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八

—¡Jung SooJung! —escuché a lo lejos la voz de mi hermana.

Detuve mi paso haciendo que TaeHyung y JungKook se detuvieran también, pero al contrario de ellos, yo me acerqué a Jessica.

Sé que había problemas, claro que sí. ¿Cuándo fue la primera vez que deje a Jessica sola para ir a la escuela? ¿Cuándo fue la primera vez que le rechacé el desayuno a mi madre? ¿Cuándo fue la primera vez que me he ido sola sin la compañía de mi padre o la de SooYeon? Esta ha sido la primera vez de todas ellas, y de todas formas qué le diría a SooYeon, no había tenido tiempo de pensar en una buena excusa.

¿Tarea? La hice con SooYeon ayer en casa.
¿Espacio para estar sola? Se escuchara mal, pero, siempre estoy sola. Suficiente tiempo para mí.
¿Me vi con el chico que me gusta y desayuné con él? Ni yo me la creía y justamente acaba de pasar.

Sólo había una buena excusa que me llegaba a la mente en caso de que SooYeon me preguntara.

—¿Por qué no me esperaste? Estaba preocupada. —frunció el ceño una vez que estuvo frente a mí.

Rasqué mi antebrazo.— Cosas qué hacer, ya sabes.

Mi melliza se quedó callada un corto tiempo para después encogerse de hombros.

—Eres tan mala mentirosa. —me sonrió.— Pero ya tendrás tus razones, tenemos clase, vamos.

Caminó hacia el aula de vocalización, pero justo en su trayecto se detuvo frente a TaeHyung y JungKook para saludar.

—Hola, TaeHyung. —le dijo sonriente acomodando uno de sus mechones castaños detrás de la oreja. Miró a JungKook y entrecerró los ojos.— ¿Jeon?

Pude ver como JungKook asentía y en sus ojos un pequeño brillo se hizo presente. Mi pecho dolió y tragué grueso.
No estaba ciega, se podía notar a mil kilómetros que aquél ángel sentía algo por mi hermana, y que por sólo decir su apellido se emocionaba; pero por favor, cuando lo escuché decir mi nombre quería llorar y correr mil vueltas por las canchas de la alegría, eso o vomitar.
SooYeon suspiró aliviada de haber recordado su nombre, y con una pequeña reverencia de cabeza entró al salón.

Con JungKook tras ella.

Bajé la mirada. Nunca había sentido el sentimiento de querer ser Jessica, porque, yo soy yo, pero ahora mismo quisiera ser como ella y así no sentirme tan mal conmigo misma.

—¿Estás bien, Krys? —me preguntó TaeHyung posando una de sus manos en mi espalda. Yo me limité a asentir y a levantar mi cabeza con una sonrisa forzada, ¿qué más podía hacer?

—Vamos, tenemos que entrar a clase.

❋

Había pasado media hora de la clase y yo no podía evitar pensar en la mirada de JungKook cuando mi hermana dijo su apellido. Qué no daría yo para que me viera de esa manera.

—Wow, SeoHyun canta muy bien. —comentó TaeHyung a mi lado.

—¿Ah si?

—Sí. —frunció el ceño y me miró.— ¿Qué pasa contigo? Estás muy desanimada desde que entramos.

No dije nada, no tenía muchas ganas de hablar, y hablar con TaeHyung es decir cosas que no debería decir. Acabo de enterarme que, al parecer, él y mi ángel son amigos, no podía arriesgarme a soltar algo indebido y que mi castaño amigo haga lo mismo.

Puse atención a la clase, donde una chica pelinegra cantaba "The Little Prince" de RyeoWook, ya suponía que debía estar por terminar porque desde hace rato podía escuchar su voz, y justamente así fue, después de unos segundos ya había terminado.