11.Reencuentro con David.

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Estoy en la vereda donde quedamos David y yo, estoy sentada en una bancas. Puedo ver el lago desde aquí, es bellísimo, también hay un poco de sol, pero donde estoy brisa mucho, es tan refrescante estar aquí. Para ir me puse mis típicas Converse rojas, un capri negro y una blusa rosada, estoy bien, pero no estoy muy segura. Espero, espero y espero y no llega... Lo llamo a su teléfono y no contesta, estoy desde las 12 aquí y ya son la 1:30 y él no llega, maldicion. ¿Y si no viene?, ¿y si no quiere verme?, mejor me calmo, me compro unas papa y espero un rato más...

Maldicion, son las 2 y no llega, no contesta su maldito teléfono, nada... ¿donde diablos está? Estoy muy estresada, creo... creo que mejor me voy. Me bajo de la banca y camino a esperar un taxi y lo veo... veo a David, a buena hora de venir, estúpido, estoy muy molesta con él.

-Hola, Ana...

No le contesto, sólo me le quedo mirando con mis ojos penetrantes llena de ira.

-Ana, lo siento...

-¿Porque?, ¿porque llegar tarde, no contestar el teléfono o hacerme esperar?

-Por todo... Es que se me complica conseguir taxi, había tráfico, pero ya estoy aquí y eso es lo importante.

-Si, si.

-Ana, estas hermosa.

-Gracias, tu también estás... Apuesto.

-¿Acaso lo dudaste?

-No, sólo buscaba una palabra decente.

Él sonríe y me abraza, me abrazo dulcemente, con cariño, un cálido abrazo que correspondo. Caminamos un rato por la vereda, él me compraba helados, galletas, comida, me hablaba de su vida, de lo que a hecho en estos días.

-JAJAJAJA, no puedo creer que hiciste eso.

-Si, enserio. Es que para ser justo ella me gustaba y quería impresionarla.

-Si, pero sólo quedaste en ridículo. Vaya, vestirte de payaso para enviarla a salir JAJAJAJA.

-Oye, dijo que le gustaban.

David es muy gracioso, me hace reír demasiado y tiene tema de conversación, siempre tiene algo de que hablar. Nos cansamos de caminar y nos sentamos en un bohío, sólo él y yo, yo me acosté en sus piernas y el me acariciaba el pelo, se sentía muy bien.

-¿Y José?

-¿Que con él?

-¿Como está él?

-No lo se ni quiero saberlo...

-¿Se pelearon?

Me quedo callada, no quiero pensar en José, me la estoy pasando muy bien con David y no quiero que José me amargue el día... Pero siendo sincera... Lo extraño... Dios, como odio admitir ese tipo de cosas.

-Lo siento, no es asunto mío.

-No, no hay problema... Es que me hizo pasar un mal momento, bueno no fue él pero si tuvo que ver, tiene un poco de culpa.

-Entiendo.

Me levanto de sus piernas y me le quedo mirando, Dios, David es hermoso, y es muy interesante, divertido y cariñoso, pero, ¿tanta perfección será cierta?.

-David, gracias por este día.

-¿Porque?

-Por hacer feliz este día, me e divertido mucho contigo.

-Igual yo, nena.

Nos quedamos mirando, él se acerca a mi, estamos a un paso de chocar nuestros labios el uno con el otro. ¿Quiero besarlo? Pues claro que si, así que me acerco lentamente y le doy un pequeño beso en los labios, lo miro, él se vuelve acercar a mi pero esta vez me besa, toma el control de la situación, mete su lengua en mi boca, me agarra la cara, yo pongo mis manos en su pecho, Dios besa muy bien, el beso se fue de rápido a lento, muy lento, sensual, me mordía los labios, y sonría a mitad del beso igual que yo, se separa de mi y me abraza, me abraza muy fuertemente.

El Chico Nuevo Del Salón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora