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La casa le traía lo recuerdos de su hogar roto y de su familia cada habitación tenía un recuerdo fuera feliz o triste pero eso representaba que había tenido una vida.

Con forme recordaba trato de pensar en su familia; en su madre Anilda, era una mujer hermosa, piel acaramelada, ojos color chocolate, no era delgada ni rellena y a pesar de sus complejos crio a sus hijos diciéndoles que eran perfectos tal y como eran para que en el futuro no tuvieran que andar pensando si serian aceptados o no por su imagen.

Paso por la cocina en donde su mamá preparaba las mejores galletas de chocolate, bajo al sótano donde su hermano venía a tocar con su banda llamada Serpentine y como habían peleado porque el nombre no era muy original.

--Flashback--

--Andrés, no les puedes poner a tu banda así – grito Annie.

--¿Por qué no hermanita? Me gusta el nombre y los chicos me apoyan. ¿No es así chicos? – Andrés se vuelve para esperar la respuesta de sus amigos.

--Si – se oye el coro de hombres que están detrás de Andrés, Annie mira a cada uno con odio, primero a Richard que era el baterista que no dejaba de sacarse los mocos, Paul el tecladista que tenía una rastas que le llegaban a las nalga, por ultimo al vocalista y bajista a su amado David aunque tuviera los ojos más azules y llenos de dulzura estaban molestos con ella.

--¿Por qué no te gusta que nos llamemos así, pensé que como amabas el libro te gustaría el nombre? – mierda David podía derretirla de adentro hacia afuera, era increíble que recordara eso.

--Ah...ah... me gusta el nombre, solo... solo que, ahh! lo que sea no importa—se fue dejando a 3 chicos confundidos y a uno deseando unas palabras más.

 solo que, ahh! lo que sea no importa—se fue dejando a 3 chicos confundidos y a uno deseando unas palabras más

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Fue una discusión estúpida pero el simple hecho que David recordara algo de su libro favorito fue lo que le desinflo su momento de fangirl.

Como deseaba el poder oír la música de la banda nuevamente, el poder gritar en sus pequeños conciertos el nombre de la banda, como deseaba poder ver esos ojos color mar y sobre todo quitarse el peso de no haber dicho lo que su corazón gritaba.

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