Capítulo treinta y seis: Gaulle Gaulle.

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– Buena – Saludó el chico que venía entrando al dormitorio – Veo que estás mejor, me alegro – Miré al Bestia sin entender ni una weá ¿quién era este tipo?.

– Se llama Iván, él te encontró cuando pasó lo del ataque y cuidó al bebé hasta que llegué – Soltó el Bestia tomando al niño que estaba algo inquieto en la cama – No te podía subir al departamento, así que él aceptó que te quedarás en su casa hasta que despertarás.

– Gracias – Sonreí tendiéndole la mano para saludarlo – Y doble gracias por ver al chico.

– De nada pueh', es súper tranquilo el bebé, ¿ Cómo se llama? – Acariciaba la manito del pequeño con suavidad.

– Manuel – Respondí sin pensarlo realmente y el Bestia me quedó mirando raro.

– Que nombre más monono – Habló como estúpido frente al bebé.

– ¿Cierto? Es adorable – Reí mirando a Oscar que estaba con una cara de ¿me estás molestando? – ¿Qué hora es?.

– Las una cuarenta – Respondió el Iván.

– Alcanzamos a ir a inscribir – Tomé la mano del Bestia para que se apurara – De nuevo gracias por todo Iván.

– De nada, estamos para ayudar – Sonrió despidiéndose del Bestia.

Partimos rumbo al registro civil, me había empezado a doler la cabeza de una manera anormal pero, quería que el chico tuviera nombre antes de que cerraran en lugar.

– Oye – El rapero posó su mano en mi pierna – Trata de no andar por escaleras ya – Asentí entendiendo un poco mi pérdida de conocimiento – ¿Manuel cuánto le vas a poner?.

– Manuel Manuel – Reí – Puta no tengo idea.

– Te van a preguntar dos nombres po' – Miraba al niño.

– ¿Y si le pongo León Manuel? – Susurré.

– Mejor, me gusta mucho más y así no estoy recuerdo al rubio cada vez que llame al niño – Tió el hombre a mi lado y yo sólo asentí.

Estaba sumergido en el pensamiento de dar en adopción al chico o quedarme con él y aperrar como hombre que soy el setenta por ciento del tiempo. Llegamos al registro civil, bajamos lo más rápido que pudomos hasta donde se encontraba la mujer y sacamos el número que daría el comienzo del niño en esta vida. Comencé a mirar las reglas para inscribirlo y en todas pedía el comprobante de parto que por supuesto yo no tenía y los documentos de la madre, si ésta no existía pedían dos testigos que la conocieran, nuevamente putie al mundo cuando mi número salió de los labios de la mujer.

– Disculpé yo tengo un problema – Hablé un poco nervioso – Solo tengo estos papeles – Le entregué el documento de paternidad y un papel que me dio el médico el día anterior, la mujer con el ceño fruncido me miró con desconfianza.

– ¿Tiene su cédula de identidad? – Asentí mientras le entregaba el niño al Bestia y sacaba mi billetera. Entregué mi cédula bastante tiritón – Bien, ¿nombre qué le dará a su hijo? – Y me quedé en blanco, no fui capaz de responder tal pregunta, la palabra su hijo se repetía en mi cabeza.

– León Manuel – Contestó el Bestia a mi lado.

– ¿Gaulle Gaulle o le pondrá sus dos apellidos? – Negué con la cabeza y la mujer me miró medio extraño.

– ¿Gaulle Gaulle? – Rió el Bestia a mi lado y yo sólo asentí.

– Bien, su hijo ya está inscrito – Imprimió unos papeles que me dejó sobre el mesón.

Hasta que mi cuerpo aguante [Historia Gay] (GOTH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora