Capitulo 8.

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- Lautaro se encuentra tirado a 50 metros del choque, con muchas heridas y algún hueso dislocado.

A los pocos segundos, una pareja que venía caminando, lo vé en el suelo. La mujer desesperada, llamó a una ambulancia y el hombre, se acercó a Lautaro, lo cargó en sus musculosos brazos y lo apoyó en la vereda. 

Como la ambulancia tardaba demasiado, el hombre le empezó hacer respiración boca a boca para que pueda seguir con vida.

Al pasar 30 minutos, llega la ambulancia al sitio. Frena justo del lado de Lautaro, y luego, dos hombres bajan con una camilla y lo suben a la ambulancia.

Una vez allí, los doctores llevaron a Lautaro a una habitación especial. 

Sanaron los fuertes golpes, cosieron las heridas, y le pusieron un yeso y muchas bendas.

Al finalizar, los doctores, buscaron entre las cosas de Lautaro, para ver si obtenían alguna información sobre el pobre chico.

Tras buscar y buscar en los bolsillos del buzo y del pantalón de Lautaro, encontraron su celular. Luego, buscaron en sus contactos a la madre.

Cuando la encuentran, llaman....

X: Hola hijo, ¿que pasó? Hablá rápido que estoy trabajando.

Doctor: Mucho gusto madre de Lautaro. Miré, yo soy el doctor Gutiérrez, la llamo del Hospital San Carlos para avisarle que su hijo a sufrido un accidente de tránsito. ¿Me permitiría su nombre, por favor?

Jazmín:  ¡¿MI HIJO?!  ¡¿LAUTARO?!  .... Mi nombre es Jazmín.....   Ya voy para allá.   *cuelga desesperadamente*

{ Narra Jazmín }

Al colgar bruscamente mi celular, agarré todas mis cosas y me fui corriendo para el hospital San Carlos. Ya no me importaba mi trabajo.

Tomé el ascensor para ir hasta el estacionamiento y luego, buscar mi auto. 

Apenas lo encontré, me subí y partí para el hospital. 

Le estaba resando a Dios para que mi hijo estuviese bien. 

Espero que los golpes no sean tan trágicos.

Después de unos 30 minutos de viaje, al fin pude llegar al hospital. 

Bajé de mi auto, y fui rápidamente a la entrada. Allí, casi gritando, le pido a la bonita y tierna recepcionista, que me dé la información de la habitación en donde estaba Lautaro. 

Ella, me pidió mi número de documento y luego, me dio la información. 

Salí corriendo a la habitación 105, en el piso número 2. 

Después de unos 2 minutos de buscar y buscar, con lágrimas en mi cara y con todo mi maquillaje corrido, pudé encontrar la maldita habitación.

Al entrar, veo a dos doctores y a mi pobre hijo en la camilla. Rápidamente, camino hacía él, lo abrazo y le doy tantos besos como nunca le he dado.

Luego, lo veo al doctor y le empiezo a preguntar como una loca que fue lo que pasó.

Jazmín: ¡¿Me puede explicar que pasó con mi hijo?!

Doctor: Calmesé señora... tranquila... Yo le explicaré que le pasó a este pobre adolescente.

Jazmín: Ya estoy calmada... ahora... Digame que le pasó a mi hijo.

Doctor: Ya tenemos mucha información sobre que pasó, donde fué y quién lo ayudó.

Jazmín: Está bien, ¡¿me puede decir de una maldita vez lo que le pasó?!

Doctor: Bueno... Ya le estaba por decir. Su hijo fue atropellado en la Avenida Rodriguez por un peugeot 408, pero fue encontrado a 50 metros del impacto. 

Luego, al parecer, una pareja lo encuentra y contacta a una ambulancia. Mientras esperaban, el hombre lo ayudó a seguir con vida haciendolé respiración boca a boca.

A los pocos minutos llega la ambulacia y lo trae a este hospital. Aquí lo pudimos controlar e hicimos todo lo que pudimos.

El chico tiene: muchos moretones por todo el cuerpo, bastantes heridas y, lo peor, el brazo izquierdo fuera de lugar.

Jazmín: ¡ESE MALDITO LAS VA A PAGAR! ¡YA VA A ESTAR DETRÁS DE LAS REJAS! ¡MALDITO! .. uf..

... ¿Pudieron sanar a Lautaro?  Por favor diganmé que sí.

Doctor: Pudimos curar sus heridas, y sus moretones sanaran con el tiempo. Y le pusimos un yeso en el brazo izquierdo. No se preocupe señora, todo va a salir bien.

Ahora la dejo un minuto a solas con su hijo.

Jazmín: Gracias doctor... 

- Jazmín, cuando los doctores se fueron, se sentó en una silla vieja del lado de Lautaro. 

Le empezó a hablar como si él la estuviese escuchando. Luego de ese momento de llanto y sufrimiento, le resó a Dios para que su hijo pudiera seguir adelante.... Y en eso...

... Lautaro abre sus lindos ojos azules... -

Jazmín: ¡Mi amor!  ¡Estás despierto! ... ¡Gracias a Dios, estás bien!

Lautaro: -confundido.   ... Sí... ¿que me pasó? .... ¿dondé estoy? ...

Jazmín: Estás en el hospital. Un maldito conductor... te atropelló.... *se enoja*

Lautaro: .... pero... ¿quién es usted? ...

Jazmín:  -impactada.  Soy yo.... tú mamá...  ¿no me recuerdas?

Lautaro:  .... no... 

continuará.

Siempre hay una solución.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora