Juegos del Zodiaco.

(#8) Libra y Cáncer.

(Perdón por la demora:c)

Un nuevo día, otra vez en la casa, y todos durmiendo en sus camas, excepto Cáncer. Él no había podido dormir, pero estaba extremadamente enojado con Capricornio, así que le había pedido permiso a Libra para dormir con ella, y ésta aceptó encantada, ¿cómo no si Cáncer era su signo favorito? Al despertar ambos, se miraron con ternura. Los dos parecían bebés, el cabello desordenado, refregándose los ojos, bostezando. Y el pijama de Cáncer, era de minion, aunque era bien irónico, porque él era un poste de unos cincuenta metros.

—Oye, ¿vamos a desayunar? —dijo Libra con una sonrisa, mirándolo.

—Quedémonos aquí —respondió Cáncer besándole la frente— Estoy cómodo.

—Cáncer, los demás ya deben estar comiéndose todo y tengo hambre —susurró Libra y fue corriendo por las escaleras, siendo perseguida por el somnoliento signo con el que había dormido.

Cuando llegaron abajo, Cáncer alcanzó a la pequeña Libra y la abrazó por la espalda, llamando la atención de algunos. Otros prestaban atención a la nueva pareja anunciada, Sagitario y Acuario. La verdad, todos estaban realmente sorprendidos, ¿cuándo rayos estaban juntos? ¡Joder! ¿Cuándo? Aries apretaba los puños y la mandíbula, ¿cómo es que su mejor amigo le hacía eso? ¿Cómo su mejor amigo se atrevía a estar con la chica que le gustaba?

Cáncer enseguida se preguntó dónde estaba Capri. No estaba por ningún lado.

—Chicos, uhm, ¿dónde está Capricornio? —preguntó el rubio.

—Se fue hace un minuto para afuera, creo que tenía el cuaderno en mano, así que no está feliz —dijo Tauro encogiéndose de hombros.

—¿Sabe que Acuario y Sagi, pues..? Felicitaciones de todos modos, muchachos —dijo Libra sonriendo, sin darse cuenta que estaba de la mano de Cáncer.

—Gracias —dijo Acuario suspirando, soltando la cintura de su mejor amiga y confidente en aquel truco— Tauro, eh, yo.. nada.

Acuario salió de la cocina, y Cáncer y Libra se encogieron de hombros, preparándose para tomar desayuno. Ese día le tocaba preparar el desayuno a Escorpio y Virgo. Piscis observaba a la rubia como idiota. Cáncer sabía que su amigo sentía algo por esa estricta chica. Leo observaba a Acuario ir hacia Capri, ¡ella le tenía ganas al maldito! Géminis, pues Géminis trataba de que Aries no rompiera la mesa.

—¿Y bueno? ¿Qué tenemos hoy para comer? —preguntó la hambrienta Libra, humedeciendo sus labios.

—Huevos con tocino, jugo de naranja y tostadas con mantequilla —respondió Escorpión, dándole de probar el huevo a Tauro (huevos de gallina, eso 7u7).

—¡Yo quería de los panqueques de Géminis! —se quejó Cáncer.

—Estoy empezando a creer que eres gay, cangrejo —lo molestó Libra.

Cinco minutos después, todos estaban tirándose la comida por la cabeza. Leo estaba enojada porque estaba toda sucia, pero igual le lanzaba harina a los demás signos. Virgo por primera vez en su vida reía, los más hiperactivos eran Piscis y Tauro, y los otros solo disfrutaban de la entretenida situación.

—¡Que te alejes de mi! —escucharon de repente.

Los diez signos guardaron silencio.

—¡Capri, escúchame! —pudieron oír a Acuario, parecía angustiado.

—¡No te quiero escuchar! ¿Qué demonios tenías que hacer viendo mi cuaderno? ¡Sabes que es privado! ¡Sabes de las historias que escribo con los chicos! ¿Qué pensarían todos? ¡Y peor, la mayoría de las historias son entre gays! ¡Piscis y Cáncer! —los recién nombrados se miraron como wtf.

—¡Capricornio, ni siquiera leí algo tan terrible! —dijo Acuario— ¡¿No quieres saber qué leí?!

—¡No! ¡Acuario, que me dejes en paz, joder! —gritó Capri, y de repente se escuchó cómo algo se cayó.

—Oye, que alguien vea por el agujero de la puerta —susurró Escorpio.

Libra y Cáncer eran los más cercanos, así que se asomaron, chocando sus cabezas y seguido de una risa, Libra echó un pequeño vistazo. Podía ver.. oh Dios, Acuario estaba besando a Capricornio. Ella enseguida pensó: nuevo shippeo.

—¡LA ESTÁ BESANDO, SANTO DIOS! —gritó la teñida y todos la apuntaron, a punto de golpearla.

Capri y Acuario se separaron, y miraron hacia la puerta de la cocina.

—Ya los escuchamos —dijo la menor, suspirando.

Los chicos salieron de la cocina y se encontraron con los otros dos signos. Y fue entonces, que Capri encontró oportunidad para escapar y salir corriendo hacia su cuarto para encerrarse. Acuario bajó la mirada, rascando su nuca, sin saber qué decir.

—En realidad, Sagitario y yo no nos gustamos, ja —rió el chico avergonzado, totalmente sarcástico— Por si algunos no lo sabían, estoy loco por Capricornio, desde el día en que la conocí.

Cáncer al escuchar eso, alzó una ceja, "¿Todos nos estamos declarando?" pensó y se le ocurrió algo. Tomó la mano de Libra y tirándola en su dirección, la agarró de la cintura y la besó. Todos se les quedaron viendo. Todos estaban confundidos. Todos hicieron lo mismo con la persona que estaba a su lado. Y casualmente, era la persona que les gustaba. Acuario estaba tocando el violín.

—¡USTEDES NO SIEMPRE SON LOS PROTAGONISTAS! ¡AYÚDENME A SACAR A CAPRI DE SU RECÁMARA, LENTOS! —exclamó y los jóvenes se separaron, mirándolo mal— Eh, sigan con lo suyo, no se detengan, por favor no me maten..

Era el mejor día para la mayoría. En especial para Libra y Cáncer, que habían desatado aquel encuentro amoroso.