Ambos mapaches entraron en desesperación al escuchar que alguien subia las escaleras.
-Don, escóndete abajo de la cama de mordecai!
-pero no soy bastante grande??
-me vale mierda!! Solo escóndete
Don se escondió como pudo y se quedó ahí en silencio.
-hola riby- dijo mordecai que entraba al cuarto
-ho... hola mordecai- hablo con algo de nerviosismo
-estas bien? Te noto nerviosa
-tal vez solo este deshidratada, puedes ir por un vaso de agua para mi??
Claro- el arrendajo salio y Don por fin hablo
-hermano, ya puedo salir de aquí??
-aun no, mordecai vendrá en cualquier momento...-el mapache se quedó pensando un momento hasta que una idea se le vino a la mente.
-oh, lo tengo!, cuando mordecai se valla a terminar de barrer las hojas yo bajare y distraeré a todos los que están en la sala, luego tu con mucho cuidado bajaras las escaleras y saldrás por la cocina sin llamar la atención.
-estas seguro??
-o prefieres quedarte aquí hasta me descubran!?
En ese momento entro mordecai con el vaso.
-aquí tienes- dijo entregándoselo al mas bajito.
-mordecai, no tenías que terminar de barrer las hojas??
-hehe, suenas igual que benson, creo que las hojas las barrere después-dicho esto salio del cuarto y se fue al baño.
Bueno, tenemos poco tiempo antes de que el vuelva, yo bajare rápido, los distraeré y tu sales por la cocina.
Rigby bajo rápido las escaleras viendo que todos estaban en la sala.
-hey chicos!! –dijo entrando, atrayendo la atención
-quiero mostrarles lo que puedo hacer con mi pulgar "haciendo el típico truco del pulgar"- todos se quedaron atentos por unos cuantos segundos, lo que le basto a don, que sin que se dieran cuenta se escabullo y escapo por la cocina.
Poco después mordecai también bajo encontrándose con rigby y papaleta jugando vieojuegos.
-Oh mordecai, quieres jugar??- dijo la paleta viviente
-claro – mordecai tomo el lugar de papaleta y se puso a jugar con rigby.
Estuvieron ahí por varias horas, hasta que benson llego, y al parecer, no le importo que mordecai estuviera jugando videojuegos en vez de terminar su trabajo, solo le importaba una cosa y solo una.
-bien riby... ya es hora de nuestra cita-
Dicho esto mordecai se quedó paralizado, acaso había dicho cita, de nuevo sintió que su corazón latia muy fuerte y como una lagrima recorria su mejilla.
