Pov. Amelía
Sigo las indicaciones que Carla me da, luego de aproximadamente 30 minutos, llegamos a un edificio, que al parecer ahí queda su departamento. El tiempo de camino se me hizo corto, tenerla cerca a mi se me hacia una tortura, pero en el interior algo placentera, no puedo negarlo, es una mujer hermosa, pero ya dije que no me involucraría con ella. No hablamos nada, ya que el ruido de los autos y el motor de la motocicleta hacia que no pudiéramos escucharnos.
Cuando llegamos ella se quita el casco y me indica a que entremos, me quito el casco, retiro las llaves del motor y voy tras ella. Al entrar veo un comedor lleno de hojas, fotos y retazos de periódicos, mas parecía un escritorio o una mesa de operaciones que un comedor. Ella se quita su chaqueta, me invita a sentarme.
- ¿Quieres tomar algo? ¿Cerveza? ¿Soda? ¿Café? ¿Agua? - Me río ante su múltiple ofrecimiento.
- Una cerveza esta bien. - Ella sonríe y saca de refrigerador dos botellas, las destapa y me ofrece una.
- Gracias. - Le recibo.
- No hay porque. - Me sonríe y se queda mirándome, el calor en mi cara aumenta y mis nervios cobran vida.
- Bueno, ¿comenzamos? - Trato de acabar con ese silencio incómodo.
- Emmm si, espera un momento. - Va por una libreta, un bolígrafo y se sienta al otro lado del sofá. - Bueno antes que nada, quiero agradecerte por aceptar, en serio que es importante por mi, si hay alguna pregunta que sientas que no puedes contestar, me lo dices y no hay ningún problema. - Me sonríe, Tratándome de transmitir una confianza que se nota que en estos momentos ella no posee.
- Esta bien. - Me pierdo en sus ojos.
- ¿Cuánto tiempo sospechas que esto ha estado ocurriendo sin que se abriera el caso?
- Verás, hay informes de que las primeras denuncias en relación a los movimientos de algunos sospechosos son de hace dos años, sin embargo estas fueron archivadas.
- Entiendo. - No deja de mirarme, sólo un poco aparta sus ojos para tomar unas pequeñas notas en su libreta.
- ¿Qué causó que se abriera el caso?
- Uno de nuestros oficiales, encargado de los archivos encontró una falta de firmas de parte de superiores, es un requisito cuando se archiva una denuncia, al ver tanta reincidencia, decidió informarme y al leerlos todos, deducí que tienen muchas cosas en común y coincidencias, por lo cual decidí investigar y llegar a la conclusión que había un caso.
- Entonces un pequeño error hizo que todo esto explotara. Y claro esta, tu astucia. - Me sonrojo ante sus palabras y ella lo nota. - ¿En muchos casos te ha pasado lo mismo? Es decir, ¿tu misma unes las piezas?
- ¿Eso también es información para tu reportaje? - Después que dije eso, me di cuenta que me había pasado. Bien hecho Amelía.
- No, esta es para mi. Me respondió con una sonrisa, al parecer no me pasé.
- Bueno, pues ya cuando llevas tiempo en este campo ya tienes experiencia para unirlas. - Contesté algo nerviosa.
- Interesante habilidad. - Se para, va a na cocina y saca otras dos cervezas, las destapa y me da una.
- Gracias.
- No, a ti, creo que estas son todas las respuestas que me puedes responder por ahora, cuando acabe la investigación quisiera conocer todo de tu boca, claro, si tu me dejas. - Esas últimas frases me dejaron sin aire, conciencia gritaba ¡TU DE MI BOCA PUEDES CONOCER TODO LO QUE QUIERAS HERMOSA! Luego volví rápido al mundo real y le dije.
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Te Tendré A Mi Lado
General FictionAmelía es capitana e inspectora de una comisaria de Nueva York, alguien centrada en su trabajo, sin pensar en nadie más, es una mujer complicada, pocas veces alguien logra conocerla al menos un poco más de lo que aparenta ser, pero todo cambiará cua...