Prólogo

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Hoy estaba cansado había estado en el club de fútbol todo el día mañana vamos a tener partido súper importante para el club y el entrenador nos había saturado a todos, era tarde.

Podía ir caminado a mi casa, ya que el club estaba cerca. Así que no era un problema que yo de 12 años valla caminando solamente cuatro calles para llegar a casa.

Le había dicho a mi madre que no iba a ir y que me iba a quedar en la casa de Harry mi mejor amigo, ella me comentó que tuvo un problema en el trabajo y que tampoco ira a casa y mi padre hoy tiene una reunión importante así que iba a llegar más tarde.

Pero no me quede en la casa de Harry porque su hermana menor se contagio de varicela y yo no la había tenido, no podía enfermarme por el momento así que iba a estar solo en mi casa, pero lo único que quería era dormir, así que no me importaba.

Después del partido iba a contagearme para no ir a la escuela. Si lo se soy un poco vago.

Llegue a casa, extrañamente el auto de mi padre estaba y las luces prendidas, abri la puerta con mis llaves, instantáneamente mi estomago se revolvió, había ropa tirada en el piso, sus zapatos, su corbata, y su saco también una camisa y unos zapatos de mujer.

Por favor que no sea lo que pienso.

Subí las escaleras el pasillo se hacía cada vez más largo y el tiempo parecía una eternidad, dentro de la habitación salía unos gemidos que me disgustaban es más me daba asco, puse mi mano en el picaporte y gire, el sonido que emitía hizo que los gemidos se detuviera empuje la puerta esa imagen quedaría por vida en mi cabeza.

Era mi padre, arriba de una mujer, teniendo relaciones sexuales, ella era morena y su cabello estaba tenido de rubio, esto me daba asco, verlo así a mi padre, que era lo mejor que tenía hizo darme cuenta de una cosa él no nos quere y nunca lo hizo.

- Eres asqueroso, me das asco - dije con odio.

- Hijo dejame explicarte yo...

Cerré de un portaso baje la escalera corriendo, él me seguía pero no me importaba, salí a la calle él me gritaba.

- Detente Thiago por favor.

Marqué en mi teléfono el número de mamá.

...

Paso tres mes desde su traición, mis padres se divorciaron hoy, no fui a ese dichoso partido, me las tire llorando en los brazos de mi madre, ella lloraba conmigo, estaba más triste que yo.

Se que ella lo amaba era su adoración y su orgullo, fue algo muy feo para nosotros lo que pasó.

Mi madre se quedó con mi tenencia creo que a él ni le importó. Habíamos llegado a la nueva casa ella estaba triste es más desde que se enteró no la volví a ver feliz a las noches la escuchaba llorar, pero siempre fingía estar feliz por mi, aunque yo me daba cuenta de ello.

- Bueno má que quieres comer yo quiero pizza.

- Ok ya voy a pedir - me dijo con una sonrisa falsa.

Voy a esforzarme para que vuelva a sonreír como antes y para que se olvide de ese desgraciado y asqueroso de una vez por todas.

...

El sonido de la música me despertó era una música de violín muy deprimente que provenía de la habitación de mi madre, me levante y me dirigí ahí, abrí un poco la puerta y la vi, ella estaba con una botella en la mano y en la otra una calibre 22 en la otra.

- Hola Thiago ¿que no puedes dormir? - me dijo amable, pero no me miraba estaba viendo el techo de su habitación.

- Mamá que haces suelta eso - apunte al arma y sentí como mis ojos se empapaban.

- Ve a dormir.

- Pero mama por favor eres lo único que me...

- ¡Ve a dormir! - me ordenó.

- pero...

- ¡Ya!

Me fui rápidamente a mi pieza agare mi celular y llame a mi tío, por alguna razón la música cambio y sonaba la de un tren cada vez se hacía más intensa.

Nose si el sonido proviene de la radio o de mi mente.

El teléfono sonó y yo rogaba a que el atienda cada vez que sonaba. Después de las tres veces contesto.

- ¿Que? - se lo escuchaba me dio adormecido.

- Mama esta con un arma creo que hará algo estúpido - dije llorando, eufórico, y un poco agitado - Por favor ven te necesito no se que hacer.

- Ya voy - lo escuché apurado.

- bueno pero por fa...

Escuché un ruido fuerte como el de un cohete pero no era uno, era un disparo, y el sonido del tren pasando se detuvo en el momento que sonó este, mi corazón se detuvo luego empezó a latir con toda la fuerza del mundo. Creí que se saldría de mi pecho. Esto era lo único que podía oír.

Corrí hasta la habitación de ella, abrí la puerta, y la escena que vi junto a la de mi padre traicionándonos me seguiría eternamente.

No esto era mucho mucho peor que mi padre haciéndolo con esa ramera.

Su cabello largo castaño y su camisón blanco se tenían de carmesí , estaba acostada en la cama está también estaba carmesí, este color provenía de su cabeza. Sus ojos estaban cerrados, la bebida se esparcía por todo el suelo y esta junto a la sangre me empapaban los pies.

El nudo de mi garganta se hizo más intenso casi no podía hablar y las lágrimas empapaban mis ojos.

Me posicione a la par de ella y sostuve su mano, la mire, se veía hermosa como siempre, pero sus manos estaban frías, el calor se esfumaba lentamente. Quería estar más cerca de ella así que me acosté a la par, envolví su brazo para que me abrazara, en él otro sostenía esa cosa, la que me la había quitado. Y me arrepentía.

No debí haberme ido, debí haberle sacado la arma, es mi culpa, es mi culpa, mis padres se divorciaron por mi culpa, mi madre se mató por mi culpa, todo es mi culpa.

- Lo siento má, no debí haberte lo dicho, por favor perdona me por eso y por no haberte quitado esa cosa - lloraba y casi no podía hablar, mi voz se me escapaba de mis labios - por favor vuelve prometo ser el mejor hijo de todos, sacárme las mejores notas, haré todos los quehaceres casa y no te pediré nada más y me portaré bien, no te causare ningún problema, así que por favor vuelve si... Prometo que haré todo eso - casi no puedo hablar.

- Te amo má, te amo mucho, más que a todo por favor me portaré bien así que por favor vuelve - le rogaba con una sonrisa forzada mientras lloraba.

- Mama - me deshice en llanto, gemía, desesperadamente, sentía que ha no podía respirar y gritaba - mama, mama, má...

Escuché que la puerta de la entrada se abría, y también como alguien subía las escaleras rápidamente, mientras que yo gemía, y lloraba.

Mi tío se paro en la entrada de la habitación, yo estaba acostado a la de ella cubierto de su sangre y abrazándola. Él trato de tranquilizarse pero veía como sus lágrimas escapaban de sus ojos. Él trataba de hablar pero al parecer no podía.

Nunca me olvidaré de esto ya que fue mi culpa de que ella muriera. Esto detuvo el tiempo, esto detuvo mi tiempo, ya las cosas nunca serían lo mismo... Yo nunca volvería a ser él mismo.

...

Mi ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora