epílogo 2

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Los primeros meses sin Caitlin habían sido duros, fue difícil afrontar el hecho de que se fuera sin


explicaciones, sin darle tiempo a solucionar las cosas.


Poco después recibió una carta. Cisco se la dio, no tenía remitente, era un simple sobre con una carta


adentro. Al principio se enojó, no entendía como ella podía esperar que aceptara su partida con una


carta como esa, se sentía engañado. Eventualmente, la pudo analizar de distintas formas.


Durante mucho tiempo intento buscarla por sus propios métodos, ya que sus amigos se negaron a


ayudarlo, pero sus búsquedas no daban resultado alguno. Después supo porqué sus amigos no lo


ayudaban: respetaban la decisión de Caitlin. Cuando comprendió eso, entendió que no era correcto


forzarla a verlo, ella aparecería cuando estuviera lista y cuando quisiera. Debía respetar eso.


Así que esperó. Los meses pasaban y no había noticia alguna de Caitlin. No es que tampoco tuviera


mucho tiempo libre, la situación en Central City había empeorado con el hecho de que visitantes de


Tierra­2 intentaban destruir la ciudad y matar a Flash.


Trabajar sin una doctora tampoco fue fácil. Después de un ataque particularmente grave en el que


todo el equipo se quedó congelado durante un momento sin saber exactamente que hacer (ya que


todos estaban acostumbrados a que Caitlin tomara el control), el Team Arrow los visitó para


enseñarles como solucionar situaciones así, algo que agradecieron mucho. A partir de ahí, las cosas


mejoraron un poco. No era como si estuvieran indefensos, tanto Barry como Cisco conocían algo


sobre antídotos y formulas moleculares (bueno, más que Iris y Joe). La ayuda de Harry también era


algo que los ayudo mucho, el hombre era tan (o inclusive más) inteligente de lo que había sido su


versión de Tierra­1 y después de que salvaran a su hija Jesse, estaba dispuesto a pagar su deuda


formando parte del equipo de forma permanente.


En cuanto a su vida personal, Barry había seguido adelante. Había estado Patty y, luego de darse


cuenta que con su estilo de vida no podía tener una relación seria, comenzó a tener citas casuales.


Sin embargo, si era franco consigo mismo, sabía que su historia con Caitlin todavía estaba inconclusa


y anhelaba volver a verla para poder darle un cierre.
Luego de un largo tiempo, Barry comprendió que su compañera no iba a volver, que posiblemente


tenía una mejor vida dónde quiera que estuviera y no necesitaba volver a una ciudad donde su vida


corría peligro cada día y donde no se sentía cómoda. Esa noche sacó la carta y la releyó por última


vez.


Barry:


Sé que por estos momentos estarás enojado, probablemente me odies por irme sin despedirme y


abandonarlos a su suerte, y quieres una explicación. Pero no la hay. O por lo menos, no hay alguna


explicación que te aclare las cosas; ni siquiera yo puedo explicarme qué es lo que sucedió. No soy de

||FLASHFROST|| SnowBarry||-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora