*PERDIENDO EL CONTROL*

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Jungkook

Esa noche si que fue rara, no pensé que actuase así, creí que me echaría como todos, pero, al verme así, ¿Por que conservarme?

Dormí tranquilamente después de mucho tiempo, me sentí protegido y sobre todo amado y querido, no estorbaba y esa calidez me encantaba y me hacia feliz.

Ahora tenía dueño y eso en verdad me gustaba.

Después de lo de anoche seguí durmiendo ya hecho un gato, Tae se levantó como si nada. ¿Que le pasa? A caso ¿esta jugando? ¿O no lo asimila?

En fin, le eche un ojo a lo que hacia, hasta que regresó y lo vi con una toalla, seguía con su pijama así que supuse que se bañaría, volví a dormir.

Y esta vez me despertó un aroma muy delicioso a mi gusto. ¿A que olía? ¡Ah! Espera, no, no otra vez.

Involuntariamente, como siempre me había vuelto humano y el olor de la carne me atraía como un felino hambriento pero en forma de humano, esto si que esta mal, jamás me había dejado ver a la luz del día.

Cuando estaba por salir por la ventana el entró y jalo de mi.

"¿Pero que rayos te pasa? ¿Que haces? ¿No vez que es peligroso?" me grito asustado sosteniéndose en sus brazos.

"Tae, perdona es que yo no quería que me vieras así." Lo mire de reojo ya que estábamos tirados en el piso, yo encima de él pero de espaldas y el tomandome de mis brazos.

"¡Nada de peros! ¿Por que huyes? ¡Tu eres lindo! Incluso más lindo cuando eres humano." Sonrió al levantarme.

"Tu... ¿Tu crees?" Pregunte algo ruborizado.

"¡Claro que si! ¡Mucho!" Alzó un pulgar y sonrió cuadradamente y yo sonreí.

"Sabes al principio creí que era un sueño, el que tú fueras humano, pero veo que no lo fue, así que ya me hice a la idea."

"¿Creiste que te estaba mintiendo?" Lo mire mientras salía de la habitación, me hizo una seña de acompañarlo y eso hice.

"Sipi, soy un chico raro y los chicos raros sueñan cosas raras, aunque nunca había soñado contigo, me pareció como un sueño todo lo que dijiste y lo que vi, me costó creerlo."

Entró a la cocina y yo lo espere afuera.

"¿Entonses para ti no soy real?" Me senté en un banco frente a una barra que daba directo a la cocina.

"Eres mas real que mi realidad." Otra vez, esa sonrisa.

"¡No entiendo!" Hice una mueca mientas me daba mi plato.

"Sólo desayuna Kookie, creí que sólo cambiabas de noche." Se sentó enfrente de mi y comenzó a comer.

"Si bueno, antes era así, pero ahora, estoy cambiando y ya no lo controlo, de hecho nunca tuve control de eso, ni siquiera puedo controlarme." Agache mi mirada y sentí su mano en mi hombro.

"Vamos no te desanimes, todo va a mejorar, la verdad aun no se como tomar esto pero, si puedo ayudaré ten por seguro que lo haré."

"Gracias Tae..." Le di una de mis más sinceras sonrisas.

"Después de todo eres mi kookie y no te dejare sólo en esto." ¿Cuantas sonrisas me había dado en tan sólo unas horas? Este chico hacia que me sintiera a gusto a su lado.

Estábamos charlando sobre mis historias gatunas y de repente, cambié, el estaba volteado, así que no logró ver cuando pasaba.

"Y oye...¿Kookie? ¿Donde estas?"

Como no podía hablar chille y me acerqué a el entre sus piernas.

"¡Oh! ¡Cambiaste! Debes enseñarme a hacer eso."

Quería decirle que era una estupidez lo que decía, pero no podía ya que era un gato.

Tocaron el timbre justo antes de que me cargará y yo maldecía eso por alguna razón.

Lo vi hablar en la puerta, no escuchaba nada así que me acerque y talle mi cuerpo en sus piernas, dándole una indirecta al intruso que Tae es mío.

"Pasa Jimin"

¿Jimin? ¿Pasa? ¡Espera no! Si me ve cambiar. ¿Que le diré? Corrí hasta el sofá y camine en círculos.

"Oye... ¿Tienes un gato y no me dijiste? ¡Que raro eres! Nunca me dices nada, ya te dije que somos amigos Tae-Tae." Lo abrazo y sentí una molestia grande.

Tae-Tae. ¿Que tipo de apodo es ese? No se, pero lo odio ahora.

"Perdón Jimin, es que sabes que no hablo mucho, la gente no suele escucharme y cuando lo hace no cree ni una sola palabra." Lo vi triste, se sentó el el sofá enfrente mío y quería abrazarlo y decirle que...

"Tranquilo Tae, yo te escucho y creo en ti." Genial este tonto se me adelantó, fui hasta donde ellos estaban sentados y me coloqué en las piernas de MI Tae.

"Oye tu gato es muy lindo." Tae estaba acariciando mi espalda y cuando ese enano trato de tocarme obvio que lo rasguñe. "¡Ach! Creo que no le agradó." ¡Pues crees bien!

"Oye kookie no hagas eso, el es mi amigo, portate bien." Me bajo del sillón.

"¡Vez lo admitiste! ¡Somos amigos!" Lo abrazo de nuevo esta vez estaban sus caras pegadas y yo lo único que hice fue irme a su habitación.

"¡Oh! Espera kookie ¿a donde vas?" Lo escuche detrás de mi pero soy muy orgulloso para dar la vuelta y volver con el.

"Parece que quiere que estemos en tu habitación." Espera... ¿Que dijo ese enano idiota?

Me detuve y mire a Tae que caminaba detrás de mi, el me cargo y me sentí feliz.

"Oh lindo gatito. ¡Estaba celoso!" ¿Que? ¡Claro que no! Por lo menos de ti no enano feo.

"Vamos a jugar videojuegos, traje unos nuevos! ¿¿Si si?? ¡Andale!"

No se como demonios terminaron estos dos riéndose y abrazándose, jugando con sus manos tratándose de quitar el mando, ese tonto de Jimin me hacia a un lado.

Estaba sentado en la cama mientras estos jugaban.

"¡Oooh! ¡Rayos! ¡Tae eres bueno en este juego!"

"¡Gracias Jimin!" Se veía tan feliz.

El enano se paró para ir al baño y yo tomé esa oportunidad, estaba en las piernas de Tae tratando de llamar su atención y el me acariciaba, fue cuando de golpe llegué a estar encima de él, aplastándolo con mis brazos en su cuello.

"Kookie me aplastas..." Dijo con dificultad, yo me quite lo antes posible.

"¡Ay no! Y ahora ¿si me ve? ¿Que le diré? ¿Y si vuelvo a cambiar pero enfrente de el?" Tae tapó mi boca ya que estaba a punto de gritar.

"¡Tranquilo kookie aquí estoy yo!" me abrazo y en ese instante, cuando quería abrazarlo, cambié de nuevo y el enano otra vez tenía toda la atención de Tae.

¡Rayos! Estoy perdiendo el control.

Enamorado De Mi Mascota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora