II confesión

7 1 0
                                    

Es terrible sentir tanta impotencia; deseos de salir de aquí y no poder necesito pensar en algo que me de fuerzas para escapar de esta triste realidad, sólo necesité unos segundos para pensar en alguien, Damián.

Vi que el arma estaba en la mesa sólo debía soltarme y darle guerra hasta vencerlo ¡Esto es...imposible! En medio de sollozos me dije a mi misma que era fuerte y que yo podía con esto y más.

-Oye Amy ¿te gustaría seguir escuchando mis confesiones?

Molesta respondí: Habla dispones de poco tiempo.

-Como sea, sabes que no vendrá Frederick.

-¿Quién lo dice?

-Yo, que no ves sólo está contigo por compromiso y dinero, en cuánto se libre de mí también lo hará de ti-adiós fuerzas que tenía, es cierto de un modo muy lógico.- Además te ha engañado siempre. Crees que puedes confiar en alguien de poca experiencia.

-Eso lo sé es un poco inexperto.

-¿Que tanto?-intenté recordar algo que me dijera cuánto y no lo supe.- ¡Eres su primer caso! Tus padres quisieron que él te cuidará no precisamente era para atraparme ya que al inicio creyeron que era muy inofensivo.

- Y lo eras, no te tengo miedo.

-Deberías, pero no nos desviemos de tu "Fred". Es un mentiroso, una lástima para ti.

-¿Mentiroso?

-Ustedes se conocían de antes.

No es cierto

-Tus recuerdos son muy pocos pero si- se sentó sobre la cama- y tus padres lo querían a él en tu vida y tuvieron conmigo la excusa perfecta para traerlo a ti, necesitabas estar acompañada para la noticia que debían darte tarde o temprano y quien más que alguien que compartió contigo su niñez.

-¿De qué demonios hablas?

-El niño de la guardería -soltó y yo me quede sin aire, nadie sabía eso como se dio cuenta de él, esto es una mentira él no puede conocer mis recuerdos tanto como yo, mi rostro reflejaba incertidumbre.

-Sí, él era muy tímido y reservado. Como pasan los años ¿no crees?-me rozó la mejilla y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

-No es posible que sepas de él.

-Tantos años de estar tras de ti uno aprende a investigar para obtener lo que quieres y pues yo lo encontré, investigué de él y encontré que estuvieron en la misma guardaría , la señora no quería brindarme información pero con un poco de dinero todo funciono y me dio su expediente, leí que era así y que le era difícil acercase a las personas y que en unas preguntas que se le habían hecho te había mencionado-¿qué diría de mí?-y dijo que ambos se parecían, que eran reservados ,justo como te conocí ,mi amor.

-Aléjate.-me dio otro beso y esta es no pude evitar y tire de él con todas mis fuerzas pero fue imposible solo podía llorar.

Se alejó un poco y se estaba marchando pero yo tenía más preguntas-si todo fuera cierto eso no justifica que mis padres lo supieran, digo que él era lindo o lo que yo pensara de él.

- Es cierto créeme , que digo la verdad, una verdad que te dolerá siempre Amy.

-Calla..

-Tus padres quizás no lo supieran pero había esa posibilidad de que antes se hubieran cruzado palabras y confiaron que fuera así a pesar de su diferencia de edad lo quisieron creer no los culpes eran su única opción.

Es aquí cuando creo que es una persona coherente que habla sinceramente como nadie lo ha hecho antes, pero que pronto vuelve hacer un loco.

-Iré a bañarme, no creo que quieras venir ya que no soportas que te muestre un poco de cariño.

Debía aprovechar bien el tiempo que él estuviera afuera, había dejado el arma en la mesita y como pude me acerque a la orilla de la cama y trate de acercarme a la mesita y a intente soltarme pero no podía forcejeé pero no podía y las lágrimas volvían a brotar, quería salir de aquí por mí, y por Damián.

-¿Qué intentas hacer Amy?

-Te odio -grite

-Conozco el sentimiento y ¿sabes por quien lo sentí?

-Lo sabes, si fue por Mateo y también lo mate y ahora eres mía.

Llore como el día en que me dieron la noticia sentí que ya no me quedarían lágrimas.

Saco un objeto de una cajita y estuvo jugueteando con el mientras me observaba.

-Es tuyo.- me entrego el llavero que le había regalado la última vez que le había visto, lo tome entre mis manos como si eso pudiera transportarme a ese momento de felicidad.-Perdóname- lloro también y se arrodillo frente a mí- jamás creí hacerte tanto daño. Perdóname chiquitita..

Yo solo empeñaba en el objeto y lloraba, no podía ni quería hablar. Tenía que salir de aquí ahora.

Me arrodille junto a él y lo bese con dulzura tanto como me era posible pero inconscientemente recordaba a Theo y como él siempre me hacía sentir. Mientras lo hacía a él se le cortaba la respiración, se separó de mi casi tambaleante y desconcertado.

-Soy bueno, lo juro Amy, te quiero.- yo solo le dedique mi mejor sonrisa. Me desato las manos y pies.- No te vayas por favor, te necesito para poder dominar mis demonios, entiéndelo -asentí y volví a besarlo esta vez su asombro fue reemplazado por ternura y éxtasis. Nos fuimos acercando hasta quedar muy juntos y nos acercamos a la mesa el tomo mi cintura y me rodeo con sus manos y yo por mi parte introduje mis manos en su cabello rubio y con la otra tome el arma y saque la mano de su cabello y baje hasta su pecho y tire de él y esta vez tuve éxito, cayó sobre la cama con cara de sorpresa.

-No podrás matarme, me quieres, me deseas lo pude sentir Amy. Soy tu única verdad.

-Te olvidaste de alguien, Damián. Él si es mi única verdad, tu solo eres una mala imitación de Theo, nunca serás como él.-dije apuntando hacia él.

Mi Única Verdad.Where stories live. Discover now