capitulo 2 cont

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—Hola de nuevo, nos vimos en el ascensor, soy Peter Jacobs —le extendió la mano—, voy a darte la inducción; Jane no se encuentra en este instante pero luego se unirá a nosotros. Ella asintió varias veces con movimiento autómata.

“¿Quién será este hombre?”  —Frunció el ceño levemente.

—Gracias, soy Ashley Panales. —Se puso de pie con estilo para responder al saludo. Una sonrisa tímida se dibujó en sus labios pintados de rosa.

—Es un placer tenerte aquí. Por favor, toma asiento. Soy el vice presidente. Verás, fuiste llamada por Jane, ambos evaluamos tu currículo y entendimos que estás muy capacitada para ser su asistente, de hecho; Nuestra asistente. —Peter sonrió provocativamente. —Te confieso que no me acababa de convencer lo hermosas que son las venezolanas. Las he visto de lejos pero no había trabajado con ninguna, hasta ahora.

Junto con su comentario estiró su cuerpo en el sillón blanco detrás del escritorio, llevó su mano derecha a su barbilla y la observó rápidamente como un scanner. Ashley sintió que la mirada le quemaba el cuerpo. A pesar de que el aire estaba bastante frío, su cuerpo soltaba pequeñas gotas de sudor en la cara. Estaba notablemente sonrojada.

Le explicó de qué trataba el trabajo y los beneficios a obtener. El protocolo era enviarla al encargado de recursos humanos, pero él estaba tan extasiado que prefirió “esforzarse” mucho más con tal de mantenerla al frente suyo. Le asignó un escritorio justo en la salida de su oficina, de manera que quedara en el medio de Jane y él.

—Este será tu área de trabajo mientras estás en la oficina, aquí te entrego las llaves que dan acceso a este departamento, a los archivos, el escritorio de Jane y éste espacio que tenemos aquí. —Pausó para ponerse de pie y dirigirla a la pequeña habitación de colores, su instinto estuvo correcto, Jane destinó ese espacio para relajarse. Las cosas peculiares que adornaban ese lugar eran impresionantes. Hasta una mesa de ping-pong color fucsia era parte del paisaje. Cada pared tenía su propio color, en especial los muebles de descanso.

—Como podrás ver, es muy colorido… —Una sonrisa dibujaba puntos suspensivos en sus labios, era obvio que no le agradaba esa habitación. Pero Jane la diseñó para los dos en sus tiempos libres.

 Peter sacudió  levemente la cabeza para despejar tantos colores mezclados. A veces se sentía afeminado cuando Jane insistía en que hicieran reuniones ahí. Jane era todo un personaje pintoresco. Su cuerpo supuestamente “por casualidad” se colocó detrás de Ashley mientras señalaba algunos objetos curiosos en el altar de Jane. La respiración empezó a cortarse de nuevo, él mismo se dejó llevar por el olor a manzana que emanaba de su cabello, mientras dejaba que ella explorara en silencio el lugar. Parecía gustarle la habitación y a él le gustaba ella. Esa mujer se veía endemoniadamente bella y sexy. Ni en la foto de su resumé lucía tan hermosa. La vista de ella de espaldas era mucho mejor aún, con ese trasero voluminoso no cabía dudas de que la quería en su cama gigante para enseñarle quién era el jefe en todos lados.

Fueron interrumpidos por una voz de mujer que parecía hombre, voltearon la mirada hacia la puerta principal de donde provenía. Era  Jane  que hacía su entrada repentina y triunfal como cada día. Llevaba abrigo de piel rojo, bufanda de plumas negra, el maquillaje de color rojo vibrante contrastaba con su pelo blanco. Aparentaba unos 60 años contando las cirugías, su cuerpo era delgado sin una curva en su cintura.

—Jane cariño, pensé que no vendrías ya. -Peter se puso de pie observando el reloj en su mano, se dirigió hacia ella para ayudarle a quitarse el abrigo, era un ritual que hacía casi todos los días.  La besó en ambas mejillas y al final le presentó a Ashley.

—Mucho gusto Ashley, bienvenida a Dwara. Como eres estudiante podrás aprender mucho si lo sabes aprovechar. –Contoneaba su cuerpo mientras se quitaba la bufanda y se servía una copa de escocés a las 10 am.

—Estás contratada para llevar mi agenda, tomar mis llamadas, ir conmigo ó con Peter a reuniones especiales. Ganarás mucho dinero.  Jane no descansa, por lo tanto tu tampoco. ¿Entendido?

-Sss-i…. Señora. —dijo en tono nervioso. Sus pensamientos se estaban convirtiendo en realidad. Jane aparentaba ser una mujer peligrosa. Tenía poder y mucho dinero. su tono de voz era grueso y amenazante, pero con estilo.

—Dime Jane por favor, eso de señora es para las ancianas.

Ashley sintió frío a su alrededor, Peter continuaba en su escritorio, esta vez la miraba disimuladamente.

El  primer día la pasó escuchando la risa exagerada de su peculiar jefa, con sus particulares parodias y anécdotas de los clientes. Por lo visto, tenía que lidiar con todo tipo de gente, en especial gente de mucho dinero. Lo que le hacía crecer las alas.

Recibió una llamada de Steve, le comunicó que su carro debía ser revisado. Tenía un problema eléctrico pero que él se haría cargo. Maldijo para sus adentros: Iba a tener que tomar taxi todos los días.

—Gracias Steve, te agradezco mucho.

No terminó de colgar el teléfono cuando escuchó la voz ronca de Jane pidiéndole que fuera con Peter a una presentación con unos clientes al Palace Place en Miami, suponía que esa voz de hombre era producto del exceso de cigarrillos que fulminaron sus cuerdas vocales. En las horas que estuvo en la oficina encendió al menos una caja de la marca más fina, claro. 

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LOS PEDIDOS DE MI JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora