Pov. Amelía
Acabo de salir del trabajo, son las 4pm, un poco más tarde de lo normal, teniendo en cuenta que hoy es sábado y sólo trabajo medio día, pero también tengo en cuenta que llegué poco después de las 11am por estar en casa de Carla.
Me dirijo a mi casa para arreglarme, pero decido llamar a Carla.
- ¿Hola?
- Hola
- Amelía ¿cómo estas?
- Bien. Te recojo a las 7pm.
- ¿De que hablas?. - Mierda al parecer lo olvidó.
- Dije que te recompensaría, vamos a ir a cenar. Claro si tu quieres.
- Sí, claro, nos vemos a las 7 entonces.
- Ok, adiós.
- Adiós Amelía.Cuelgo, y arranco en mi motocicleta, esta mujer me esta moviendo todo en mi mente, lo peor es que no le puedo permitir eso, no quiero llegar a hacerle daño, no soy mucho para ella, nunca he tenido una relación seria y si la llegara a lastimar no me lo perdonaría.
Llego a mi casa, me doy una ducha, al salir, decido que voy a preparar algo, entro a la cocina, abro la nevera y me doy cuenta que sólo hay unas cuantas cervezas y agua. Creo que vivir sola no ha dejado que compre víveres, no pienso más, agarro una cerveza y me la tomo mientras decido que ponerme. Decido ponerme un pantalón blanco con bonites negros de tacón, una camisa azul véneto y un saco tipo blaser color negro, arreglo mi cabello con unas cuantas ondas y un maquillaje nocturno. Al ver el reloj, me doy cuenta que son las 6:30, apenas para salir, voy al parqueadero y miro mi auto, con algo se polvo, así que decido agarrar mi motocicleta y me dirijo a la casa de la chica de ojos verdes.
Al llegar, dejo estacionada la motocicleta, y subo en ascensor hasta su piso, al estar frente de la puerta mis nervios comienzan a atormentarme, parezco una cría, los ignoro y golpeo. Escucho una voz que grita.
- VOY!!
Alcanzo a escuchar pasos duros y rápido y rápidamente abre la puerta una mujer hermosa, su cabello completamente liso, una blusa color salmón, pantalón negro y botines cafés, y una chaqueta negra.
- Hola Amelía. - Me sonríe y siento que moriré.
- Hola Carla... ¿Vamos?
- Sí, vamos. - Sus ojos no se despegan de los míos, ni siquiera para cerrar. Cuando cierra nos dirigimos al ascensor hasta el primer piso y al llegar al estacionamiento y como si me conociera hace mucho tiempo, conoce la rutina agarra el casco con visera corriente y se lo pone. Subimos a la motocicleta y antes de encenderla le digo.
- Veo que aprendes rápido linda. - Mierda como se me pudo escapar el "linda" .
- Arranca de una vez y trata de no matarnos. - Responde con una sonrisa, al parecer no ha notado mi error.
Arranco y ya estamos a salidas de la ciudad, me detengo en un restaurante, con cierto ambiente rústico, es especialista en asados, es uno de mis favoritos. Cuando me detengo me quito el casco y la volteo a mirar con expresión de que puede hacer lo mismo. Cuando lo hace, se baja de la motocicleta, y se queda mirando.
- Esta esta muy lindo.
- Si y la comida te hará amarlo.
- Creo que más bien a la que hizo que lo conociera. - Hace una sonrisa picara y mira al suelo, se nota que se ha apenado.
Yo no digo nada, sólo bajo de la motocicleta y la invito a entrar, cenamos tranquilas, mientras hablamos de temas de su investigación y casos similares en los que he trabajado, ella me mira con total concentración y hay veces en el que no aguanto el contacto visual y tengo que apartar la mirada, al parecer ella se ha dado cuenta y ahora lo hace con cierta malicia, lo sé por su sonrisa pícara. Al terminar, pido la cuenta y pago a lo que ella hace una cara, la verdad no sé como explicarlo pero se me hace bastante graciosa, es una mezcla entre molesta, pícara y con señas de que va a morir de la risa, luego dice.
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Te Tendré A Mi Lado
General FictionAmelía es capitana e inspectora de una comisaria de Nueva York, alguien centrada en su trabajo, sin pensar en nadie más, es una mujer complicada, pocas veces alguien logra conocerla al menos un poco más de lo que aparenta ser, pero todo cambiará cua...