Capitulo 9.

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Era un cálido día y la familia Cox estaba teniendo un día en familia. Estaban tomando un descanso en la parte trasera de su casa, el asador estaba siendo utilizado por Mark el padre y Johanna la madre se ocupaba de hacerle trenzas a su hija de nueve años, Ally. Ian se encontraba bañándose placentera mente en una alberca pequeña perfecta para él. Su padre término de preparar la comida y comieron disfrutando de unas deliciosas hamburguesas.

Cuando terminaron el almuerzo decidieron entrar a casa y realizar los deberes. Ian y Ally fueron al patio de enfrente y jugaron con una pelota, cuando estaban tan exhaustos se sentaron debajo de un árbol para descansar. Un camión de mudanza se aproximaba y estaban observando quienes serían sus nuevos vecinos.

Ian se preguntaba si serían una pareja con niños para así tener con quien más jugar.

El camión se estaciono a un lado de su casa, y una camioneta se estaciono poco después. Una mujer con un vestido rojo y zapatillas negras bajo del auto, su piel era blanca y usaba mucho maquillaje, su cabello era negro y largo, sus ojos eran celestes y grandes. Después dos niños bajaron del auto, una niña y un niño, y por último bajo un hombre de traje con un maletín.

La nueva pareja parecía refinada y de negocios, los niños parecían simples niños, como Ian y Ally.

La pareja entro a la casa y los niños se acercaron a Ian y Ally, la niña de cabellera castaña, usaba gafas y vestía un lindo vestido color rosa, el niño de cabello color negro y ojos rasgados vestía una camisa blanca con tirantes y un pantalón gris. El niño vestía muy formal para su edad pensó Ian.

-Hola, soy Arabella. El es Max, acabamos de mudarnos y nos encantaría jugar con ustedes-Dijo la pequeña de vestido rosa.

Ian y Ally no pensaban perder la oportunidad de hacer nuevos amigos y tener a alguien más con quien jugar. Se presentaron amablemente y jugaron toda la tarde corriendo de un lado al otro.

Al caer el anochecer, Arabella y Max fueron a casa y prometieron volver al día siguiente.

Así comenzó aquella amistad entre los nuevos niños vecinos. Arabella tenía la misma edad que Ian y por ello asistían en el mismo grado de escuela a la edad de nueve años.

En ocasiones la mamá de Ian los llevaba a la escuela y otras veces la mamá de Arabella. Ambas familias habían logrado entrelazar una linda amistad.

Ian y Arabella también habían desarrollado una linda amistad, excepto que Arabella quería a Ian más que un amigo. Para su sorpresa Ian conoció a Gisele en la escuela, la cual se convirtió en su mejor amiga, Arabella no pudo evitar sentir celos. Ian ya no pasaba tanto tiempo con Arabella, no hacían las tareas juntos, no la visitaba, no compartían tiempo.

Una tarde Ian decidió visitar a Arabella para pasar un poco de tiempo a su lado. Toco el timbre y Max abrió sonriente.

-Hola Ian, hacia mucho tiempo que no te miraba por acá.

Ian sonrió sonrojándose levemente. Max le dejo entrar y busco la habitación de Arabella.
Cuando toco la puerta y la chica abrió, esta se lanzó a sus brazos como solía hacerlo. Se adentraron a la habitación y tomaron asiento en la cama.

-Deseaba verte-Soltó Arabella.

Ian sonrió.

-Nos vemos todos los días en la escuela.

-Pero ya no vienes a mi casa como antes.

-Gisele y yo estábamos ocupados.
Arabella cambio su semblante a uno molesto.

-¡Ahora solo es ella en tu vida! Antes solo era yo. Tu me conociste primero.

-Es diferente Arabella. No lo entenderías.

-¿Acaso te gusta ella? ¿Es eso?

-Claro que no-Ian algo molesto suspiro.

Arabella al notar la situación se puso de pie y camino hacia la ventana.

-Ian hay algo que debo confesarte.

El silencio reinó en la habitación. Había un ambiente tenso.

-Me gustas, me gustas desde el primer día en que te conocí. Cuando baje del auto aquel día en que nos mudamos, cuando solo solíamos tener seis años.

Ian se paro en seco y Arabella se dio media vuelta.

-Yo, no se que decir-Dijo Ian tímido.

-Pero todo se ha arruinado ahora desde que te juntas con esa chica, ni siquiera va en nuestro salón de clases.

-Esa chica es mi mejor amiga Arabella, lo siento pero debo irme.

Al momento de que Ian iba a cruzar la puerta sintió como Arabella lo tomo del brazo y lo volteó rápidamente dándole un beso en los labios.

-¿Qué te pasa Arabella? Pensé que eramos amigos, solo eso. No me gustas ¿Esta bien?

-¡Me gustas Ian! ¿Por qué no te gusto?

-¡Arabella no me gustas y ya!

-Tiene que haber una razón, soy bonita, tengo dinero, ¡lo tengo todo!

Ian suspiro enfadado.

-Soy gay Arabella, me gustan los chicos, por favor no comentes nada.

En ese lugar con tan sólo nueve años Ian había podido revelar lo que en realidad sentía.

-¿Qué? ¡Que asco me das!

Ian salió de la habitación orgulloso por decir la verdad e ignoro la situación que tuvo que pasar.

Desde aquel día, todo cambio. Todo.

Arabella reveló todo en la escuela. Un rumor se convirtió en otro y eso se convirtió en burlas y en golpes para el pequeño Ian. Gisele lo defendía ante todo, pero no era suficiente.

Un día fuera de la escuela unos chicos lo golpearon tan fuerte que fue a dar al hospital. Sus padres cansados de la situación tuvieron que cambiarlo de escuela. Gisele ya no podría verlo más en la escuela y Arabella estaba feliz con ello.

Con tan sólo nueve años Ian ya era rechazado por los demás, ya había sufrido de golpes y de ofensas. Era un simple niño y Arabella había arruinado todo, una amiga, su vecina, una niña lo había arruinado.

Swingers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora