(#10) Escorpio y Tauro [1/3].

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Fiesta no. Nadie aceptó. Todos decidieron quedarse en casa, disfrutando de un lindo día frente al televisor, juntos, ya no había problemas. Al menos, no grandes. Estaban sentados viendo una película de terror, el Conjuro, típico. Capricornio se había quedado dormida en los brazos de Cáncer, Sagitario escondía su cabeza en cuello de Piscis, Acuario pasó su brazo por los hombros de Leo, Libra estaba sentada en las piernas de Aries, Virgo y Géminis con suerte se miraban, mientras que Tauro y Escorpio ya se estaban tragando a besos.

—Ew, ¿no se pueden ir a alguna habitación? —comentó Virgo haciendo muecas de asco, junto a otros signos— La película es de terror, no porno, así que vamos marchándonos por favor, osea, por favor, algunos si queremos ver el filme.

—Que aguafiestas son —dijo Leo, acariciando la cintura de Acuario, quien estaba incómodo con esas caricias, Dios, le repugnaba. Aunque debía admitir que si Capri era quien lo tocaba, pff, lo volvía loco.

—¿Aguafiestas? Estoy de lado de Virgo, osea, que asco.. —dijo Cáncer asqueado, tratando de no moverme mucho para no despertar a su mejor amiga— Ya seguiremos con esta conversación, pero iré a dejar a Capricornio a su cuarto, ¿alguien sabe dónde guarda su pijama?

—Debajo de su almohada. Espera un momento, ¿vas a desnudarla para ponerle pijama? —preguntó Acuario alzando una ceja, separándose de Leo un poco.

—¿Y tú cómo rayos sabes dónde deja su pijama? —contraatacó el cangrejo confundido.

Ambos se quedaron callados. Buscaron a alguien con la mirada, se les habían perdido. Sin embargo, ellos estaban de lo mejor que hay en cuarto de Escorpio. Ella estaba debajo suyo con una mirada lujuriosa, acariciándose por encima de la ropa. Soltó un gemido cuando él se movió por encima de todos esos estorbos con una experiencia delirante y a la vez, divertida. Los dos estaban tan enamorados/nerviosos/excitados, que ser delicados no era un opción. Al menos no cuerda, aunque, lo que estaban haciendo en sí, tampoco era lo más estructurado, sólo algo por lo que se dejaron llevar como animales primitivos.

Las pequeñas risas de Tauro eran calladas una a una por los fugaces besos de su contrario, quien no planeaba dormir con ella en su cama.

Escucharon risas y golpes desde el piso de abajo y se separaron de forma instantánea. Descubrieron su ausencia, y por supuesto, que no sólo estaban abrazándose y durmiendo. Nunca podían hacer nada por miedo, por vergüenza o nerviosismo, y nadie ponía de su parte, como si ninguno se hubiera enamorado, o como si no fueran correspondidos. Escorpión se tiró a su lado con la respiración más irregular de lo normal, es como si hubiera corrido de un apocalipsis zombie al parecer.

—Lo han arruinado.. otra vez —dijo la rubia girando los ojos, cabreada, como la mayoría de veces que los interrumpían. Eso llevaba ya bastante tiempo, y no lograban entender que se querían, y que querían demostrar ese amor de una manera que estaba en el siguiente nivel. Siguiente nivel, que ellos no querían dejar finalizar.

—Deberíamos decirles.. —dijo el chico arrugando su expresión— Si queremos tener un hijo, deberíamos mencionarlo, pues, para que nos den nuestro espacio, ¿sabes? Porque sino, vamos a envejecer y vamos a quedarnos solos, y nadie va a heredar nuestro puesto en el zodiaco.

—¿Y no te has puesto a pensar en quiénes somos? —dijo la menor muy pensativa— ¿Recuerdas cuando Capricornio nos encontró? Ella ha vivido sola toda su vida, quizá nuestro destino es el mismo, pero a ella le tocó la peor parte. 

—¿Estás diciendo que somos inmortales?

—No, tonto —dijo ella con los ojos humedecidos, pero riendo— Lo que quiero decir, es que tal vez.. no debamos estar juntos. Que no somos compatibles como el zodiaco dice, sino que hemos sido una prueba, que realmente debamos estar con otra persona. Tú con Libra, yo con Géminis.. Yo con Piscis, tú con Leo. 

—Tauro, si te gusta alguien más, dilo directamente, pero no me tomes por idiota —le pidió su pareja, mirando el techo, mientras el corazón se le rompía poco a poco.

—N-No.. Escorpio, lo que p-pasa e-es que.. —ella suspiró— T-Te amo, ya lo dije. Te a-adoro.. Pero siento que nos tratan de decir algo, y es que no tenemos que estar juntos, nosotros no vamos a estar bien en un futuro.

—Quizá se llama "Síndrome de que los imbéciles con quienes vivimos nos interrumpen cada vez que estamos en lo mejor" —bromeó, la chica soltó una risa, para luego suspirar y levantarse— ¿A dónde vas, Tauro? No me hagas esto, no creo que sea lo que dices.

—Pues, yo sí —respondió la toro, mirándolo— ¿Ves? Ni siquiera te levantaste para buscarte, a esto debe referirse el zodiaco. A qué tan fuertes somos, a cuánto nos queremos.. Y definitivamente, no somos compatibles.

Él le dio un puñetazo a la pared en cuanto ella dejó la habitación, y tenía planeado llorar como nunca antes lo había echo, pero escuchó cómo dos sujetos se comenzaban a gritar, así que bajó los tres pisos para mirar a Piscis y Géminis pelear como si su vida dependiera de ello.

—¡Chicos, van a quedar deformes! —dijo Leo mirándolos, agarrando el brazo de Acuario para sentirse protegida.

—¡Piscis, Géminis, por favor, paren esta locura! —dijo Capri, quien había despertado producto de los insoportables gritos del pez y de los gemelos.

—¡¿Cómo pudiste besar a Virgo en mi propia cara?! —gritó Piscis furioso, la rubia era suya, y él lo sabía, por favor, no podía hacerse el imbécil.

—¡Dejen de ser unos completos estúpidos y paren esto, podemos hablar todos como personas civilizadas! —exclamó Acuario, tratando de separarlos— ¡Si siguen comportándose así, hablaremos con la maldita que nos encerró aquí para el cumpleaños de Capricornio y le vamos a pedir que los reemplacen! ¡Así que más les vale parar esto!

Todo quedó en silencio. 

—Las chicas están completamente asustadas, ¿qué demonios se les pasa por la cabeza? —preguntó Cáncer al lado de Aries, quien estaba cruzado de brazos, mirándolos mal— Dejen su egoísmo de lado, esto es un malentendido.. Es tarde, estamos cansados, mejor vamos a dormir y solucionaremos esto en la mañana, ¿entienden? Y con palabras, no con golpes.

—Me parece una buena idea, Cáncer —dijo Acuario— ¿Nos ayudarán?

—Obvio que sí —dijeron Aries y Escorpión.

Y así fue como un lindo día, se transformó en una pésima noche.



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