Una agente enamorada

El inicio

Hoy seria un gran día no tendría que trabajar , ni hacer trabajos de la escuela, hoy comería tendré una comida con mi familia la mas cercana , que son mis hermanos, mi sobrino, mi madre y mi padre, yo siempre les pedía que mi padre estuviera presente ya que el esta solo después del divorcio o bueno eso nos hacia creer ya que él tenía pareja pero no nos decía por pena.
-Isa , ve a la tienda por lo que falta- me pide mi madre
-ya voy- conteste
Me dispuse a ir a la tienda, algo de lo cual me eh dado cuenta es que desde que trabajo como agente me eh vuelto paranoica , así que a todos lados llevo mi pistola, por si acaso, pero hoy siento como si alguien me observará, no le di importancia y al entrar a mi casa me lleve el susto de mi vida, una de mis pesadillas , mi familia estaba siendo amenazada por unos tipos, cuando de pronto alguien a mis espaldas me susurra en el oído.
- al fin te encuentro pequeña luna - me dijo esa voz desconocida, me llamo por mi nombre clave , tendría que ser uno de mis tanto enemigos.
Al voltearme me di cuenta que era un hombre ya grande , me soltó una cachetada y caí al piso, al caer mi madre empezó a gritar que me soltaran y ellos le dieron una cachetada, suplique que no golpearan a ninguno de ellos que lo que quisieran me lo hicieran a mi, así que me amarraron en una de las sillas, en un anillo que tengo oprimí el diamante falso que era un botón de emergencia para que supieran que estaba en peligro, sin que ellos se dieran cuenta. Todos los tipos que estaban salieron y me dejaron con el ogro , bueno así es como nosotros lo llamamos.
-Vaya pequeña no creí que tuvieras una familia tan hermosa, pequeña luna o debería decir Isabel, vaya que me has causado problemas, siempre tu y tu equipo me arruinan mis entregas , pero ya no mas hoy morirás y dejare que tu familia lo veo y luego los matare a cada uno- me dijo mientras sonreía con malicia, como si fuera una pequeña travesura insignificante.
-Haré lo que quieras pero a ellos suéltalos y no les hagas nada , por favor te lo suplico.- le pedí
-Me gustaría poder cumplir tu suplica, pero no confío en ti, solo desquitare todas las veces que me has hecho enfurecer. - dijo esto último dándome un puñetazo en mi mejilla izquierda, me empezó a golpear como si le pegara a un costal, de pronto se detuvo y agarro a mi pequeño sobrino y le dio una patada en su pequeño estomago, me enfurecí como nunca me mi poca vida y como pude me levante cargando la silla lo golpe por atrás y luego me deje caer en el con todo y silla y así logre que se rompiera , lo empece a golpear hasta que el me aventó y saco un arma y apuntando a mi familia me dijo.
- Basta de juegos pequeña , te matare y luego a ellos -
saque mi arma de la parte en que la guardaba y le apunte, ante la mirada de mis seres queridos.
-Tú no harás esa tontería, el que morirá serás tú.-le dije, pero él sonrió de lado y me dijo.
-Tú nunca has matado a nadie , no tendrías el valor de hacerlo ahora ja.
Tenía razón el seria la primer persona que mataría , pero era eso o dejar que mate a mi familia ante mis propios ojos. Así que sonriendo le lance mi anillo y esa distracción sirvió para dispárale en la cabeza, solo vi como se desplomaba , cayendo de rodillas. De pronto sentí como esa puerta que estaba en mi cabeza se abría y se asomaban unos ojos acusándome, hice lo que temía, abrir esa puerta de la culpabilidad, pero ahora que lo pienso siempre tendré culpa ya que no le conté nada a mi familia de mi trabajo.
Yo también me desplome en el piso, respirando agitadamente, nadie decía nada , hasta que de pronto unos sonidos de disparos se escucharon y ellos cerraron los ojos. Hay fue donde me di cuenta que yo ya no podía seguir a su lado, ya no, si seguía con ellos les podría pasar algo y yo sería la culpable.
De pronto alguien abre la puerta y es mi jefe y mis amigos, compañeros de equipo, al verme me preguntaron si estaba bien, solo me levante y asentí y dije.
-Limpien por favor y que los atiendan a ellos en un momento vendré a hablar con ellos.-dije caminando hacia la salida.
Mi jefe me dijo- Ve a que te atiendan a ti también.
Y salí lo más rápido que me permitieron mis piernas, sin mirar atrás y sin saber qué pasaría después, lo único que sabía es que era el inicio de una pesadilla...