Las semanas siguientes Amanda fue asimilando poco a poco su vida sin mentiras... o al menos una vida sin tener que engañar a nadie, no se atrevió a contarle nada a Santiago de lo ocurrido, si no lo sabía ¿para qué se lo decía?
Comenzó a entender lo que eran las tareas, las tareas de verdad, sus ojos se adornaban por unos círculos violetas y se abultaban un poco debajo de sus lentes, dormía poco o muy mal, y ya había dejado de sentir vergüenza si se quedaba dormida en medio de la clase de geometría descriptiva.
Ella y Santiago habían estado mandándose mensajes y se llamaban de vez en cuando, no tenían conversaciones extensas, algunos minutos eran suficientes para sentirse cerca mientras él terminaba sus trámites de titulación; Amanda le había dicho que su mamá quería conocerlo y esperaba poder verlo en vacaciones de primavera.
César y Ale se enteraron que Oscar y Amanda ya no estaban juntos, que juntos era mucho decir... ella no les había contado nada, pero suponía que tal vez Oscar habría ido a reclamarles, porque sabía que ellos insistían que ella lo terminara.
Miércoles 25 de febrero 14:02
Tuin, tuin, uhuhuhu... ♪
Mandy, nos preocupas. Podemos vernos el viernes? C&A
Tuin, tuin, uhuhuhu... ♪
P.D. no somos una tienda de ropa.
Pop, pop, pop...♪
Por supuesto, tengo muchas ganas de verlos =) en la jardinera, cómo en los buenos tiempos?
Tuin, tuin, uhuhuhu... ♪
En dónde más? =) nos vemos mujer acarienta!
-...sí... tenía que ser César... - susurró.
Viernes 27 15:38
Amanda fue la primera en llegar a la jardinera de la preparatoria, pensaba que sería la última pues la facultada de arquitectura está más lejos que la de ciencias sociales, incluso creyó que podría encontrárselos en el autobús o al transbordar al tren... pero no fue así.
Estuvo observando sus nombres rayados y su lista de libros... los dibujos que habían formado mientras pasaban el rato ahí. Un grupito de chicas estaba del otro lado de la jardinera, al ver que se sentaba tomaron sus cosas y se marcharon haciendo cara de pocos amigos. A Amanda no le importó, después de todo ella y sus amigos tenían derecho de antigüedad, y aún si se hubieran quedado, no le habría importado.
16:06
Mientras esperaba hecha un ovillo recargada al árbol que empezaba a florecer, miraba como la luz se filtraba entre las ramas, hojas y florecitas amarillas y como la brisa hacía que se mecieran y de vez en cuando algunas flores golpearan su cara.
Estaba tan entretenida observando los patrones de luz que no se dio cuenta que César y Ale llevaban algún tiempo parados frente a ella mirándola desconcertados.
-...Ale... creo que la perdimos- dijo César con gran seriedad, moviendo la cabeza desaprobatoriamente como cuando en las películas anuncian que ha muerto alguien.
-¡Ash! ¡César! No sabes por lo qué esté pasando y tú con tus cosas- respondió Ale soltándole la mano con tal fuerza, que Amanda no supo si venían de la mano desde hace rato o la mano César quedo así de roja por la fuerza del golpe.
-Bueno, al menos se que te preocupo ricitos, jiji
-¡Hey!
-Hola Amanda...
-¿Por qué decías que no saben por lo que estoy pasando? –interrumpió.
-...bueno pues... tú... Oscar... Santiago... Cris...
-¡Cristina! –gritó- había pensado que habría sido Oscar el que fue con el chisme o ¿los fue a chantajear?
-No, no, a ver... ¡Tranquila!- intervino César tomando su cabello hacia atrás- te diré lo que sabemos y luego nos cuentas lo qué pasó, ¿de acuerdo?
-Okay... escucho.
-La verdad es...- comenzó Ale.
-La verdad es que vimos a Oscar el fin de semana pasado- continuó César- fue a ciencias sociales, nos pareció muy raro, porque no creímos verlo por ahí... después pensamos que tal vez iría a buscarnos pleito o a pedirnos algo... pasó de largo frente a nosotros, tal vez ni nos notó o quien sabe, entró al edificio H, donde dan la carrera de Geografía... y salió con Cristina del brazo, cargándole la mochila, ambos sonriendo como tontos... entonces... no sabemos qué fue lo que vimos... ¿por fin funcionó tu plan?
-...
-Creo que ni ella sabía qué pasaba algo, César- dijo Ale preocupada mirándolo.
-...no, no... lo que pasa es que, me sorprende, ¡sí! esa es la palabra: sorpresa, realmente me sorprende que tan rápido haya encontrado como remplazarme, que bueno... así como remplazarme remplazarme... no, más bien encontró a alguien que sí lo quiere... ¿pero que son... dos semanas?...mmm, sí, dos semanas ¡guau!
-Espera, ¿qué? No entiendo... y por la cara que tiene, creo que Ale tampoco.
-Me hizo explotar, estaba ya harta, mi plan no funcionaba... completamente... así que le grité la verdad, terminé con él... y bueno... creo que me recordará por el resto de su vida el 14 de febrero... je.
-¿¡En serio!? ¿Lo botaste el 14? Jaja, eres una maldita.
-Y mira que pensábamos que había pasado algo muy feo... o que te podíamos ayudar con lo que vimos de Cristina... ¡Bah! No se vale...
-La cosa aquí es ¿por qué no nos lo contaste en cuánto ocurrió?
-No podía... me sentía... rara, más de lo normal, era mucha libertad y alivio, y resentimiento conmigo... todo junto y me enfoqué más en las tareas para mantenerme cuerda... Me alegra que Cristina se endulce poquito la vida... mientras duré la fase de azúcar... ojalá no deje que le pase lo que a mi. –suspiró- Y, bien... ¿no habrán desperdiciado su tarde por estos minutos, o sí? ¿Qué haremos?
César y Ale, no sabían exactamente qué responder a eso, estaban listos para planear el argumento contra Oscar para que Amanda se librara de él y pudiera ser feliz con Santiago. Fue un momento chocante para ambos, hasta que unas cuantas hojas y flores les golpearon la cabeza.
-Bien... pues... hagamos de cuenta que nunca salimos de aquí.
Pasaron la tarde platicando, ambos le contaron que ya eran novios hace un mes, añadieron libros a la lista que tenían, agrandaron las letras de sus nombres, parecía de verdad que no habían dejado de verse desde de la graduación, intentaron trepar el árbol que sabía todos sus secretos y decidieron comprar boletos para el próximo concierto de marzo.
Así fue marzo.
A pesar de todos los compromisos escolares de los tres, habían aprendido a tener un pequeño espacio para verse.
Amanda se estaba desahogando de las tareas más fácilmente y podía continuar con sus citas por skype, como antes, a Santiago se le veía muy feliz en cada videollamada, además estaba entusiasmado de que podría reunirse con Amanda una vez más en vacaciones... aunque fuera por sólo un día. Pero sabía que ese día valdría la pena.
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358 km
Teen FictionDos chicos en 2008 lidian con la distancia sintiendo lo que nunca habían imaginado. Experiencias, música y detalles forman parte de su historia. --- And true love waits In haunted attics And true love l...