Evie O'Conell. Parte 3

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Evie intentan hablar con Dorius durante el trayecto de montaña, pero él se mantenía callado, el avión había sido un viaje aburrido sobre todo porque Evie odiaba estar en silencio le hacía recordar el tiempo en el que su padre estaba más en casa y su madre todavía no los había abandonado.
-¿Dónde me llevas?-le preguntó Evie por fin
-Al campamento mestizo, el único lugar a salvo para los semidioses-dijo Dorius
-¿Semidioses?-preguntó Evie-Pues te equivocas de chica
-No-dijo Dorius, le olisqueó-Eres una semidiosa, tu madre es una diosa griega, por esa razón os abandonó a tu padre y a ti
-No puedo negar que tiene sentido-dijo Evie sentándose en una roca para descansar
Dorius miró al horizonte posiblemente preocupado
-Si soy una semidiosa tengo que ver esos enormes toros de oro¿verdad?-dijo Evie visiblemente preocupada
Dorius asintió y se quitó los pantalones
-¿Eres una cabra?-le preguntó Evie
-¡Por que todos decíais lo mismo!-se exasperó Dorius-Soy un sátiro
-Como el de la mitologia griega-dijo Evie exaspirando-Te estoy empezando a creer de verdad. Pero ahora¿Qué hago con eso?-dijo señalando al toro
-Tienes que conseguir algo pequeño que quepa por su boca y que le rompa el mecanismo-dijo Dorius
-¿Como esta rama?-preguntó Evo cogiendo un palo del suelo
-No creo que sirva-dijo Dorius
-Me has hecho ensuciarme la mano para nada-se quejó Evie
-Coge esto-dijo sacando un cuchillo
-Podrías haber dicho antes que la llevabas-dijo Evie cogiendo el cuchillo por el mango-Se lo tengo que meter dentro de la boca
-Dentro de la boca-asintió Dorius
El toro avanzaba a gran velocidad hacia ellos, Evie nunca habían sido una gran tirador, pero si su madre era una diosa y estaba en el campamento al que iba se arriesgaría. Lanzó el cuchillo, le dio en el costado, no le pasó nada, pero el cuchillo volvió
-Eso ha sido raro-dijo Evie cogiendo el cuchillo al aire
-Es frisbee-dijo Dorius sentándose en el suelo y sacando un ukelele
-Podrías ayudar-dijo Evie
-Voy a ayudarte-dijo Dorius empezando a tocar el ukelele, el toro empezó a quedarse quieto como una roca.
-Tengo que intentar darle-dijo Evie concentrándose en el toro, puso el cuchillo en dirección a la boca del toro que empezaba abrir su boca de par en par. Recordaba el movimiento que le había dicho su padre un día que estaba con ella jugando con su padre al rugby, mira con perspectiva hacia el lugar donde quieras que llegue el balón (en este caso el cuchillo) y lánzalo. Evie hizo todos esos movimientos y lanzó el balón hacía la boca del toro, que le traspasó y se deshizo en un montón de pedazos. 
Entraron en una puerta que llevaba a un campamento, había gente que lanzaba flechas y otra que hablaba con sus amigos. Una chica se acercó.
-Hola, soy Lizz Wendell-dijo la chica-¿Quién eres?
-Soy Evie O'Conell-dijo Evie
-Es la séptima-dijo Dorius
-Genial-murmuró Lizz-Por favor que nunca llegué la octava, vayámonos a hablar con Quirón
Y la cogió del brazo para hablar con alguien al que no conocía para hablar de algo que desconocía completamente.

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