Me despierto de golpe y corro hacia al baño y llego con el tiempo justo para devolver la cena. En cuestión de segundos tengo a Luca detrás sosteniendo mi cabello en una coleta alta y acariciando mi espalda.
-Tranquila.- Me susurra.
Una vez me siento mejor, me ayuda a ponerme de pie y a lavarme el rostro y los dientes y luego volvemos juntos a la cama.
Cuando ya estamos los dos recostados, el mal abraza y me atrae a su cuerpo.
-¿Te encuentras mejor?- Pregunta.
-Sí, solo un poco de dolor, pero estoy bien.- Le respondo sin abrir los ojos.
-¿Quieres que cancelemos el viaje?-
-No. Seguro mañana estoy mejor.-
-Ok.- Nos quedamos en silencio. Pero puedo sentir que su respiración no se relaja por lo que noto que aún no intenta dormir. Lo conozco lo suficiente para saber que su cabeza esta trabajando a gran velocidad.
-Dime.- Le digo.
-¿Qué?-
-Lo que estás pensando. Dímelo.-
-¿Existe la posibilidad de que estés embarcada?-
-¿Porque me preguntas eso?-
-No lo sé, Em. Las náuseas, los vómitos. No es algo normal en ti.-
-No estoy embarazada, sabes que tomo la píldora. Y seguramente algo me ha caído mal. Seguro que mañana ya me encuentro mejor.-
-¿Estas segura?-
-Lo estoy, no hay posibilidades. Hasta hace unos días estaba con mi periodo. Puedes respirar tranquilo.-
-No digas tonterías. No es por eso.-
-Pero estabas preocupado.-
-Lo estaba, pero no porque no sea mi deseo tener un hijo contigo. Es algo que me encantaría, pero primero quiero solucionar algunas cosas.-
-¿Aun no me lo puede contar verdad?-
-No, aun no.- Me quedo en silencio, no sé qué decirle. --Duerme, amor.- Me dice y besa mi frente. Yo me acurruco entre sus brazos y me dejo ir por el sueño.
Cuando abro los ojos nuevamente me encuentro sola en la cama. Me estiro todo lo que puedo para intentar relajar un poco mis músculos doloridos y en ese momento escucho algunos sonidos desde el salón del apartamento y sonrió sabiendo que es Luca.
Me levanto y voy directo a la ducha, mi estómago aun duele por el mal estar que he tenido en todo el día de ayer y aun no me siento mejor.
En el momento en que vuelvo a mi habitación entra Luca con una bandeja en sus manos.
-Buen día, Em.- Deja la bandeja en la cama y se acerca para rodearme con sus brazos.
-Bueno días. -Le doy un beso en los labios.
-¿Te encuentras mejor?- Me dice mientras me lleva a la cama nuevamente.
-Mmm...- Respondo.
-¿Eso es un sí o un no?-
-Es un no lo sé. Por ahora estoy bien, pero mi estómago duele.-
-Te he preparado un té, pero tienes que comer algo, no has podido mantener nada en el estómago en todo el día de ayer.-
-Lo se.- Le regalo una pequeña sonrisa.
A mitad de la mañana cuando ya estaos listos para irnos vuelvo a sentir un mal estar y vuelvo a devolver. Luca insiste en cancelar el viaje pero lo convenzo de no hacerlo. Me sentiré mal de todos modos en mi casa o de paseo.
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Estamos en el avión camino a nuestras vacaciones. Luca me propuso conocer su hogar durante todos estos años, idea que me encanto, por lo que en este momento estamos camino a Londres, Inglaterra. Me encanta la idea de pasar unos días en su mundo. Que me enseñe todo lo que sabe de esta ciudad tan linda.
Me he vuelto a tomar un te junto con una medicación me recomendó Logan y me siento mucho mejor. Tengo muchas ganas de disfrutar de este viaje con mi pequeño y no pienso dejar que nada lo estropee.
Llegamos y demoramos una hora en hacer el papeleo necesario para poder partir ahora si hacia su apartamento. Se encuentra en una zona muy linda de la ciudad. Mientras vamos en el taxi él me va enseñando algunos lugares por los que pasamos.
Su apartamento es muy espacioso, es el típico apartamento de soltero, eso ya no me gusta tanto pero que puedo decir. Los dos tenemos pasado por más que no me guste pensarlo.
Como ya es tarde decidimos no salir y como me encuentro mejor nos acurrucamos en el sofá del salón a mirar algunas películas. Aunque mirar, lo que se dice mirar es lo que menos hacemos. Se nos van las horas besándonos y tocándonos, hasta que ninguno lo soporta más y terminamos haciendo el amor como dos locos. Luego pedimos unas ensaladas y cenamos desnudos en el sofá entre risas. Nos encanta tener esta intimidad.
Durante todas esas horas me doy cuenta que Luca no está como siempre, se le nota preocupado y supongo que es porque que sucedió hace unos días. Cosa que aún no se y por ese motivo supongo que aún no ha solucionado. Intento distraerlo un poco, no quiero molestarlo con mi incertidumbre y quiero pasar unos días lindos y tranquilos.
Pero es tanta la preocupación que veo es sus ojos que llegado el momento no aguanto mas y se lo pregunto.
-Pequeño, sé que dijimos que me lo dirías cuando lo solucionaras. Pero es que no me gusta verte así.- El levanta la vista de su móvil y clava sus ojos en mí.
-Tranquila, Em. Todo está bien. Lo estoy solucionando.-Me levanto y me siento en su regazo y paso mis brazos por su cuello.
-Solo quiero que pasemos unos días tranquilos. No quiero que estés preocupado.-
-Estoy bien, solo quiero solucionarlo lo antes posible.- Me besa en la sien.
-Lo entiendo, pero míranos, estamos aquí, en tu lugar, desnudos. Deja el móvil y disfrutemos de esto.- El deja el mil en la mesa y me abraza.
-Muy bien. Muéstrame un poco eso de disfrutar.- Me dice y me muerde el cuello.
Encantada porque vuelva a prestarme atención a mí, cambio de posición para quedar a horcajadas sobre él y le digo mientras comienzo ab besar su barbilla y voy bajando hasta su cuello.
-Pensaba en algo como esto, o esto, o... - Ya no puedo continuar hablando porque le se abalanza sobre mí quedando yo de espaldas en el sofá. El me sujeta los brazos sobre la cabeza mientras va dejando besos por todo mi rostro bajando poco a poco hacia mi sueño donde comienza a morder suavemente y sigue bajando hacia mis pechos, con los que se entretiene por un buen rato entre besos y mordiscos en mis pezones que responden al instante a su contacto poniéndose duros.
Yo me retuerzo intentando que me suelte las manos pero él no lo hace.
-No, Em. Estate quieta. Ahora mando yo.- Me dice y continúa con su tortura. Besando y mordiendo todo mi cuerpo. Y es así como continua nuestra noche, no dormimos en ningún momento, solo hacemos el amor una y otra vez.
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Cami ;)
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Te esperaré.
RomanceEmilia Vega es una chica de 20 años con grandes aspiraciones en la vida. Ella cree en el amor pero no en el príncipe azul. Su gran sueño es ser pediatra y triunfar en la medicina. Luca Morales es un chico de 15 años. Que a su corta edad, no solo cr...