Perdida

17 3 0
                                    

Hoy simplemente no sé que me pasa, en algún punto supongo que perdí el control, perdí el hilo de lo que pienso o de lo que siento. 

Hace exactamente cinco días me despertaba para encontrarme tan o más perdida que ahora. Recuerdo que esa noche no quería dormirme porque sabía que cuando abriera los ojos nuevamente todo sería distinto y ya no tendría ninguna posibilidad de volver atrás; finalmente me dormí y debo confesar que me lleve una gran sorpresa cuando desperté porque no sentía absolutamente nada. No podía entender si estaba bien, mal, triste o feliz, estaba completamente en blanco. Hoy estoy igual. 

Mi cabeza es un campo de batalla, miles de recuerdos y pensamientos se pelean entre ellos tratando de encontrar el verdadero, el auténtico o al menos una pista de lo que en verdad me importa. Yo solo los observo pelear, como si cada uno de esos recuerdos y pensamientos no fueran míos, como si se repitieran en escenas frente a mis ojos. 

Sé que tengo que tomar una decisión, sé que es el momento pero me aterra elegir. No, no hay ningún hombre en mi cabeza, ésto no pasa por nadie que no sea yo misma. Soy yo confundida, yo tratando de entenderme, yo teniendo que elegir que quiero para mi vida, solo yo. 

Construí algo demasiado perfecto a mi alrededor, jugué a conseguir todo lo que quería y lo hice, pero ahora que lo tengo ¿cómo saber si es realmente lo que me hace bien? 

Quería enamorarme, me enamoré. 

Quería volverlo completamente loco, lo volví loco. 

Quería que tenga ojos solo para mí, tiene ojos solo para mí. 

Quería proyectar un futuro a su lado, lo hice y él proyectó conmigo. 

¿Y ahora qué? 

Estaba tan metida en ese sueño perfecto que construí que cuando abrí los ojos me encontré a mi misma vacía, apagándome lentamente y me odie, detesté la monotonía en la que yo misma me había hundido, detesté con toda mi alma la rutina y por sobre todas las cosas odié darme cuenta que había conseguido lo que tanto deseaba y ya no lo quería. 

Me perdí a mi misma jugando a ser algo que no era y quise escapar, pero soy tan cobarde y es tan duro arrancar las cosas de raíz que simplemente quedé en el limbo, en esa delgada linea donde con una mano se sostiene lo conocido y con la otra se busca volver a sentir. 



El mundo en mi cabeza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora