Las luces se apagan.
Se que tengo que ser fuerte, como cuando estás en un lugar, en una cafetería, las personas entran y salen, pero cada persona tiene una historia, y no sabes si esa persona está triste, feliz o si finge una sonrisa.
Como aquella vez en que vi a aquel chico muy lindo, o cuando después de lo que sucedió fui a sentarme en un árbol y lloré, dejé que mi cuerpo hable.
Estoy sentado en una banqueta afuera de mi casa masticando chicle y leyendo el periódico, mientras escucho como las personas pasan caminando hacia la feria.
Después de pedir permiso me pongo una bufanda y un gorro de invierno y camino en dirección a la feria para ver las atracciones.
En el camino veo a muchas personas con botellas de cerveza y a personas bailando mientras escucho los gritos de los niños que se divierten en los juegos mecánicos.
Veo que varias personas van a la pista de hielo así que camino y al tocar la superficie de la rejilla de metal que rodea la pista de hielo me sonrojo al ver al chico que vi la otra vez en la cafetería.
Es muy bueno patinando, la sincronía de sus movimientos y la forma en que da vueltas y avanza por la pista de hielo junto con las decenas de personas que están ahí.
Lo observo patinar y su mirada se encuentra con la mía, durante segundos nos sostenemos las miradas, lo cual es muy divertido y después el continua avanzando por la pista de patinaje.
Me siento en una de las mesas cercanas de la pista y sigo leyendo, y cuando levanto la mirada veo que el chico camina por ahí y lo miro comprar una cerveza, mira a todas direcciones, no parece la clase de persona crédula que solamente se fija en el físico para ver quien está mas buena(o), si no la clase de chico que simplemente observa y disfruta de ver.
Bajo la vista para seguir leyendo pero tengo hambre, así que voy al puesto de hamburguesas que esta a unos cuantos del de cerveza.
Y siento su mirada mientras camino sujetando mi libro.
Vuelvo a sentarme y veo que el camina cerca de mi...
--¿Te gusta leer?
--Si.
Su voz es en cierto modo parecida a la mía, quizá la de el es un poco distinta por la cerveza que tomó, quizá eso hizo que quiera hablarle a todos.
--¿Gustas un trago? Yo invito.
--No gracias, no soy fan de la cerveza.
--¿Y de que eres fan?
--Del café, y tu de la cerveza.
--Tal para cual.
--El chico que patina ha dicho.
Su risa es corta pero feliz.
--Brindo por eso-, alza su botella medio llena a modo de brindis.
--Tienes estilo en el patinaje.
--Gracias, ¿Tu sabes patinar?
--Algo.
--¿Algo?
--En realidad, no.
--Puedo enseñarte eehhh.... ¿Cual es tu nombre?
--Adam, ¿El tuyo?
--Dylan.
--Mucho gusto Dylan.
--El gusto es mio Adam.
--¿Estas seguro que puedes ayudarme? Esa cerveza dice que debes esperar.
--No, que la cerveza no me ha ocasionado nada quise decir, llevo la mitad de una solamente.