Chica del Café:
2:07 A.M
Esta mañana parecías un oso con toda la ropa que llevabas puesta, no me lo tomes a mal, solo que me pareció gracioso verte con tres camperas, guantes y gorro, siendo que recién comienza el otoño.
¿Tanto frió sentías?
Luego de que ordenaras un capuchino y te situaras al lado de la ventana, note que la punta de tu nariz estaba roja y me pregunte si encontrabas enferma. Me lo confirmaste de igual modo cuando estornudaste sucesivamente y sacaste un paquete de pañuelos de tu campera.
Tomaste tu cuaderno y empezaste a garabatear en él.
Ese día casi me quemó con la plancha, por imaginarme que era lo que te tenía tan inmersa en esas hojas de papel.
ESTÁS LEYENDO
Cartas de Desvelo
RomanceNunca tendré el valor para ir y hablarte, pero de esta forma siento que estoy más cerca de ti. Te escribo por todas esas noches que no logre dormir pensando en ti.