Capítulo 1

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Hola, ando reeditando  y ya que fue hace mucho que hice la última publicación, he descidido que voy a volverla a publicar, esta vez con más rapidez. Espero que les guste.

Pov. Amelía

Me despierto algo asustada ya que na luz del sol está algo fuerte, al ver mi celular abro mis ojos como platos al ver que son las 10:30 pero rápidamente me tranquilizo al notar que es domingo. No suelo acostarme tan tarde, pero recuerdo que anoche estuve hasta muy tarde bailando y bebiendo, lo de la bebida lo recuerdo con más fuerza gracias al dolor de cabeza que me acaba de dar, al voltearme para tratar de agarrar las aspirinas, me doy cuenta de que alguien esta en mi cama, tez morena, cabello liso color café pero con las puntas entre naranja y rojas, desde este ángulo se ve muy sexy, pero mi dolor ataca de nuevo, lo que me quita las ganas de todo.

Me levanto de mi cama, cojo unos pantalones con elástico en la cintura, y una grande camisa que tiene un estampado con un letrero en alemán que dice "mi nivel de concentración llega hasta el punto de que tus tetas le permita llegar", de esta manera nadie sabe lo que dice. Rápido llego al baño, cojo unas aspirinas y las ingiero como mentas, es irónico que en prácticas de box resista muchos golpes pero si es un dolor de cabeza o unos cólicos me derriben como si fuera de cartón bajo la lluvia.

Al salir del baño, la chica que esta en mi cama ya esta despierta, y tiene su cabeza apoyada en un brazo y una leve sonrisa que se expande al verme.

- Hola preciosa. - Me dice con un tono seductor.

- Hola. - Le respondo con el mismo tono, recostandome en el marco de la puerta del baño.

- Estuviste estupenda anoche.

- Gracias. - Le respondí con un tono de soberbia, siempre funciona. - Tu no lo hiciste tan mal.

Hace cara de ofendida pero rápido vuelve a su sonrisa y dice. - Gracias, pero si quieres puedo mejorarlo en este momento. - Dice mientras se pone de pie, delante de mi, desnuda y logro ver que sus senos están muy bien, pero no puedo recordar su nombre.

- Emm gracias por tu ofrecimiento, pero voy a salir a fumar un cigarro. - Digo para quitármela de encima, no quiero repetir esta mañana, la resaca no es que sea un buen afrodisíaco.

- ¿Prefieres un cigarro a estar conmigo? - Pregunta como si fuera una ofensa, pero estuviera convencida que volvería a sus senos... Perdón, a sus brazos.

- La verdad es que sí, ahí esta el baño, hay agua en el refri, sirvete lo que quieras y no te preocupes por cerrar cuando salgas, tengo llaves. - Le respondí descaradamente, le guiño el ojo y salgo sin esperar respuesta.

Fui por un café, era domingo así que tenia el día libre, pienso que seria bueno ir a correr, pero al pasar por una ventana veo mi reflejo y me doy cuenta que no tengo ropa para hacer ejercicio, así que decido ir a mi departamento a cambiarme, espero que la morena se halla ido ya.

Al llegar, veo que no esta lo cual es un alivio, me desvisto y me dirijo al baño cuando suena mi celular indicando que es un mensaje de un número desconocido.

Espero que la hallas pasado genial porque yo no vuelvo a salir contigo, no soy cualquier prostituta que dejas tirada en tu casa.

Carajo! Esta chica se había ofendido, de igual manera yo tampoco pretendía volver a salir con ella, nunca lo hago, en especial con alguien tan gruñona como había resultado ser aquella chica.

No le prestó atención, me baño ye pongo unos shorts negros y una polera blanca, mis lentes oscuros y recojo mi cabello. Salgo a correr como por dos horas, me detengo compro una botella de agua y vuelvo a mi casa.

Al llegar, vuelvo a tomar un baño, me pongo unos jeans, una camisa a cuadros y dejo mi cabello desorganizado, comienzo a adelantar trabajo para mañana. Soy capitana de una comisaría de investigación en Nueva York, había un nuevo caso, trafico de armas por vía submarina, habían sospechosos los cuales eran los que distribuían las armas a las pandillas por el sector sur de la ciudad.

Leo expedientes, algunos tienen antecedentes de porte ilegal de armas, drogas o pequeños asaltos. Mañana todo será un alboroto, ya que hay rumores de que miembros de los altos mandos, hicieron que se ignoraran las pequeñas denuncias, así no se registraría la reincidencia, por eso el caso demoró tanto en abrirse.

Me doy cuenta que son las 11 pm, así que decido irme a dormir. Mañana será un nuevo día.

Te Tendré A Mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora