Marcel. (Harry Styles & tú)

Capitulo 12

Capitulo 12:

Al levantarme sentía una extraña sensación en el estómago. No pude evitar pensar en Harry, era algo que se me había vuelto costumbre hacer desde que le volví a ver. Podía decir que había olvidado su sonrisa, sus ojos… Realmente lo que he dejado olvidado era su carácter. Harry no era malo, él solo ha cambiado. 

Seguía con la manta cubriéndome hasta por encima de la boca pues, hacía mucho frío. La idea de despegarme ahora del confortante calor de mi cama y tocar el suelo frío hacía de esto una tarea más difícil. Cogí en un rápido movimiento el teléfono y marqué el número de Megan.

-Mierda, _____... –Gimió ella. Reí. -¿Sabes qué hora es? 

-¿Las doce? 

-Para ti es fácil. –Dijo y escuché el chirrido de sus pulseras y collares. No se puso el pijama y seguía con las muchas joyas de ayer. –Tú no tienes una resaca de tres pares de narices. No sé ni cómo he llegado  a casa. 

-Harry y yo te llevamos a casa. –La dije y sonreí por el mero de hecho de haberle nombrado. 

-Umm, ¿me estás diciendo que el buenorro de Harry me llevó en brazos? 

-Si no quieres que te cuelgue ahora mismo, deja de restregarme eso. –La advertí con tono divertido.

-Escucha cariño, conseguiré su número y lo acosaré. O lo haces tú o lo hago yo. 

-Si, si… Luego hablamos. 

-Adiós. 

Puse los ojos en blanco. Creo que Megan no tiene solución. Volví a dejar las manos bajo las mantas. Realmente eran las doce de la mañana, me estoy volviendo una perezosa.

-¡________! –Gritó Zayn desde el piso de abajo.

-¡¿Qué?! –Grité yo. 

-Me voy, luego vuelvo. –Dijo.

-Hasta luego. 

A pesar de que carecía de sueño, cerré los ojos. Tal vez conseguía dormir un poco más. Me acurruqué aún más abrazando mi almohada. Comenzaba a sentir que de nuevo volvería a caer en un sueño hasta que sentí un golpe frío. Mis mantas fueron lanzadas al suelo.

-¿Tú no te habías marchado? –Gruñí sobre mi almohada. 

-Pensaba que habrías tenido la decencia de haberte puesto el pijama cuando me fui. –Rió entre dientes… Harry. Mis ojos se abrieron con rapidez.

-Hacía frío, estaba cansada y aterrada. –Le dije. –Dormir con ropa de vestir, no me pareció tan mala idea en su momento. –Sabía que él sonreía. –Sigo teniendo frío gracias a ti. –Giré sobre mi misma para mirarle. 

Él me miraba divertido. Sus rizos parecían húmedos tras haberse dado una ducha. Vestía una camiseta gris de manga larga y unos jeans sueltos negros. Se inclinó, se dejó caer e hizo peso muerto sobre mí. Reí. 

-¿Mejor? –Preguntó con la voz ronca. 

-No. –Aseguré riendo. Puse las manos en su pecho y lo empujé para que cayera a un lado. 

Harry, agarró la almohada y la abrazó dejando su cabeza apoyada en ella y sus brazos rodeándola. Miró mis pies y curvó una sonrisa. 

-Vas tan bien conjuntada y resulta que llevas unos calcetines de cerditos. –Rió él.

Moví mis pies de un lado a otro y suspiré. Miré a Harry y me puse de lado. Él alzó la mirada.

-¿Zayn te ha dejado entrar? –Pregunté.