Parte 5. Emma.

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Emma no se había ido a su habitación. No había hecho problema, e incluso se encontraba con Cameron, quien conversaba con varios cazadores de sombras.

Ocasionalmente estos le preguntaban cosas, pero Emma les respondía de una manera distraída.

Su atención estaba en la puerta por la cual había salido Jules hace casi una hora y media.

No creía que había ido a su habitación, pues ella se había excusado para ir al baño y había pasado deliberadamente por la habitación de Jules, la sala de armas y la biblioteca.

Por supuesto, no había señales de vida.

Había interrogado con la mirada a Livvy, Dru e incluso a Tavvy, pero ellos parecían estar tan ocupados buscando a Jules como ella.

Emma conocía a su parabatai. Habían pasado demasiadas cosas para que se haya ofendido en serio por lo que le dijo. Sabía que ese no era su Julian. Ese no era el mismo chico con el que había hablado en la sala de entrenamiento hace unas horas.

Sólo necesitaba saber qué le pasaba, pero algo que odiaba de él, era que tenía un orgullo muy fuerte. Siempre pretendía que todo estaba bien. Quería hacer las cosas por sí solo incluso cosas que nadie podía hacer.

Igual que ella.

Como criar a sus hermanos, por ejemplo. Jules llevaba tanto en sus hombros.

—Emma. — La mano de Cameron encontró la suya.

Ella le dio una rápida mirada a la puerta, antes de volverla al pelirrojo.

— ¿Sí?

—Eva te preguntó algo.

Eva era la otra rubia del grupo.

A ella parecía desagradarle Emma por alguna razón. Sospechaba que a Eva le gustaba Cameron, pero ¡Por el ángel!

—Lo siento, estoy distraída. — Admitió. — ¿Cuál era la pregunta?

La otra puso los ojos en blanco.

—No me sorprende que estés tan distraída, querida.

Emma sintió la mano de Cristina agarrar la suya por atrás.

— ¿Disculpa?— Dijo Emma, sin entender.

—Ya sabes, con lo que tú parabatai te acaba de decir en medio de todos...— Suspiró con teatralidad. — Ese es el chico Blackthorn, ¿No?

—Sí.

—Realmente, no creí que estaba tan afectado. El que le hayan quitado a la mitad de su familia parece que lo dejo medio... Loquito, ¿No?

Emma abrió los ojos sobremanera. Cristina se enderezó y Cameron desvió la mirada.

— ¿Qué...?

—Está trastornado. — Dijo uno de los otros dos chicos. Éste se llamaba Douglas y tenía el cabello castaño en estilo corte militar. — No pudimos haber esperado más.

— ¿Están ustedes diciendo que...?— Empezó Cristina, pero fue cortada.

—Emma, tu parabatai te va a hundir. — Dijo el otro.

Ella podía sentir la bilis subiendo por su garganta. ¿Quiénes eran ellos para hablar de la vida de Jules?

—Chicos, basta. — Musitó Cameron débilmente.

—Es que es la verdad.

La respiración de la rubia se había vuelto superficial debido a la furia.

Breathe me. (Blackstairs/Jemma)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora