Alicia:
12:17 A.M
Llegaba tarde a mi siguiente clase, la mochila se me descolgaba, los planos se caían y trataba de hacer equilibrio con mis dos pies izquierdos. Un desastre.
Choque. Era de esperarse. Pero lo que nunca me imaginé es que sería contigo. No hubo gritos, ni insultos como yo esperaba.
Te levantaste y me tendiste la mano, te disculpaste por andar en las nubes. Tome tu mano, se sentía tibia y suave. Me pare y nuestros rostros quedaron muy cerca, fue cuando pude escanear tus mejillas pecosas, tu nariz de porcelana y tus ojos zafiros bien de cerca.
Te triste y colocaste un mechón de tu cabello detrás de tu oreja.
¿Acaso estabas nerviosa? ¿Por mi?
Te solté rápido, no quería que te dieras cuenta que tu presencia hacia que los pelos de mi nuca se erizarán. Miraste al suelo y parecias dolida.
Te juro Alicia que no era mi intención ofenderte.
Alguien te llamo a lo lejos, un chico, el mismo chico de siempre.
"Adiós" fue lo último que articulaste antes de echarte en sus brazos.
¿Dolida vos? ¡Más bien yo! Te sonrojas conmigo y luego te vas con otro!!
¡¿A qué juego macabro estás jugando?!Rabia, enojo e impotencia, eran algunas de las cosas que sentía en ese momento.
Atte: ¿Celoso yo? Nunca.
ESTÁS LEYENDO
Cartas de Desvelo
RomanceNunca tendré el valor para ir y hablarte, pero de esta forma siento que estoy más cerca de ti. Te escribo por todas esas noches que no logre dormir pensando en ti.