Nada de nada.

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Un día alguien me dijo que tenía miedo de que me enamore de él. Esa idea recorrió mi cabeza durante horas, durante días. Le di vueltas como loca tratando de encontrarle el sentido, tratando de encontrar la mejor manera de responderle y de responderme a mi misma. 

Ese laberinto que construí sobre sus palabras me llevó a perderme y fue justo cuando me perdí que encontré la respuesta. 

Mi cuerpo reacciona a sus caricias, le gustan. Cuando él está por llegar mi corazón se acelera y antes de que me bese tiemblo de pies a cabeza. Él siempre dice muchas cosas, pero jamás lo escucho demasiado porque disfruto tenerlo cerca, porque mi piel disfruta de su contacto y es lo único que me importa. 

Por un momento pensé que si podría enamorarme y esa idea me aterró, pero hoy sé que no, sé que jamás podría hacerlo. Sé que no lo extraño yo, sé que lo extraña mi cuerpo, porque es él el que lo disfruta en realidad, sé que mis labios quieren besarlo porque aman sus besos y también sé que es mi piel la que se eriza con sus caricias.

Pero yo y mi corazón, nunca seremos de él. ¿Por qué? Porque ya pasó mucho tiempo y el momento terminó, porque simplemente lo que tenemos es una réplica del temblor de hace años. Hoy sé con total seguridad que jamás podría enamorarme y él puede quedarse tranquilo. Nunca va a tener que preocuparse por eso. 

No tiene que preocuparse porque ya pasé por eso, ya estuve en ese punto donde debía elegir si enamorarme o no y él me robó esa decisión, él eligió por mi. Hoy no podría enamorarme porque no hay nada que amar, no hay nada de nada. 

Cuando alguien se enamora se dice que da un salto al vacío, porque no se puede estar seguro de lo que hay después del salto. Y yo no voy a saltar,  porque no lo necesito. No necesito ni saltar, ni amarlo, ni que me ame, no necesito nada de nada. Salvo tenerlo un rato más, poder besarlo y dejar que mi piel disfrute de él. 

Nada de enamorarme, nada de amor, nada de nada. Yo no voy  a enamorarme y es de lo único que estoy segura. 

El mundo en mi cabeza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora