó el padre de Nick y digamos que me dedico a matar vampiros. No todos, sólo los malos. Tienen un nombre cazadores de la noche.
Increíble. Esto cada vez tiene más sentido si.
-Tu y yo procedemos de un gran linaje de cazadores-me mira-suspuestamente tu deberías empezar a tener tus dotes... Pero solo se obtienen cuando arrancas la madurez. Por tu problema... Se ve que no puedes de momento -lo miro incrédula-No sé, yo tengo mís dotes desde los diecisiete y tu ya tienes dieciocho.
-¿Que son los dotes?
-Son como... Poderes, pero obvio no lo son, algunos tienes sus sentidos más agudizados, otros leen los pensamientos de lo sobrenatural, otros tienen visiones y así muchos más.
-Con lo sobrenatural... ¿Te refieres a Nick y Sean y todo eso?
-Si, vampiros, hombres lobo, dioses, etc.
Asiento asimilandolo todo.
-No queríamos que te enteraras Leia... Es muy peligroso todo esto.
-Se supone que deberías permanecer en la ignorancia... Pero después de habernos sacado esa información, era demasiado tarde para intentar hacerte pasar por loca.
-Gracias Sean-digo irónicamente.
Todo es tan raro ahora mismo, tan... Malditamente tenebroso.
-No puedes decírselo a nadie.
-Claro, como iba a salir por esa puerta y lo iba a gritar a los cuatro vientos. No te jode Nick.
-Escucha, ahora anda con cuidado ¿vale? Hasta lo que sabemos, estás a salvo. Pero si saben que sabes algo, podrán intentar sacarte información.
-¿Y que quieres que haga?
-No camines de noche sola, ni acompañada, de noche non vayas por ningún lado. De día evita los callejones y los sitios donde no hay gente. Evita gente que no conozcas, habla solo con gente conocida.
-Pero tu que quieres,¿dejarme sin amigos?
-Quiero protegerte solo eso Leia.
Y maldita sea, me estaba extresando y asustando.
-----------------------------------------------------------------
Había pasado casi un mes desde que me había enterado de todo. Y créeme que fueron las peores tres semanas de mi vida, entrenamientos a las siete de la mañana. Noches y noches sin salir de casa. Y un frustrado Nick intentaba enseñarme artes marciales y yo era negada para cualquier tipo de ejercicio físico. Y que sólo tuviese un mes para aprender lo frustaba más.
-Nick, estoy cansada, ¿podemos parar?
-¿Le vas ha decir eso a un contrincante?
-No, a él le traeré una silla y una taza de té para que descansemos mientras charlamos de nuestra vida social. Que por cierto YO YA NO TENGO.
El me mira mal y suspira.
-Cuándo sepas defenderte vivirás tu vida.
-Venga, pero si ya me sé hasta boxeo. ¿Que más necesito?
Y vosotros diréis. Pero como va a aprender en tan solo un mes artes marciales, boxeo y demás. Pues digamos... Y por lo que he entendido a Ron(el padre de Nick) yo, a diferencia de Hunter y casi todos los demás, podía usar el 95% de mi cerebro. Eso me permite tener unos sentidos más agudizados... Poder descifrar casi todo y aprender cosas muy rápido.
La gracia, es que para despertar ese don( que es el don de tener un cerebro todo poderoso, me rio sola de mi chiste. Ai que graciosa soy) tuve que estar conectada a una maquina que me daba corriente eléctrica hasta tal punto que pensé de morir. Gracias a Dios, no sentía dolor(no me pregunteis como, yo sólo era el conejillo de indias) pero sí sentía la corriente por mis venas y mi corazón latir tan fuerte que parecía que explotaría.
Después de dos días con corrientes continuas de dos horas al día. Por fin habían conseguido despertar mi don. Aunque parece que fué fácil controlarlo, no lo es.
No es como controlar una mano, tienes que controlar tu cerebro, a ti entera y eso cuesta y duele demasiado al principio.
Ahora, lo tengo todo controlado, o almenos casi todo.
Pero apesar de ser más lista que todos, no consigo ganarle a Nick en lucha. Es que cuándo pienso que lo tengo, me golpea y quedo KO.
-No puedo más de verdad Nick.
El suspira.
-Bien, descansa diez minutos.
Y cuándo se da la vuelta aprovecho para atacarlo y tirarlo al suelo.
-¡Eh! Eso es trampa bicho.
-En la guerra todo vale pequeña codorniz-hablo con voz de sabio repitiendo lo que el me dijo anteriormente.
-Pues a ver si lo consigues ahora.
De repente puñetazos y patadas aparecen frente a mi. Pero los paro todos, no me preguntes como ni yo misma lo sé.
Él frustrado corre hacia mi. Pero cuando está cerca mía salto y lo golpeo en la cabeza dejándolo en el suelo.
-Capulla.
Dice levantándose.
-Bueno, he ganado así que adiós.
Me dispongo a ir a mi habitación a echarme una siesta que no sé si durará por lo menos cien años.
-Leia, va ha venir mi padre. Date una ducha y vístete, vamos a salir a un sitio.
Suspiro y asiento. ¿A donde iremos ahora? Y lo más importante ¿cuándo me van a dejar descansar?
-----------------------------------------------------------------
Ya llevábamos cinco horas de viaje. Y os juro que estaba empezando a perder la paciencia. Ya había escuchado música, dormido y molestado a Nick y Hunter.
El padre de Nick se reía mientras yo molestaba a Nick.
-O te callas o te beso.
Me dijo Nick de pronto.
-Pues besame.
-La besas y te quedas sin dientes.
La voz agresiva de Hunter me hizo reír.
-Bueno¿falta mucho?
Todos suspiran.
-No Leia, ya estamos.
Se adentra en un pequeño pueblo, bastante bonito la verdad. Tiene bastante vegetación y se ven unas grandes montañas al fondo. Lo miro todo detenidamente.
-¿Donde estamos?
-En la escuela para hombres lobos, dioses y algún vampiro.
Lo miro flipando.
-También para cazadores de brujas, de vampiros y de hombros lobos.
Asiento mirando todo. Hay mucha gente, niños sobre todo.
-¿Los padres también viven aquí?
-Sí, trabajan aquí de alguna manera y ayudan en todo lo que pueden.
-Es que, a ver tiene muy poco sentido todo esto.
-Los niños no pueden controlarse, antes de vivir en el mundo humano tienen que aprender a controlar todo el poder que tienen a su alcance.
Lo miro y asiento de nuevo.
-Y...digo yo¿porque me traéis aquí?
-Queremos que descubras la verdad de todo.

Algún día Donde viven las historias. Descúbrelo ahora