El Chico Nuevo Del Salón.

8. Andrés.

Maldita sea, ¡me llegó Andrés!, hoy, un lunes, un día lunes con Andrés en el liceo, ¡que fastidio!. Me levanto de la cama y corro a bañarme, me e despertado un poco tarde. Una vez bañada me pongo la ropa interior, una toalla sanitaria y me coloco el uniforme.

Bajo a desayunar, mamá está preparando la comida, mientras me sirve un sándwich yo arreglo mi bolso. Me como mi sándwich, me despido de mamá y me voy al liceo.

Una vez allá me siento un momento, luego veo que José viene caminando hacia mi.

-Ana, hola.

-Hola, José. -Le digo muy encantadora-

-¿Como estas?, bebé

-Pues, bien y ¿tu?

-Bien... Ana, ¿puedo ir a tu casa hoy?

-¿A mi casa?

-Si, a tu casa.

-Eh, ¿para que?.

-Pues, hoy no tengo nada que hacer, además mamá saldar hoy y no quiero quedarme solo en casa

-Bueno. ¿Te parece irnos juntos después de clases?

-¡Perfecto!.

Luego llegó Tatiana, se tiró en la espalda de José con su voz chichona a decir su nombre una y otra vez. Ella le da muchos besos EN LA BOCA, vaya, cree que por habérselo mamado ya son... ¿Novios?. Él no le corresponde el beso, sólo deja que ella se lo de y se lo lleva con sus amigas.

En el salón él se sienta junto a mi, Tatiana quiso que se sentara con ella pero el rechazó su propuesta.

-Oye, Tatiana creen que son novios o algo así. -Le digo burlonamente-

-Si y eso me molesta, no quiero que pase a mayores.

-¿Mayores?

-No quiero que se haga ilusiones.

-¿Osea que Tatiana fue una aventura de una sola noche?

-Si.

-¿Eres así con todas?

-Solo con algunas, con las fáciles.

-¿Tatiana lo es?

-Bueno, no llevamos conociéndonos mucho y en una fiesta se emborracha y me hace un oral... Eso no es muy duro que digamos.

-Si, pero... Tu le gustaste el primer día, y quizás lo hizo por que le gustas.
-Si, pero una mujer por mucho que le guste un hombre debe hacerse un poco de rogar, o si no pensaremos que son fáciles de alcanzar y se pueden aprovechar de eso.

-Como lo has hecho tú...

Él solo se me queda mirando y no responde. Me molesta que allá jugado con Tatiana, pero por otra parte tiene razón, ella fue muy rápido y fue fácil de conseguir.

-¿Y cuando piensas decirle que sólo fue una cosa de una noche o pretendes seguir jugando con ella? -Le digo un poco enojada-

-Ana, olvidalo.

-No, tienes que decirle, no puedes seguir jugando con ella. Tienes razón en lo que dices pero no te da derecho en jugar un una chica. -Le digo esta vez levantando más la voz-

-Ya, ya. No te enojes, se lo diré.

-Eso espero.

Todo el día no las pasamos juntos. Ya eran la 1 y ¡¡por fin!!! salimos del liceo. José y yo salimos a comprar un helado, de allí a la casa. Cuando llegamos tiro el bolso y voy a ver que dejó mamá de almuerzo, mientras José se sienta en el sofá. Mamá dejo arroz con pollo y plátano, lo puse a calentar mientras subo a cambiarme de ropa.