358 km

El quiebre

Sábado 5 de abril 08:09

Amanda se sentía feliz de que las vacaciones hubieran comenzado, el día anterior, terminó de comer y se tiro a su cama tan plácidamente que quedó dormida en cuestión de minutos.

No le importaba tener tarea de geometría descriptiva, fundamentos, historia de la arquitectura ni de expresión arquitectónica, al fin y al cabo tenía dos semanas completas para hacerlas y en realidad no era nada a lo que ya se había acostumbrado.

Reposaba sobre su cama teniendo esos pensamientos cuando recordó que Santiago le había dicho que tal vez iría a visitarla... pero no sabía exactamente la fecha.

Salió sobresaltada de la cama, agarrándose el cabello en una coleta, alisando su playera, dándose cuenta de que había dormido con los lentes puestos y había enchuecado el armazón "¿en serio Amanda?" pensó.

Corrió a la sala por su mochila, sacó los ejercicios de geometría y se dispuso a hacerlo, continuó con la investigación de fundamentos y comenzó con algunos trazos para su lámina de expresión arquitectónica... la visita a las ruinas a las afueras de la ciudad para su extracurricular de historia podía esperar. Se aseguró de tener el mayor tiempo posible para la llegada de Santiago, fuera el día que fuera.

17:38

Su madre al llegar del trabajo notó que Amanda estaba muy concentrada en su mesa cuando pasó por su habitación. Ella ni siquiera se dio cuenta de que su madre la veía, ni siquiera de que había llegado y que llevaba alrededor de ocho horas sin levantarse de su lugar, sin comer, sin ir al baño, sin hacer algo que no fuera tarea.

-Hija... hija... ya llegué- dijo su madre sin que ella se inmutara.-Hija -continuó- ¿está interesante la tarea, eh? –estando cerca de ella para tocarle un hombro.

-... -volteó por encima del hombro, con los ojos más rojos que de costumbre.

-¡Ay Amanda! ¡Pero que finta tienes hoy!-dijo alarmada.

-No es para tanto mamá. Me veo peor por las mañanas y ni te das cuenta. –dijo sonriente.

-¿Qué haces? Se ve muy bonito- señalando el dibujo que realizaba a colores de una calle colonial.

-Es mi tarea... he querido hacerla toda para poder descansar toooodos los días y ser libre... aunque... aún me falta darle unos toques a una investigación y hacer una extracurricular... pfff... - bufó algo desanimada.

-¿Y por qué tanto afán por ser libre? No es que no me agrade que seas así de responsable... pero en la preparatoria casi casi dejabas todo al final.

-Mamá... es sólo eso... no quiero tener que hacer tarea en días de descanso.

-¿Segura?

-Síp.

-... mmm... está bien, cuando termines eso, quiero verlo- dijo su madre saliendo lentamente de su habitación- ...por cierto, antes de que sigas... deberías bañarte y comer algo. Y lo de bañarte, es en serio.

-¡Mamá!

La verdad es que su madre tenía razón, trabajaría mejor después de un baño y de cargar algo de combustible para seguir. Dejó sus colores a un lado, levantó algunos apuntes de su cama, y tendiéndola aunque faltaran pocas hora para que volviera a dormir sobre ella al tiempo que iba soltando su cabello dispuesta a meterse a bañar.

No necesitó abrir la llave del agua caliente para tener un baño relajante, el sol hacía de las suyas calentando el agua del contenedor en el techo de la casa y era algo que agradecía su madre para bajar algo las cuentas del hogar.