- Cuando llegaron a la lujosa heladería, se sentaron y cada uno tomó su rico helado.
Luego, Lautaro va a pagar esos mismos helados, que no salían tan baratos, pero cuando va a sacar su vieja billetera, se da cuenta que no está. Sí, otro problema más.
Lautaro, muy avergonzado, les dijo a sus amigos y amigas que se había olvidado la billetera y que cada uno se tenía que pagar su helado.
Todos se enojaron, pero, de todas formas, pagaron su helado.
Después de lo sucedido, volvieron a la elegante y hermosa casa de Lautaro.
Cuando llegaron, todos bajaron de la camioneta y fueron directo al living de la casa.
Lautaro, fue el primero en entrar, y al pisar su linda alfombra verde, alzó la mirada, y vió a Marcelo sentado en el sofá mirando su programa favorito, las noticias -
{ Narra Marcelo }
Cuando lo ví entrar por mi hermosa puerta hecha de madera importada, pensé, solamente, en lo que pasó ayer. En este momento, Lautaro tendría que estar castigado.
Luego, vi entrar a algunos de sus amigos y amigas, y me enojé mucho más. Ahora mismo, los echaría de la casa, pero no, no quiero que Lautaro me odie... Esperen, Lautaro si me odia... Así que lo haré. *ríe macabramente*
Marcelo: Oigan niños, ustedes no deberían estar aquí. Lautaro está castigado por lo que hizo ayer en la escuela.
Christian: Disculpe señor. Primero, no somos niños, y segundo, hoy al mediodía, vinimos a visitarlo, para ver si estaba mejor o no.
Marcelo: ¿Y quién los dejo entrar?
Christian: Jazmín, su amable y linda esposa.
Marcelo: *ríe* Igual, no deberían estar en mi casa.
Lucía: Ok, nos vamos. Gracias por todo Lauti. *le tira un beso*
Lautaro: Pero... ash, bueno, está bien. Adiós, y gracias por venir... nos vemos el lunes en la escuela. *los abraza uno por uno*
- Cuando Lautaro se despidió de sus amigos y amigas, lo miró con una cara horrible a Marcelo, tan horrible que hasta daba miedo, y se fue directamente a su habitación.
Ya eran las 5 de la tarde y Lautaro estaba tan enojado que, para calmarse, puso en su reproductor de música un cd de Coldplay y puso en máximo el volúmen.
Lautaro se acostó en su cama, y con la tranquilidad de la música... fue cayendo en el sueño.... hasta que se durmió -
Al otro día...
{ Narra Lautaro }
Me desperté en el sucio suelo de mi habitación.
No sabía ni la hora ni el día en el que estaba. Solo sabía que estaba enojado con Marcelo por lo que había hecho ayer con mis amigos y amigas.
Me levanté y apagué el reproductor de música, lo había dejado prendido.
Luego, miré por mi ventana y pude observar a un extraño tipo entrando por la ventana de la rustica casa de enfrente. ¡ERA UN LADRÓN!
En ese momento, no dude en llamar al 911. Marqué desde mi celular y no me atendieron. Llamé otra vez, y pude escuchar una grave voz de mujer, seguro era policía.
Le dije rápidamente mi dirección y lo que estaba pasando. Ella me respondió con un suave "está bien, allí vamos" y luego me colgó.
Después, fui corriendo a avisarle a mi mamá y a Marcelo de la situación. Y también, les dije que ya había llamado al 911 y que venían en camino.
En esa casa rustica vive una linda ancianita, la Sra. Margarita. A los 10 años, siempre iba a visitarla, me daba muchos chocolates y me apretaba muy fuerte las mejillas. Es muy buena persona, y no quiero que le pase nada malo. Pobre anciana, tener que pasar por toda ésta situación. Encima, cuando yo tenía 12 años, su esposo falleció.
Otra trajedia.
Aunque me digan algunos que soy una roca y que nunca lloro, eso no significa que no tenga corazón.
{ Narra Jazmín }
Estaba en pijama todavía, haciendo unos ricos y jugosos panqueques... cuando Lautaro vino corriendo y me dijo esa terrible noticia.
Me asusté mucho, pero mantuve la calma porque Lauti ya había llamado al 911.
Le dije a Marcelo que haga algo, pero me respondió: "Mi amor, quedate tranquila que ya viene la policía". Creo que él también estaba asustado como yo.
- Después de unos minutos, llega la policía a la casa de la Sra. Margarita. Pero, al parecer, llegaron tarde.
El ladrón salió con la ancianita apuntandolé con una pistola en la cabeza y agarrandola del cuello.
Una vez afuera, gritó: "TENGO COMO RÉHEN A LA ANCIANA. ¿LA QUIEREN VIVA? ENTONCES, DENMÉ 2 MILLONES DE DÓLARES Y UN VIAJE A EUROPA".
Los policías respondieron: "SOLTA PRIMERO A LA ANCIANA Y LUEGO TE DAREMOS LO QUE DESEAS".
Como siempre, en estas típicas situaciones, hay un francotirador escondido a 10 metros del lugar.
El ladrón, cuando la policía le respondío, se confió demasiado.
Empujó a la Sra. Margarita a un lado, y gritó: "¡YA LA SOLTE! AHORA DENM...." - el francotirador actúo rápido, y le disparó.
Rápidamente, los policías fueron a ayudar a la ancianita y después, levantaron el cuerpo del ladrón para investigarlo y luego, llevarlo al cementerio.
Lautaro y sus padres, después de todo eso, fueron corriendo asustados a la casa de la Sra. Margarita -
{ Narra Lautaro }
Cuando la ví con los policías sana y salva, se me fue todo el miedo que tenía. Corrí hasta donde estaba ella, y la abrazé muy fuerte. Y le dije: "espero que nunca jamás te pase esto otra vez, te amo abuela". Ese "abuela" mío, me salío del alma.
Luego, rápidamente, le dije que lo sentía por decirle abuela y ella me dijo: "sh sh sh, no pasa nada mi lindo nieto, quedate tranquilo. Yo siempre estaré aquí" *le apreta las mejillas, como lo hacía antes*
Me puse muy feliz cuando me dijo eso.
Cuando los dos nos calmamos del susto, y los policías ya se habían ido, la invité a tomar una taza de té y ella, tiernamente, me respondió: "claro, pero solo si hay panqueques de los buenos..." *ríe*
Le sonreí y le dije: "¡por supuesto!" y fuimos los dos hasta mi casa.
continuará.