Crónicas de un día de mala suerte.

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Todo comienza un domingo cuando sabés que al otro día tenés que ir a la facultad pero dormiste tanta siesta que aunque te pegaran con un palo en la cabeza no te podrías dormir. 

El día empieza, mejor dicho, la noche empieza con tu consciencia reprochándote absolutamente todo lo que hiciste, hacés y vas a hacer mal en tu vida. ¡Gracias consciencia! ¡Ahora que ya entendí que soy especialista en tomar malas decisiones puedo dormir tranquila!

Bueno finalmente llegadas las cuatro de la madrugada conseguís dormirte, te asegurás de poner la cantidad de alarmas suficientes como para despertar a todo el barrio y ¿Sabés qué? Igual te quedás dormida. Total no tenías que ir a la facultad, total no tenías que devolverle 75 fallos a un compañero para que se ponga a estudiar, total después vas a poder conseguir las diez hojas de apuntes que tu profesora da en clases, total se puede ir bien todo a la mier...

Genial, ya te quedaste dormida. Ahora podemos tener un productivo día donde te vas a poder poner al corriente con todas las materias. ¿O no? No. Porque justo cuando te sentás a estudiar te va a escribir una amiga diciéndote que necesita que vayas porque está mal. Obviamente voy a ir, porque la quiero y porque es la mejor, pero eso no quita que mi día productivo ya no vaya a ser tal. 

- Antes de llegar a la casa de tu amiga pasá a retirar los libros por la fotocopiadora - me dice mi consciencia. - cobraste ayer ¿Qué tan caros pueden ser los apuntes? - Lo suficientemente caros como para que mi billetera se quede con 35 pesos. ¡¿ Son de oro los apuntes ?! 

Consolaste a tu amiga, ya te sentís mucho mejor porque la pudiste ayudar y ahora se ríe de tus bromas malísimas. Si el día mejoró ¿Por que carajo le escribís a un pelotudo que te contesta cada cinco horas? No solo que no te contestó sino que ahora también la vocecita crítica en tu cabeza te asusta diciendo que ahora el pibe piensa que estás completamente enamorada y que jamás en su vida te va a volver a contestar haciéndote quedar más boluda de lo que ya te sentís.  

¿Mañana no tenés que ir a hacer un recorrido con los profes de una de las materias de la facu? ¿Por qué no le escribís a tu compañerito que tiene auto para que te traslade a la próxima clase así no llegás tarde? Porque el compañerito estaba con la novia y ahora la loca piensa que te lo querés levantar. 

¡Inhalar, exhalar! 

Tenés reunión en una ONG donde sos parte, vas para enterarte que tenés el triple de trabajo que hace medio día y que tu compañera de grupo se evaporó mágicamente dejándote todo el quilombo a vos sola. Otra de las compañeras del grupo necesita ayuda con un proyecto y nadie se ofrece, ahí estás vos al pie del cañon para aceptar y darte cuenta que ya no tenés el triple de trabajo sino el quíntuple ¡¿Quién te manda a ser tan buena boluda?! 

Okey, faltan diez minutos y se termina el día ¿Qué otro moco te podés mandar? 

Saludás a cinco personas via facebook por su cumpleaños pero te olvidás que a tu computadora se le desprogramó el reloj y está adelantada dos horas. Sí, saludaste a todo el mundo el día ANTERIOR a su cumpleaños. 

Andate a dormir antes de mandarte otra de las tuyas, la luna hoy no está nada alineada con vos. Ah no, para... ¿Ahora tenés insomnio otra vez? Perfecto, rogá para no tener la misma mala suerte mañana.  

¡Clava una serie y que se vaya todo a la reconcha de la lora! 



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