20.- •Pequeño Recuerdo•

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Narra Jos:

¿Quién eres ?...

Esa frase no salia de mi mente. ¿Qué demonios le hicieron para que se olvidará de mí y de los demás? Me preocupa que no recuerde, como le pasa a Alex.

—Entonces... ¿no recuerdas nada ____? -le preguntó Jony y ella negó cabizbaja.

—Lamento... No poder recordarte, Jony -hizo una mueca— pero sinceramente tampoco recuerdo a mi familia. Es frustrante pero -se encogió de hombros- supongo que regresaran todos los recuerdos lentamente.

—Entiendo lo que sientes -dijo ésta vez Alex- mis recuerdos vuelven. Lentos, pero vuelven. No te angusties _____, ya recordaras.

—Si, eso espero.

Estábamos aun descansando, habíamos corrido y caminado por horas. Aunque no podíamos quedarnos por mucho tiempo aquí, le dije a ____ que tratara de descansar, se notaba demasiado agotada al igual que todos nosotros.

La atraje con migo para sentarnos bajo un árbol, seria un buen lugar para estar un momento a solas y hablar un poco; al menos para tratar que me recuerde. Se notaba muy ida en sus pensamiento, quería saber que era lo que pasaba por su mente en estos instantes, pero no me animaba a hablarle e interrumpirla de tales cavilaciones. Su mirada estaba puesta en la clara luna nueva que estaba asomándose esta noche, yo, tan solo la miraba a ella. Su belleza tan... Bueno, que decirles es realmente hermosa.

—¿En que piensas? -pregunté curioso, quiero saber que pasa en su mente, que la tiene así. Sé que lo que vivió en este tiempo la tiene así en parte, pero me gustaría que se desahogara con migo.

Suspiro mientras cerraba los ojos. -Estoy confundida, no sé si... Si hice bien en irme de la clínica-laboratorio.

—¿Por qué? -dije confundido.

—Por qué no sé quienes son ustedes, y no sé si en realidad me dijeron la verdad. -No voy a negar, que lo que ah dicho me dolió, pero trato de entenderla.

—Te aseguro que puedes confiar en nosotros. Porque no dejaremos que te pase nada, ¿escuchaste? No voy a dejar que nada te haga daño -le prometí. La tome de las manos y le bese los nudillos de esta. Ella soltó sollozos leves, sin embargo, no lloraba como debería.

—G-gracias -susurró. La abrace y le bese la frente. Pero rápido se alejo de mí. -Dame algo de tiempo, ¿sí? No me lo tomes a mal, pero me siento algo incomoda cada vez que me abrazas. Al menos dejame recordarte un poco -asenti mientras me alejaba un poco más de ella, no la voy a presionar. Tan solo la dejaré recordar, eso es tardío, pero pronto lograra hacerlo.

—Te daré tu espacio -me pare del suelo para irme a otro lugar, pero jalo de mi brazo sorprendiéndome por su acto.

—No me dejes sola. -Suplicó. Me quede desconsertado ya que acaba de decirme que le de tiempo, y ahora quiere que me quede con ella. Es muy confuso, ¿quien entiende a las mujeres?.

No opuse resiatencia, y me quede con ella un rato. En poco tiempo amanecería y tenemos que seguir él camino, a unos kilómetros de nosotros esta la ciudad, y no quiero que los putrefactos nos logren alcanzar.

[...]

Al amanecer, ya llevabamos un largo periodo de camino. No hemos comido ni dormido bien últimamente, pero hacemos todo lo que podemos para mantenernos de pie y seguir adelante.

Lo bueno es que nos faltaba poco para llegar a la base, lo malo, es que teníamos que pasar cerca de la ciudad.

—Mantenganse todos alerta -advirtió Jony quien era él que nos guiaba. Seguramente los caminantes putrefactos andan cerca, no podemos arriesgarnos por un descuido.

Apocalipsis De Amor » Jos CanelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora