Alfred.

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Estaba agotada, el poco oxígeno que había en la caverna estaba escaseando, Lorena se había abalanzado sobre mi para poder matarme y conseguir su cuerpo de nuevo.
Percy y Lorelay tan solo observaban estaba llegando al limite con mi esfuerzo, estaba acostumbrada a realizar ejercicios físicos pero una cosa era surfear y otra muy distinta luchar, logre tomar la lanza de nuevo, le hice una especie de zancadilla a la sirena y le aseste el arma en su abdomen, ella desapareció en una explosión, Lorelay había huido, alce mi vista hacia mi hermano quien me mirada feliz sonrió y me dijo:

-Esa es mi hermana!

Sonreí y note que el oxigeno se había agotado, de nuevo no podía respirar, lo ultimo que recuerdo es ver el rostro de mi hermano preocupado. Todo se había tornado negro, luego de unos segundos (a mi parecer) desperté o bien eso creí, no estaba en el barco, ni en el Campamento, no tenia idea de donde estaba, observe a mi alrededor, habían hermosas columnas no sabia si estaban hechas de mármol o alguna otra piedra, era una majestuosa obra arquitectónica, escuche unos susurros los cuales me asustaron.

-Hola? (pregunté)

No hubo respuesta alguna, seguí apreciando la obra, note que era una especie de templo, tenia un techo abovedado, (algo así como describen el Gran Comedor de los libros Harry Potter) escuche los susurros de nuevo, esta vez mas cerca me gire hacia donde escuche los susurros pero no había nada.

-¿Quien anda ahí? (pregunte de nuevo)

-Nadie.. (dijeron los susurros)

Tenia miedo, mi piel se erizo al escuchar esos susurros, mi pulso estaba acelerado. 

-Kalani... Kalani hija ven! (dijo la voz de un hombre)

-No! (dije asustada)

-Hija ocupo que vengas a mi... La profecía pronto se cumplirá no quiero perderte....

En eso vi aparecer un hombre de cabello negro, una barba bien recortada, ojos color verde mar, y un bonito bronceado, así también unas "arrugas de sonrisa" alrededor de los ojos y mejillas. Era bastante apuesto, me resultaba vagamente familiar.

-Hija? (repitio el hombre)

-Pa... Papá? (pregunte tartamudeando)

El hombre asintió levemente, sus ojos estaban enrojecidos como si hubiese estado llorando. Poseidon se acerco más a mi y me dijo:

-Lo siento hija, debes salvar a tu madre pronto, para poder enviarla a Hawaii, ella deberá olvidar que tu eras su hija... Ella debe olvidarte... La profecía se cumplirá pronto.

-De que hablas? (Pregunte extrañada)

Mi padre me veía muy enternecido, se notaba que quería llorar, pero no entendía por que no lo hacia, no entendía sobre que me hablaba, de que profecía me hablaba.

-Sirenita? Responde! (Dijo tenuemente la voz de Will)
-Perdoname! (Dijo mi padre)

Estaba confundida, realmente no entendía de que me hablaba Poseidon.

-Kalani! Hermana! Despierta! (Grito desesperado Percy)

Cerre mis ojos durante unos segundos pues la voz de Percy me había producido un fuerte dolor de cabeza, al abrir mis ojos de nuevo, vi un hermoso cielo, con colores naranjas, rosas y amarillos, un hermoso atardecer, el cual podría disfrutar si no fuera por que debo rescatar a mi madre...
Quien lo diría en menos de 48 horas enfrente a varios monstruos, estuve inconsciente y bajo el mar en dos ocaciones. Además mi padre me había dicho algo acerca de una profecía.

-La profecía (dije suavemente) sobre cual profecía hablaba papá?

Percy me miro asustado, en el rostro de Will había preocupación, al igual que Calipso y Leo, Annabeth seguía siendo una roca para mi, nunca demostraba un solo sentimiento, pero en este momento ella me miraba extraño, no puedo decir si era miedo, o preocupación.

-Ustedes saben de lo que hablo, cierto? (Pregunte viéndolos a todos)

Ninguno me quería responder, seguía acostada, en el frío suelo de la cubierta, me levante rápidamente, todo a mi alrededor giro, pero me repuse en un instante.

-Digan! (Grite desesperada)

Percy respiro profundo, tomo mis manos en las suyas y solo me dijo:

-Debes ser fuerte, lo que vas a oír sera difícil.

                                 ***

Había tomado las manos de mi hermana, le dije que debía ser fuerte ella escucho la narración de Calipso sobre la profecía, en un inicio estaba incrédula, pero poco a poco fue entendiendo que era cierto, sus ojos se pusieron vidriosos y rojos, estaba por llorar lo sabia, pero no lo hizo, cerro sus ojos, respiro profundo y simplemente dijo:

-Bien! Rescatare a mi madre ustedes se la llevaran lejos de aquí y yo me quedare a cumplir la profecía. (Dijo fríamente Kalani)
-No! Encontraremos la forma de salvarte! No voy a perderte! (Dije desesperado)

Realmente no quería perderla, no entendía que me sucedía con ella, sentía envidia de lo buena que había sido su vida pero... Era mi hermana como podría... Era mi hermana no la perdería por nada del mundo.

-Lo harás Percy! No hay forma de salvarme! Nuestro padre me dijo que le borrarían la memoria a mi madre... Eso es suficiente. (Dijo ella firmemente)
-Kalani... (Dije de nuevo, pero mi hermana me interrumpió)
-Deja de decir mi nombre lo vas a gastar... (Dijo ella)

Sonreí al escucharla decirme eso, a pesar de que iba directa a su muerte, estaba siendo fuerte.

-Estamos cerca. (Dijo Annabeth)

Había estado muy seria y aparte de mi, sabía que no quería a Kalani supongo que para ella era fabuloso que muriera pronto.

                               ***

Estaba estupefacta moriría pronto, estábamos cerca de mi fin. Respire profundo, le Sonreí a mi hermano y baje al plan, allí me encontré con...

-Alfred? (Dije un poco sorprendida)
-Señorita Daralas! Que bueno verla con vida aún. (Dijo sonriendo)
-Disculpe? (Pregunte)

Él sonrió un poco, peino con sus dedos su cabello rojizo y dijo:

-No debí decir eso... Mi señora me matara ahora... Pero antes quiero cumplir mi promesa.

El hombre se abalanzo contra mi, muy ágilmente, no pude esquivarlo y caí al suelo, Alfred estaba posado sobre mi y dijo:

-Eres linda, hasta podría pensar que eres hija de Venus... Aunque claro eres hija del enemigo de mi ama... Es una lastima.

Alfred rodeo con sus largos dedos mi garganta y empezó a asfixiarme, mi vista había empezó a fallar, me estaba quedado sin aire, golpeaba su brazo con la intención de liberarme pero era muy fuerte y pesado para mi.

Sentí como mi cuchillo apareció en la bolsa de mi pantalón, sigo intentando entender como lo logre. Sentía el agua afuera ella me llamaba, tome mi cuchillo y lo lance hacía una de las paredes, inmediatamente se hizo un pequeño agujero y empezó a caer agua.

La Hija de PoseidonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora