Cinco: "La decisión"

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Luego de una charla muy agradable para los dos Sebastian se llevó con la sorpresa más grande, una que no esperaba, no esperaba que esas palabras salieran de los labios de Lydia ya que creía que los dos tal vez tenían cierta conexión amistosa. "Creo que ya no deberías buscarme, ni tal vez yo a ti porque yo me quedaré aquí y tu te irás" , palabras que pasaban una y otra vez por la mente de Sebastian de una manera torturante, ¿por qué Lydia actuaría de esa manera?, le hubiera gustado saber eso si la joven no se hubiera ido corriendo después de haberle dicho esas palabras y con eso el joven fotógrafo no podía tomar el sueño en las noches.


Ya habían pasado dos semanas y ninguno de los dos se habían visto o hablado, Sebastian estaba más dedicado al trabajo pero no dejaba de pensar en el poco tiempo que le quedaba.


— Necesito las fichas de Connie Kaddour y Rebecca Jenewein.— Le dijo a uno de sus asistentes y este chico de ojos verdes asintió para luego retirarse.


Sebastian se apoyó de la mesa del escritorio, miró la gran vista desde su ventana y soltó un suspiro para luego voltear a mirar las fichas que había dejado su asistente en el escritorio.


— Connie Kaddour acaba de iniciar hace un día, bienvenida a IMG— Sonrió con la ficha en su mano.— Supongo que tengo que irme de aquí para la sesión.


— Ella es africana, es muy linda y joven. Todos están seguros de que va a ser un éxito en la industria— Comentó su asistente. 


— Lydia— Suspiró— Carter, ¿no sabes quién la encontró?— Preguntó.


— Chris, que por cierto ha intentado llamarlo pero usted no ha respondido.— Inmediatamente Sebastian revisó su teléfono.— ¿Cree que ya puede retirarme?— Preguntó y el asintió.


 

Lydia sentada en las escaleras de la escuela no dejaba de pensar en sus padres, en la escuela, los chicos que la molestaban, lo que le dijo a Sebastian que de seguro debió haber sido una grosería para el. No tenía ganas de tomar las clases ya que estaba preocupada por sus padres, cada vez más la presión de ellos al no encontrar trabajo y ella sin poder hacer nada ¿y si aceptaba cambiar su vida sus padres serían felices? una pregunta que la hizo reaccionar más ante la situación, tal vez todo esto estaba pasando por algo. Ella no había notado que al menos la moda le había llamado la atención en cierto modo en el que siempre se detiene a mirar la tienda de ropa de alta costura, le gustaba como lucían las vestiduras de las chicas de su clase y hasta hora lo había notado, posiblemente sus padres no serán los primeros en alegrarse si aceptaba ya que no desean eso para ella.


Todo estaba muy claro, ella debía aceptar eso para que sus padres no tuvieran mucha carga sobre ellos y también debía aceptar para demostrarle a todos que si puede lograr a convertirse en alguien grande.


Esta se levantó del suelo de inmediato, acomodando su mochila en su hombro se fue corriendo mirando la tarjeta con la dirección de Sebastian.


Ya había tomado una decisión, la decisión que cambiaría su vida.


Mientras ella intentaba encontrarlo él estaba tomando algunas cosas de su escritorio mientras llegaba el auto para llevarlo directamente ala aeropuerto, Carter estaba afuera con el equipaje  de Sebastian, su tiempo de ciertas vacaciones ya habían acabado y era hora de regresar al trabajo sin Lydia, claro que aún tenía esperanzas pero ya era muy tarde.


— Señor, Mario está aquí.— Avisó Carter muy sorprendido y Sebastian le hizo una seña para hacerlo pasar.


— Sebastian— Sonrió el mayor al entrar para darle un fuerte abrazo.— Estuve por aquí unos días pero no tuve tiempo de ir a visitarte, ¿muy ocupado?— Preguntó y Sebastian negó.


— Ya me iba, la verdad. De regreso a New York a trabajar.— Respondió.


— ¿Que me dices de tu chica?— Preguntó sonriente colocando su mano en el hombro del menor.— Gemma es grandiosa.


— No es ella— Respondió.


— ¿Quién es?— Preguntó intrigado.


— No va a formar parte de la industria.


— ¿Qué quieres decir con eso, Sebastian?— Preguntó Mario con cierta preocupación y Sebastian solo le sonrió.


— Algunas chicas simplemente no deben formar parte de esta industria, claro que todo es porque no quieren y piensan en un futuro mucho más tranquilo.— Respondió metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón de vestir.


— Me regreso contigo, vamos te espero abajo— Dijo retirándose para dejar solo a Sebastian.


 


Sebastian le echó un vistazo a su oficina observando muy bien las cosas que dejó en completo orden y limpieza, tomó sus llaves y cerró la puerta, bajó las escaleras y junto a Carter estaba Mario esperándolo con una gran sonrisa. Sebastian se subió al auto sin darse cuenta de la joven que estaba corriendo justo al frente, ya fue muy tarde cuando el auto empezó a avanzar, Lydia estaba corriendo  detrás de este pero él no logró verla desde el retrovisor.


Lydia seguía persiguiendo el auto, sabía que ya era tarde pero tenía las esperanzas.


Las mismas que Sebastian.


Por un momento se detuvo y dejó de correr, sus lágrimas rodaban por sus mejillas no solo porque no pudo decirle a Sebastian que si iba a aceptar su oferta, todo era porque él no se había despedido de ella después de todo lo que había hecho por ella. Muy triste se quedó caminando por las calles, debió haber sido muy tonta como para no haber aceptado todo aquello que una chica desea como llegar a ser exitosa frente a las cámaras.


— Fui una estúpida— Dijo sentada en unas escaleras mirando la tarjeta de Sebastian.


— Suerte que aún sigo aquí para poder despedirme— Escuchó una voz masculina y miró a Sebastian quién tenía una sonrisa.— Un gran amigo te vió desde el retrovisor así que decidí dejar la sesión para otro día.


— Pensé que no te ibas a despedir— Habló Lydia.


— Creo que ya no deberías buscarme— Imitó la voz de Lydia y esta soltó una risa.— Al fin sonríes, creo que estoy haciendo un buen trabajo.


— Acepto.— Dijo Lydia para luego abrazar a Sebastian.— Pero quiero que me prometas que no me vas a dejar sola después.


— ¿Te gustaría ser modelo?— Preguntó correspondiendo el abrazo y ella asintió.— Lo prometo.


— Ahora tengo que hablar con mis padres.— Mordió su labio inferior.


— Tenemos— Corrigió Sebastian.— Los dos lo haremos.


 

Sebastian acompañó a Lydia hasta su casa dispuesto a hablar con sus padres, no estaba seguro de como reaccionarían los mayores pero si Lydia estaba segura él debía estarlo. Antes de que Lydia abriera la puerta los dos se tomaron de la mano, se miraron fijamente por lo cual notó los nervios de la ojiverde y le asintió con una sonrisa.


— Necesito que confíes en mi.— Le dijo él y ella asintió.


 

Una de las palabras que en el futuro formarían parte de la vida de Lydia.

Confiar es esperar con seguridad y credulidad que algo suceda o que alguien se comporte como se desea, eso debía esperar de él.


 


 


 

Hola, ¿qué tal? muchas gracias por leer la historia. Vengo a decirles que las historias de esta saga tendrán relación con las de -babylions y pues me gustarían que se pasaran en "Different Models" que es con Chris Evans, pues va a estar relacionada con esta historia y las que vienen ya que escribiremos cosas en conjunto.

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⏰ Última actualización: Apr 14, 2016 ⏰

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