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Esos ojos marrones nuevamente en mi vida. ¿Cuánto ha pasado?. ¿8 años? ¿Quizás 10? Cambio mi vista y la poso en Andrea, su sonrisa no es cómo las veces anteriores, se ve más emocionada...

Admito que cuando la vi la primera vez, sentía una conexión especial y ahora comprendo el porqué... Veo a la más joven del grupo. Su mirada es de completa alegría.

Nuevamente volteo mi vista y siento que mi mundo se va de bruces al ver a esa mujer. A Judith... No ha cambiado nada.

Su mirada de mujer madura, su cuerpo que es envidia de mujeres de 20 años. Su piel blanca y perfecta... Su mirada penetrante es la que más nerviosa me ha puesto... Siento que me ahogo.... Mi visión se nubla; y como en cámara lenta, mi cuerpo cae...

-!Hey! !Amor por favor, por favor reacciona!

-¿Caro?

-Maldición Caro, no ahora

-Cárgala Moisés, ya voy llamando al 911

-¿estará bien? ¿Andy?

- mamá llévate a Elena de aquí

-!nooooo! Quiero que reaccione

- !MAMÁ POR FAVOR!

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Un dolor en mi cabeza me hace despertar. Trato de abrir mis ojos, pero es tan fuerte el dolor, que emito un gemido. Me siento débil, creo que con sólo ese gemido he gastado toda mi energía.

Siento cómo una mano no reconocida por mí toma una de mis manos, me percato que se acerca a mi lado hasta llegar a mi oído y me habla en casi un susurro

-Estarás bien Caro, estoy contigo - recibo esta vez un beso en la frente

Con ese simple roce, siento mi cabeza estallar. Salen unas pequeñas lágrimas, trato de que mi acompañante no las note. Tarde, muy tarde.  Las limpia con mucha delicadeza...

-voy por el Doctor Caro, no demoro. Por favor no te vayas otra vez - se separa de mi, siento como sus pasos, el abrir la puerta y cerrarla es de lo más delicado posible.

"Por favor no te vayas otra vez"... ¿Qué significa eso?. Aún con mis ojos cerrados, siento que deseo descansar más. Pero mi cuerpo no me deja descansar. El dolor total de cada parte de mis extremidades son fuertes.

La puerta nuevamente, se abre y los pasos se acercan.

-Caro, ¿estás ahí?- decía entre susurros una voz desconocida - Elena, ¿estás segura que ella despertó?

-súper segura Doctor... Hasta comenzaron a salir lágrimas

-Elena, ya te he dicho que.

Al sentir que ese desconocido empezaría a regañarla, instintivamente le interrumpo haciendo el mayor esfuerzo para hacer ruido. Siento que mi garganta me es pesada. Creo que ha valido la pena, porque rápidamente se mueve a mi lugar.

-Elena, llama a las enfermeras no demores, !CORRE!

Vuelvo a emitir otro gemido, el Doctor me dice que no force más mi garganta, ya que lastimaría mis cuerdas bucales. Su mano se posa en mi frente, está helada. Sin abrir mis ojos siento que me desmayaré. El ruido de la puerta y de los que entran las escucho lejos. Creo que esta vez me iré.

No se cuanto haya pasado. Sólo sé que ese dolor ha desaparecido, lentamente abro mis ojos, los trato de adecuar a la luz que se encuentra proyectada en la habitación.

-mis ojos - me quejo

-!Amor!

-¿Caro?

Volteo mi vista y me encuentro cara a cara con Marcela, se ve que había llorado... El rostro de Andrea se veía gastado y preocupado.

Otra Vez TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora