Capítulo 14

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En el baño estaba bien, me sentía bien allí después de que mi llanto se ahogara en las 4 paredes de éste. Comprobé con mi eco que estaba todo desierto y yo era el único que había en el baño. Miré la banda que Liam me dio el primer día y la olí unos segundos antes de tirarla al suelo con enfado y tristeza, demasiada tristeza. Justamente en ese momento, y tan oportuna, entra Amanda en el baño irrumpiendo con fuerza y cerrando la puerta de la misma manera. Mi mirada salió disparada a Amanda, que estaba igual o más enfadada que yo, y por esa misma razón no pregunté que pasaba. Ella solamente se acercó a mi y me pegó una bofetada en la cara. 

-¿Eres por casualidad idiota? Si, lo eres, lo estoy viendo. -dijo dándome otra bofetada con la misma fuerza, cuando se enfadaba la lesbiana siempre daba bofetadas, yo era el saco de boxeo esa vez.

-No, se cuando tengo que apartarme del medio -dije bajando la cabeza y cubriéndome la cara por si volvía a caerme otra bofetada, cosa que no pasó.

-Vuelve a decir eso y en vez de una bofetada será una patada en el juguete favorito de Liam. -señaló mi parte íntima y me alejé un poco de ella, joder, estaba demasiado enfadada.

-No lo diré pero... Se veía lo que ha pasado con Liam y ese desgraciado... Lo odio...

-Lo es, es un hijo de perra desgraciado pero no por ello tienes que llorar, porque aquí Amanda sabe muchas cosas que tú no sabes. -me guiña un ojo y sonríe levemente-

-¿Qué cosas?

Amanda se quedó callada hasta que me devolvió la banda que me dio Liam y me acarició el pelo.

-Liam, le han hecho eso a traición, no le gusta el otro para nada, le pegaría una paliza pero por desgracia a ese desgraciado le gusta que le peguen... -dice con sarcasmo y rueda los ojos.

-Pero... Liam le estaba besando, le estaba siguiendo el beso Amanda... -ladeo la cabeza con incredulidad por lo que me estaba diciendo-

-Pero ese no es la cosa que quería decirte, los sentimientos de Liam están reservados para ti idiota, me lo dijo Sarah hace un par de días... 

Esas palabras me dieron algo de aliento que me habían arrebatado hace escasos 10 minutos, ¿sería verdad? ¿Liam sentía algo por mi? No tenía ganas de saberlo hoy, estaba ya casi sin fuerzas y necesitaba recomponerme de alguna manera por lo cual, cuando salimos del baño nos encontramos a ese chico, es que ya decir hasta su nombre me daba asco, y Amanda se le acercó. No supe que se dijeron lo único que supe es que Amanda le asustó bien así que cuando ya el otro chico se fue, yo me fui a jefatura y hablé con Sarah y la jefa de estudios.

-Me encantaría irme a mi casa, me siento horrible hoy... -dije.

Sarah sabía el panorama y la jefa de estudios prefirió mantenerse al margen por lo tanto, decidieron darme el pase para que me fuera a mi casa, intentando siempre que Liam no me viera irme porque si no me lo impediría y me castigaría aunque en ese momento no tenía ni ganas de que me tocara. 

Cuando llegué a mi casa, todo estaba tan tranquilo... Solamente estaba mi madre que me miró de arriba a abajo y ladeó la cabeza con preocupación. 

-¿Estás malo otra vez? Mira que te dije que te pusieras zapatillas el otro día... -dijo mi madre.

-No, solamente me han dejado irme, no quiero hablar del tema... -dije cabizbajo yendo a mi habitación. Cuando llegué me tiré en la cama y miré al techo sin saber que hacer, había sido un mal rato el que había pasado y necesitaba olvidarme de ello, eso entorpecería mi relación con Liam si es que seguía. 

Al cabo de un par de horas tumbado en la cama sonó mi móvil, un whatsapp, de Liam... No quería en ese momento que me echara la bronca por irme o por que le dejara en evidencia por la mañana pero, igualmente abrí el mensaje.

-[13:25]Te fuiste a casa... 

-[13:26] Si, y sabes muy bien por qué, no lo aguanto.

-[13:28] Ya hablaremos, esto no puede seguir así.

Le dejé en visto por no ponerle un "ok" borde, sería mucho peor pero es que no estaba de humor en ese momento para decirle algo en condiciones y sobre nosotros. Dejé el móvil apartado en la mesilla de noche y me quedé esperando a comer. Todo pasaba tan lento en casa que me aburría muchísimo así que decidí ponerme a hacer algunos deberes y a adelantar materia. 

La hora de la comida fue tranquila y silenciosa, no había mucho de que hablar con mis padres ni de las clases así que según acabé de comer me metí a darme un baño relajante con mis sales de baño amarillas y me relajé, el agua me llegaba hasta el cuello y estaba tan calentita que salir de allí sería un suplicio después. Cuando salí del baño, por desgracia, me encontré otro mensaje de Liam otra vez, no se cansaba de mi.

-[16:40] Necesito hablar contigo.

-[16:45] No Liam, sabes como me encuentro.

-[16:46] Asómate por la ventana.

Cuando me dijo que hiciera eso, por curiosidad lo hice, estaba esperándome en la calle, en su precioso coche y con un traje elegante y un ramo de rosas, que cursi, pero sabiendo como era Liam tenía que aceptar, nunca más lo haría para disculparse conmigo, y eso que era su sumiso, mucho estaba dejando pasar así que me puse lo más elegante que pude, por suerte mis padres dormían, y bajé hasta el coche de Liam.

-Vaya, no entiendo como has querido venir así a hablar conmigo... -dije cogiendo las rosas que me estaba ofreciendo, un gesto de todo un caballero.

-Quería que me prestaras atención, Charles me atacó y me besó... -me miró en todo momento a los ojos, parecía convincente- lo saben todos los profesores, y él sabía que vendrías a verme en ese momento.

-Liam... Entiéndeme, ese chico si me hubiera besado a mi, no me hubieras vuelto a hablar nunca más... Lo sabes -le miré a los ojos con total seguridad-

-Puede que si, o puede que no, no se sabe eso.

Nos miramos unos segundos y Liam me abrió la puerta de su coche, invitándome a entrar. Parecía que tenía algún plan de reconciliación aunque no me fiaba mucho ahora. Entré en el coche y me dejé llevar a un restaurante caro, luego a una heladería y por último al parque más grande de Londres. En todo el momento que estuve con él no paraba de repetirme la pregunta de si eso era real o no. 

Cuando llegamos a mi casa a las 12 de la noche, Liam abrió la puerta de mi lado del coche y salió conmigo, sin despegarse en todo momento. Era una velada bastante bonita, no la iba a olvidar y a este paso... Liam conseguiría enamorarme al tope, solamente faltaba el beso de las películas.

-Bueno, aquí está tu parada Matt... Quería que vinieses conmigo hoy... -suspiró mirando al suelo y luego a mi casa, que tenía las luces encendidas.

-Si, gracias por explicarme lo que pasó con Charles... Y gracias por invitarme a esto... -dije con el ramo de rosas en las manos- ¿podrías quedarte con ellas tú? Mis padres no sabrían de donde vendrían...

-Claro, sin problema. -dice cogiendo las rosas y me mira sin parar- ves a casa anda... Duerme y mañana hablamos...

-Vale, hasta mañana Liam.

El silencio inundó el momento, cuando me di la vuelta para entrar a la casa un tirón en mi brazo hizo que me diera la vuelta y un beso de Liam en mi brazos me sacó de todos mis esquemas, dejándome más rojo de lo normal.

-Ves a dormir... -dijo Liam.

-Eh... E-esto... Si... 

La rojez se me notaba a Kilómetros, me dirigí a mi casa y abrí la puerta viendo a mi madre esperarme en el hall principal estando el resto dormidos. Me quedé pálido por como estaba de molesta y bajé la mirada esperando que hablase de por qué había tardado tanto si avisar.

-¿Quién era al que estabas besando en la calle? -me preguntó con un claro tono de desagrado.

-Ma-Mamá...


¿Cielo o infierno?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora