4.

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Estábamos en clase de analítica realizando unos ejercicios que el profesor había dejado en el Pizarrón para participaciones, yo estaba a punto de terminar cuando sentí la mirada de Alonso sobre mi cuaderno y desesperación.

Alonso no paraba de ver al pizarrón y mi cuaderno

— ¿quieres que te explique? −reí continuando con el ejercicio

— ¿podrías hacer eso? −Lo escuché tímido — estas a nada de terminar los ejercicios ¿cómo puedes? No llevas ni veinte minutos −solo Reí

— deja que me los revise y regreso −me levanté y caminé hasta el escritorio, el profesor revisó mis ejercicios y firmó indicando el número de las participaciones que había obtenido.

Caminé hasta el escritorio junto con Alonso y comencé a ayudarle. Me era tan extraño y gracioso el tener que explicarle a un chico de 4to semestre matemáticas.

El timbre anunció el fin se semana y Alonso regresó junto con su cuaderno y participaciones hasta mi

— gracias −dijo feliz guardando sus cosas.

Salimos del salón y decidí llamar a mamá antes de irme con Alonso a la biblioteca.

3 bips y

— Hola ma.

— hola ¿cómo estás? ¿ya saliste de clase?

— ya, iré por unos libros a la biblioteca para comenzar con mis tareas ¿está bien?

— está bien, no tardes que es viernes y ya sabes como se pone la ciudad

— lo sé, te marco cuando regrese ¿está bien?

— sí, te dejo. Te quiero

— yo más −Sonreí y colgué.

Miré a Alonso que seguía caminando a mi lado y me indicó las escaleras que conducían al estacionamiento.

Decidí limitar mis cuestionamientos y lo seguí.

Por dentro los nervios me consumían, no tenía ni una semana entera de comenzar a tratarlo e iríamos en su auto, tenía miedo ¿y sí sucedía algo?

— tranquila, no te voy a hacer nada −dijo Alonso a lo que yo esboze una media sonrisa

— perdona ¿fui muy obvia?

— sí no te sientes segura, podemos dejarlo aquí y regresar más tarde por el −intentó arreglar

— no, es mucho trayecto de la escuela hasta la biblioteca. Está bien, no te preocupes por mi

— Bien, sube −sonrió y abrió la puerta por dentro — temía que dijeras que sí −dijo cuando subí al auto

— ¿por qué?

— muero de hambre y la biblioteca queda muy lejos en transporte − sólo reí. — además de regreso puedo llevarte a tu casa −sonrió

— Descuida ¿nos vamos? −intenté cambiar de tema.

Llegamos hasta el centro comercial y Alonso aparcó el auto lo más cerca de un elevador.

— ¿de qué tienes antojo? −preguntó

— ¿pizza? −no sabía sí le gustaría la idea

— perfecto, tengo antojo.

Caminamos hasta el área de comida y ordenamos pizza y refrescos, quise pagar aunque sea la mitad pero no me dejó

— yo te invité, yo pagaré −dijo Alonso muy seguro de sí mismo

Caminamos hasta una mesa desocupada y esperamos ahí hasta que nos llevaran las pizzas.

— ¿y qué libros llevarás?

— ¿llevaré? −miré desconcertada

— ¿o qué harás? − Me miró curioso

— los voy a leer y cuando termine podremos irnos −Sonreí

Alonso abrió los ojos como platos dejando ver sus ojos azules en todo su resplandor, pasó su mano por todo su cabello en señal de preocupación

— creí que te lo llevarías, pero está bien − intentó esbozar una sonrisa

— No − Sonreí — ¿te imaginas sí me los llevó? Creerán que me los quiero robar o algo, además no me dejarán serán como 4 o 5 y sólo te dejan llevar 2

— ¿y tardarás mucho? − Alonso se mostraba preocupado

— quizá tres o cuatro horas − Alonso sacó su celular y miró la hora

— son 5:22 −dijo con miedo — ¿osea que terminarás casi a las 9 de la noche?

— ¿9? Quizá 10, aún falta que comamos, no sé cuánto tiempo perderemos aquí

— es cierto − Alonso miró desesperado a local de las pizzas en busca de una señal de que la orden estaba lista.

— ¿te arrepientes de haberme acompañado?

— no, es solo que pensé que no nos llevaría tanto − comencé a reír — ¿qué es tan gracioso? −me miró extraño

— tu rostro − seguí riendo

— ¿te estas burlando de mi?− dijo entre risas

— Sí, debiste de ver tu cara. Por su puesto que no los leeré aquí, obviamente me los llevaré. Estaría loca sí lo hiciera − Alonso ahora me miraba incrédulo

— JA-JA que graciosa − río conmigo — acepto que me asusté por un momento

— obviamente no los leeré, sólo pasaré por ellos rápido. − me miró curioso — Descuida, ya sé por cuales vengo, tu tranquilo −intenté sonreír

— ¿y cuántos llevarás?

— tres hay en mi lista, espero poder encontrar algún otro

— ¿y para qué quieres tanto libro? − río

— para mis proyectos y tareas

— ¿no tienes internet en casa?

— sí pero no me gusta sacar información de la web, porque es más fácil encontrar la información en los libros. Me refiero a que tienes de donde respaldarte en hechos o historias verídicas por autores reconocidos en cambio, en internet cualquiera puede dar su punto de vista o información acerca de cualquier tema del cual no sabes si esta correcto o incorrecto.

— vale, vale ya entendí − reí por su respuesta

THIS IS LOVE? » ALAN NAVARRO « EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora