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-¿Y te han herido? ¿Estás bien? Huelo sangre.

Parece nervioso y preocupado. Me resulta tierno.

-No... estoy bien, tranquilo. ¿Sangre? Oh, debe ser mi hombro mi... mi cicatriz volvió a abrirse esta mañana.

Me mira muy sorprendido y se acerca muy rápido hacia mí. Puedo sentir los latidos de su corazón acelerarse por momentos.

-¿Qué cicatriz, Isis?

-Mi... el mordisco.

-Estás en peligro. Isis... eres una conversa, y eso te hace ignorante. Necesitas saberlo todo sobre nuestro pueblo.

Vuelve a subir al árbol en cuestion de segundos. Un par de saltos impresionantes.

-Vamos, sube conmigo -lo miro con los ojos muy abiertos durante treinta segundos -puedes hacerlo. Confía en mí... y en tí.

Suspiro mientras corro hacia el tronco enorme. Salto con toda la velocidad y la fuerza que puedo, cayendo sobre una rama no muy lejos de él.

-¿Primera vez?

-Sí...

-Ha sido impresionante.

Sus labios esbozan una sonrisa y me coloco junto a él como una niña pequeña esperando un cuento para dormir.

-Los hombres lobo tiene origen en América del sur. El ser humano y el hombre lobo evolucionó casi simultáneamente, codo con codo, siempre enemigos naturales. Compartimos un esqueleto idéntico, pero un ADN totalmente diferente e incompatible.
El hombre era débil, mucho más que los Siervos de la Luna.

-¿Los Siervos de la Luna?

-Así fue como los humanos denominaron a los nuestros antaño.
El hombre decidió pactar la paz con los Siervos de la Luna a cambio de crear una raza nueva, mestiza, que hiciera posible la perpetuidad de la especie humana.
Nuestro pueblo aceptó, pero fue imposible. No pertenecemos a la misma especie, no podemos tener descendencia fértil con los humanos.
Los mestizos fueron un fracaso absoluto. La Luna los atormentaba y eran incapaces de convertirse. Terminaron enloqueciendo.
La paz concluyó cuando algunas humanas murieron misteriosamente durante la gestación de esa especie inútil. Y cuando sus propios mestizos se volvieron contra ellas o cualquier otro ser vivo.
Los humanos se revelaron contra los nuestros y los atacaron con toda clase de armas, pero ninguna nos hacia perecer. El brujo de la tribu humana impuso entonces una maldición sobre la plata, haciendo que nos quemara y nos produjera dolor, incluso podía causar la muerte.
Los Siervos de la Luna, asustados, huyeron en diferentes direcciones. Muchos fueron torturados y asesinados. Muchos linajes desaparecieron. Quedaron pocos Siervos de la Luna.

-Los humanos dejaron casi extintos a los hombres lobo... ¿Por qué no se defendían?

-Órdenes del alfa. El alfa es el líder de la manada. Su autoridad no se puede cuestionar. Era sabio y pacífico, utilizaba el lenguaje y no la fuerza.
Cuando los Siervos de la Luna se dispersaron, intentaron pasar desapercibidos conviviendo con el hombre.

-¿Y si se enamoraban de un humano?

-Intentamos no hacerlo.

-Eso no es algo que podamos controlar.

-Arriegas sus vidas, Isis. ¿Te has enamorado alguna vez de un humano?

Su pregunta es demasiado directa y me ruborizo.

-No...

-No te sientes atraída sexualmente hacia ellos. La naturaleza es sabia.

Parece tan... inteligente. Mira al frente durante un instante y sonríe. Vuelve a posar esos enormes ojos grises sobre mí.

-Los Siervos de la Luna -prosigue -temieron su desaparición, su extinción absoluta. Entonces, algunos alfas llevaron a cabo la conversión. La conversión ha conseguido que la especie haya prosperado.
Los alfas no seleccionaban humanos al azar, los sometían a pruebas, los analizaban. Sus esencias, sus acciones, sus emociones. -Me mira muy atentamente -Tu esencia es muy especial, he podido sentirte a una distancia... impensable.

-¿Es algo bueno?

-No lo sé. Se dice que, cada 200 años aparece Mama Killaq.

-¿"Mama Killaq"?

-Es quechua, una lengua indígena de América. Significa "Madre de Luna", Isis.
Según cuentan, Mama Killaq no es un licántropo común. Es una conversa, una humana seleccionada por un alfa. Cuando la loba está en su mayoría de edad, al cumplir 18 años, comienza a incubar una especie de gema bajo la marca que los caninos del alfa dejaron sobre su piel en el pasado.
La gema crece bajo la piel de la chica durante un tiempo impredecible... según la leyenda, la gema solo se manifiesta cuando Mama Killaq está lista.

Lo contemplo atónita. ¿Soy Mama Killaq? Hasta hace unas horas, era una chica huérfana y confundida.

-¿Lista? ¿Lista para qué?

-Para reinar, idiota. -Dice mientras me empuja suavemente -La piedra se coloca sobre un brazalete que la loba debe conservar de por vida. Su autoridad es mayor que la de un alfa.
Los alfas tienen la capacidad de detectar la piedra, y muchos se oponen a ser doblegados por Mama Killaq.

IsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora