Él me abrazaba mientras mi cabeza reposaba en su hombro. De repente se puso a hablar:
- Shannon...-paró como si estuviese pensando qué decirme- ¿sientes algo por mí?
-No es el mejor momento para hablar de eso ahora Lucas,-le contesté nerviosa-la cabeza me da vueltas y necesito que me de el aire un poco asi que si te molesto me voy a otro banco-le solté.
-No me molestas, quiero seguir aquí contigo.
Estuvimos unos minutos en silencio. Ninguno hablaba. Estaba casi dormida en su hombro. De repente habló.
-Shannon yo...
-Shh...-exclamé.
Empecé a darle besos en la mejilla. Poco a poco le iba dando besos en el cuello. Me cogió la cabeza y nuestros labios se juntaron. Tras unos minutos volví a poner la cabeza sobre él, estaba demasiado cansada y mareada. Se iba haciendo tarde y no sabía dónde había ido Maddie, por lo que me iba a mi casa.
-Se va haciendo tarde, me voy a mi casa-le dije.
-Es muy pronto no vas en condiciones de ir a tu casa- contestó.
-No me apetece ir a mi casa y no sé dónde esta Maddie para ir a la suya y por si fuera poco no coje el teléfono, no me queda otra opción-expliqué.
-Si quieres te puedes quedar a dormir a mi casa. Este finde estoy solo y no me importa un poco de compañía.
-¿Seguro que no te importa?-le pregunté ilusionada.
-Seguro.
Le di un beso, le cogí la mano y nos fuimos a su casa. No queríamos cenar asi que empezamos a ver la tele. Él se tumbó boca arriba y yo me tumbé encima suya. Justo ese día televisaban mi peli favorita: "Divergente" que por suerte, a él también le gusta. Cuando acabó, nos fuimos a dormir.
-Lucas, déjame algo para dormir. Un pijama de tu madre o una camiseta tuya...
Me dio unos pantalones y una camiseta suya. Me dio un beso y nos acostamos. Al principio estábamos espalda con espalda, pero pronto se dio la vuelta, le cogí la mano y me abracé con él.